De la redacción
A 8 días de la elección presidencial de 2020 casi la mitad del padrón electoral que sufragó en 2016, o más de 60 millones de estadunidense votaron ya en diferentes partes del país. Tal vez porque muchos estados se sumaron a otros que ya practicaban dese hace años sin problemas el voto anticipado, en persona o por correo, o que esta vez esos estados se vieron forzados quizás por la pandemia de Covid-19, que ha cobrado la vida de casi un cuarto de millón de personas en Estados Unidos. Y aún así millones de votantes siguen formándose en largas y lentas filas para votar.
Este visible entusiasmo de la gente por votar choca diario con las múltiples formas de los republicanos para suprimir el voto pues no les conviene su alta participación. Y los latinos, que son ya el segundo grupo demográfico más grande de potenciales votantes en el país, después del electorado blanco, juegan un papel importante en esta elección. Sin embargo, su participación electoral suele ser baja.
Con todo, una de las amargas consecuencias que ha tenido la respuesta de Trump al coronavirus ha sido la cantidad desproporcionada de muertes e infecciones que han recaído en los latinos, según datos del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades, C.D.C. De modo que los latinos, que se preparan para votar, tienen muy presente entre sus prioridades el tema de la cobertura médica en la pandemia de coronavirus.
El Dr. David Ayon, profesor de la Universidad de Loyola Marymount en Los Ángeles, California, e investigador principal de Latino Decisions, platicó en Línea Abierta con Samuel Orozco, Director de Noticias de Radio Bilingüe, sobre cómo afecta la pandemia de coronavirus en el ánimo del votante latino, que muestra baja participación cívica en una elección como esta. Y para evitar un estado de caos que eventualmente propicie el desconocimiento de los resultados de la votación, el Dr. Ayón señala que podría adelantarse también el conteo de los votos.
“En estos momentos sólo tenemos los datos de la semana pasada, pero yo diría que a estas alturas ya han sobrepasado el 70 por ciento, lo latinos que han sido contactados -por el Partido Demócrata-, y eso tiene mucho que ver con que por fin arrancó la movilización, y la votación”.
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Algunos encuestadores afirman que los votantes latinos, en Texas por ejemplo, estaban votando en una proporción muy baja, menor al tamaño de su población. Mientras en Texas los latinos son el 25 por ciento de la población, están votando en un 17%.
Orozco afirma que algunos expertos opinan que los latinos se esperan para votar hasta el final. De hecho este tema lo abordó Orozco en un plática previa con el concejal de Los Ángeles, Kevin de León.
–De León cree que pasa lo mismo que en California, que todo mundo se está esperando para último para votar. ¿Coincide? –pregunta Orozco al Dr. Ayón.
“Deberíamos alentar a la gente que lo haga lo más antes posible. Que vaya a los centros de votación, que ya están abiertos en todos lados. O que lleven su boleta que recibieron por correo, a un buzón o la lleve uno mismo a la Oficina de Correos para que seguro vaya a llegar a tiempoy ser contado”.
Por otro lado, el exsecretario de Vivienday Desarrollo Urbano bajo la administración Obama, Julián Castro se lamenta, dice Orozco, de que otros en los círculos del poder político no vean lo mismo que él está viendo.
“Julián cree que Texas está listo para dar la sorpresa. Para cambiar el panorama político de la nación. Dice que lo que pueda emerger de esta elección es un mapa político donde los latinos, como nunca antes, estarán en el asiento del chofer. Que más que apostarle a Michigan, Wisconsin, Pensilvania, conviene mejor apostarle a Texas, Arizona y La Florida».
–Él cree que si ahí en esos estados cambia la cosa, pues de pasada va a cambiar en todo el país. ¿Puede comentar?
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