De La Redacción
En la última semana y luego de que lo hicieran diversas organizaciones civiles y religiosas, defensoras de los inmigrantes, en Estados Unidos, le han llovido severas críticas al presidente Obama, pero no de parte de los republicanos, sino de los miembros de su propio partido.
Hasta el momento, que se sepa, al menos unas 121 personas, entre adultas y niños, mexicanos y centroamericanos, han sido deportados en lo que va de 2016. Diversas organizaciones, activisgtas y legisladores critican a Obama y a su administración que haya infundido el miedo en familias inmigrantes durante el periodo de las fiestas decembrinas.
Antes, de enero a noviembre de 2015 fueron deportados 190 mil inmigrantes, y de ellos un poco más de 10 mil menores de 18 años de edad, dice un estudio de la Secretaria de Gobernación, denominado, El retorno en el nuevo escenario de la relación entre México y Estados Unidos, reporta la prensa mexicana.
Entre tanto, al anunciar nuevas medidas para el control de armas el presidente Obama llora en cadena nacional –de seguro legítimamente-, por los niños asesinados en la escuela primaria Sandy Hook, en Newtown Connecticut.
A través de un comunicado, la congresista por California y presidenta del grupo demócrata latino en el Congreso, Linda Sánchez fue la primera en lanzar fuertes pedradas al mandatario: “Nuestro gobierno federal no debería estar separando padres de sus hijos», dijo.
Agregó: «Como madre de un niño pequeño, me es fácil imaginar lo traumatizante que puede ser para un menor, ver cómo agentes de Inmigración entran en casa de alguien y separan familias… estos menores podrían ser nuestros hijos y sobrinos».
A las críticas al mandatario y su administración siguieron las del congresista también demócrata por Illinois, Luís Gutiérrez, por las redadas que han sido «lanzadas para infundir miedo en las casas de los inmigrantes durante las fiestas de Navidad, Año Nuevo y el Día de Reyes».
Estas redadas, dijo Gutiérrez, “no traen orden, las redadas traen miseria». Y junto a otros congresistas ha pedido al secretario de Seguridad Nacional que explique “¿por qué estas deportaciones eran necesarias?”, publican agencias de noticias. Y agregó que le gustaría saber también por qué los centros de detención familiar que él y otros congresistas han intentado, obviamente sin éxito, siguen «llenos de nuevas familias a la espera de ser deportados».
A las redadas anunciadas en días pasados en Georgia, Texas y Carolina de Norte, se suman otras en Illinois y Maryland.
Al respecto, el director ejecutivo de America’s Voice, Frank Sherry opinó en un comunicado: “Redadas que aterrorizan comunidades, pisotean los derechos civiles y separan a las familias es algo que esperaríamos de un presidente como Trump”.
America’s Voice sostiene que las consecuencias de estas deportaciones son trágicas: “En octubre de 2015, The Guardian informó que desde enero de 2014 al menos 83 deportados desde Estados Unidos fueron asesinados al regresar a El Salvador, Guatemala y Honduras.
Con el reciente inicio de las redadas para incrementar las deportaciones de jóvenes madres y sus hijos, la cantidad de los asesinados probablemente aumentará, y nuestra autoridad moral seguramente se vendrá abajo”.
Cono opinó recientemente el abogado de inmigración, Carlos Spector Calderón en un programa de Línea Abierta esta semana, muchos de los inmigrantes en procesos de deportación no tienen los recursos materiales para defenderse de estos casos; es decir, de contratar un abogado que los represente legalmente antes de ser deportados.
Por su parte, la abogada de inmigración y directora ejecutiva del National Immigration Law Center, María Elena Hincapié dijo en una conferencia de prensa telefónica que en los casos donde hay acceso a un abogado se han logrado frenar las deportaciones hasta en un 90 por ciento… pero muchos poco entienden sus derechos legales.
“Mujeres y niños que huyen de la violencia en sus países, en lugar de recibir protección del gobierno de Estados Unidos, han visto violados sus derechos», deploró la abogada.
Kica Matos, portavoz de una organización pro reforma migratoria señaló que «Si estas familias -la mayoría mujeres y niños-, son deportadas, serán devueltos a los lugares de los que escaparon para evitar ser asesinados, violados o torturados”.
Sin dirigirse directamente al Presidente, el senador demócrata Bob Menéndez aseguró, según la agencia Dpa, que «Las naciones del Triángulo del Norte de El Salvador, Honduras y Guatemala tienen las tasas de homicidios más altas del mundo. Debemos reconocer que estas familias están huyendo de la violencia feroz, y afrontar las causas de esta crisis humanitaria de raíz».
Y Pablo Alvarado, director de la Red Nacional de Organización de Jornaleros (NDLON) fue más lejos, según cita el periódico mexicano La Jornada: “La triste verdad es que las acciones del presidente Obama son más viles que las palabras de Trump. El magnate estigmatiza a la gente con lenguaje deshumanizante, el presidente Obama los deporta”.
Con todo, no ha habido todavía una respuesta del presidente Obama a estas críticas, cuya exigencia irá creciendo conforme pasan los días, de acuerdo a la opinión de Frank Sharry■