De la redacción
La pandemia del coronavirus empeora en Estados Unidos. A casi seis meses del primer caso diagnosticado en el país, todavía el personal que lucha en la primera línea de los hospitales sigue solicitando el equipo de protección personal (PPE) para desarrollar su imprescindible trabajo, que la administración Trump prometió, sin cumplir, desde abril. Los latinos se llevan la peor parte, dice un estudio de Latino Decisions.
Este miércoles Estados Unidos registró 67 mil 300 nuevos casos de Covid-19 y casi mil defunciones. La cuenta, pues, asciende a 3.5 millones de casos confirmados y más de 137 mil decesos. Los nuevos focos rojos del brote se hallan principalmente en Montana, el Oeste de Virginia, Dakota del Norte, Puerto Rico, Hawai, Idaho, Alaska, Oklahoma, y Kentucky. Y claro, en Arizona (131 mil 411), California (355 mil 500), La Florida (301 mil 802) y Texas (295 mil 423) el cuadro es aún más desastroso si se considera que se trata de centros urbanos entre los más poblados del país.
Por si fuera poco la pandemia amenaza con empeorar cuando la temporada de gripe haga su arribo en el otoño y el país entre simultáneamente a la segunda fase de Covid-19. En medio de este oscuro panorama, la población latina, junto con los afroestadunidenses, es la más golpeada y la menos protegida. Y no se digan los inmigrantes indocumentados, o los trabajadores esenciales que son muy visibles en sus trincheras pero invisibles a la hora de compensaciones laborales por la pérdida del empleo a causa de la pandemia, el acceso a los servicios de salud y a otras redes de apoyo al bienestar social.
La organización política, Latino Decisions circuló recién los hallazgos de un estudio que describe la situación de la comunidad latina en la pandemia.
“Los latinos –dice- están representados de manera desproporcionada entre las personas que contraen el virus en relación con su porcentaje de representación en casi todos los estados (45 de los 46 estados y el Distrito de Columbia) que brindan esta información”, con una salvedad: Nuevo México. Si bien son ahí casi la mitad de su población (49%), representan el 31% de las personas que han contraído el virus, aunque estos casos van en aumento y, “recientemente hubo un brote en el Centro de Detención del Condado de Otero junto con varias muertes de latinos entre los reclusos”.
En 35 de los 46 estados, continúa el estudio, “los latinos tienen más del doble de probabilidades de contraer el virus”. Sin embargo, en diez de estos estados tienen más de cuatro veces de probabilidades de estar infectados respecto a la población general.
El estudio data de principios de este mes, en el que 37 de los 44 estados con estos datos, para fines de mayo y principios de julio, experimentaron un porcentaje creciente de latinos entre las personas que han contraído el virus. “21 estados principalmente del sur y oeste del país registraron aumentos de al menos 2 puntos porcentuales de los casos”.
Como se sabe al vez, muchos de estos estados han tomado medidas más agresivas para abrir segmentos más amplios de sus negocios, con los resultados que saltan a la vista: catastróficos. Con “la aparición de puntos críticos en las últimas semanas. Los cinco estados que experimentaron el aumento más fuerte en la proporción porcentual de los casos de latinos son Arkansas (30 mil 297), Arizona, Carolina del Norte (91 mil 675), Georgia (118 mil 147) y Nuevo México (15 mil 841). Estos datos son del NYT.
Representación creciente de latinos entre los fallecidos
Se sabe que en general los latinos han sido desproporcionadamente entre las personas que están sucumbiendo más al COVID-19, dice Latino Decisions. Sin embargo, “recientemente hemos visto un número creciente de estados donde los latinos están representados de manera desproporcionada entre los muertos, aumentando de un estado a principios de mayo a seis a principios de junio”.
El cambio ascendente continuó el mes pasado, agrega la fuente, “ya que ahora observamos 16 estados donde el porcentaje de personas que murieron debido a COVID-19 supera el porcentaje latino de la población general. Si bien los 16 estados se encuentran en las cuatro regiones del país, el segmento más grande se halla en el sur (siete estados) y el medio oeste (cinco estados)”.
Conclusiones
Es obvio que la juventud de la población latina no la protege del coronavirus. De hecho, “se estima que más de una cuarta parte de los latinos que han muerto por COVID-19 tienen menos de 60 años en comparación con sólo el 6% entre los blancos”.
El aumento de los casos de COVID-19 que se está produciendo en todo el sur y el oeste, “empeorará las cosas y, desafortunadamente, es probable que mantengamos un aumento en las muertes en breve debido al creciente número de personas infectadas con la enfermedad y el creciente número de pacientes que requieren hospitalización. Los continuos problemas con la falta de fácil acceso a las pruebas y las dificultades asociadas con el rastreo de contactos complican aún más las cosas”.
Recomendaciones
“Necesitamos continuar quedándonos en casa si no estamos obligados a salir y si podemos trabajar desde casa. Otras personas que no tienen este lujo necesitarán seguir intentando tanto como sea posible para practicar el distanciamiento social, usar una máscara y lavarse frecuentemente las manos con jabón. Es importante que las personas que aún se niegan a usar una máscara en público reconsideren su decisión, ya que se ponen a sí mismas y a otras personas en riesgo de contraer el virus”: Madres, padres, hermanos, hermanas, primos, abuelas y abuelos, tíos y tías, mejores amigos y compañeros de trabajo, seres queridos y vecinos, jóvenes y viejos. “Cuidémonos unos a otros en todas las comunidades donde vivimos”■