El segundo presupuesto de gobierno del presidente Biden por primera vez incluye un nuevo impuesto de 20 por ciento a los multimillonarios, más gastos militares, disminución del déficit fiscal y dinero para programas sociales. La propuesta recibió opiniones encontradas de activistas y expertos latinos. Unos aplauden el aumento de recursos al medio ambiente. Otros critican que se quedó corto en inmigración y apoyo a Centroamérica. En las próximas semanas se esperan fuertes debates partidistas. Con los detalles desde la ciudad de Washington, José López Zamorano.
Optimista, a pesar de que se encuentra en el nivel más bajo de popularidad de su mandato, el presidente Biden anunció su plan presupuestal para el año fiscal 2023.
“El presupuesto envía un claro mensaje al público estadunidense sobre nuestros valores: Primero, responsabilidad fiscal. Segundo, seguridad y en tercer lugar las inversiones necesarias para construir un mejor Estados Unidos«
El presupuesto, de 5.89 millones de millones de dólares pone como prioridades el gasto en defensa y la lucha contra la pandemia. La novedad fue el impuesto a los ricos, que habían gozado de generosos beneficios fiscales durante los 4 años de la era Trump, opina el experto en economía, Isaac Cohen.
“Yo encuentro razonable que se trate de encontrar los recursos para equilibrar el gasto público porque una de las razones por las cuales tenemos inflación es precisamente porque el gasto público se ha disparado”
Pero entre activistas las reacciones fueron encontradas. En relación al tema migratorio, dirigentes de organizaciones deploran no sólo la escasez del apoyo económico, sino lo que calificaron como el enfoque policiaco de la era Biden. Oscar Chacón dirige la organización Alianza Américas.
“Siguen insistiendo en un enfoque de la política migratoria que ha demostrado ser simple y sencillamente ineficaz, y un despilfarro de recursos públicos. Y siguen penalizando y castigando a la migración, como si la migración fuera un gran problema para el país, cuando en realidad ha sido un gran beneficio«
Biden asignó por ejemplo 987 millones de dólares para atacar las causas que originan la migración desde El Salvador, Guatemala y Honduras.
Angélica Salas dirige la organización pro inmigrante, CHIRLA, en Los Ángeles:
“Son -fondos- insuficientes, especialmente cuando hemos visto que no se han gastado en los últimos presupuestos. Tiene que haber un balance entre todo el dinero que se usa para prevenir la migración y no suficiente para trabajar con los países de manera colaborativa«
Ambos dirigentes de inmigración lamentaron que la administración Biden haya dado continuidad a un enfoque policiaco de la contención migratoria, con recursos para más centros de detención y la contratación de más agentes de la patrulla fronteriza.
Pero en materia de protección ambiental, el presupuesto de Biden recibió mejores calificaciones, de acuerdo con el análisis de Antonieta Cádiz, directora de asuntos latinos de la organización Climate Power.
“Se duplica el compromiso de realizar inversiones en energía limpia. La propuesta incluye 44.9 mil millones de dólares para enfrentar la emergencia climática para enfrentar la crisis climática, y si lo comparas a cifras de 2021 es un aumento de 16.7 mil millones”
A pesar de las diferencias de apreciación, tanto expertos como activistas coinciden que la verdadera prueba de fuego será lograr que el plan presupuestal, incluido el nuevo impuesto mínimo a los ricos pueda ser aprobado en el Congreso, en un año electoral.
El presidente no sólo enfrenta la oposición de los republicanos, tradicionalmente opuestos a la alza de impuestos, sino del senador demócrata centrista Joe Manchin, quién ya reaccionó inicialmente que el impuesto a los ricos es una píldora difícil de digerir.
Para la Edición Semanaria de Noticiero Latino desde Washington, José López Zamorano.
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