De la redacción
El nuevo reajuste de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) a cerca del proyecto de ley de salud del liderazgo republicano en el Senado para repeler a Obamacare hizo tambalear, por lo menos, sus posibilidades de éxito si una votación tuviera lugar este jueves, como está planeado. Porque refuerza las dudas de algunos senadores escépticos y presionados por su electorado ante los terribles efectos que vaticinan los números del nuevo análisis de CBO para millones de estadunidenses, dice la prensa nacional, televisada y escrita. Línea Abierta de Radio Bilingüe adelanta aquí el posicionamiento que una representación mayor (62%) de los médicos en Estados Unidos hará estos días para desmarcarse de la propuesta republicana y denunciar sus abusos e ineficiencias impulsadas por razones estrictamente políticas y no por el interés de la salud de los estadunidenses.
El proyecto de ley del Senado para revocar la Ley del Cuidado de Salud Costeable (ACA), “se acerca al colapso” tras la nueva evaluación de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO), dicen sus críticos; porque ubica en 22 millones (en lugar de los 24 estimados previamente), el número de personas que perderían su seguro de salud de convertirse en ley. Además eleva de manera abultada el costo de las primas y de la cobertura, y los subsidios serán insuficientes. También habrá drásticos recortes al seguro del Medicaid y desmedidas reducciones fiscales para los ricos; o sea, se trata de la transferencia multimillonaria de los menos pudientes a los más ricos, o en otras palabras, de la legalización de un despojo disfrazado de reforma de salud.
El proyecto marca así mismo el posible fin del mandato individual y terminaría con gran parte de los subsidios a los asegurados si pasa en el Senado. Este análisis del nuevo director de la CBO, oficina dirigida por Keith Hall, quien por cierto fue contratado en 2015 por Tom Price (R-Ga), entonces presidente del Comité de Presupuesto y hoy actual Secretario del sector salud en la administración Trump, molestó a la Casa Blanca, dice la publicación, The Hill.
Sin embargo, ayer Paul Ryan le brindó su apoyo a Hall, respaldándolo por su “total integridad e imparcialidad”. No obstante, el gobierno de Trump sigue diciendo que el proyecto de ley republicano del Senado no hace recortes al Medicaid, porque el gasto seguiría creciendo de un año a otro.
Pero la CBO sostuvo que el proyecto de ley reduciría el gasto proyectado de Medicaid en un total de 772 mil millones de dólares para la próxima década, y que el número de personas cubiertas por Medicaid en 2026 sería 15 millones inferior al amparado por la ley actual.
Así las cosas, la meta del senador republicano de Kentucky, Mitch McConnell, es alcanzar 50 votos favorables esta semana, antes de que sus colegas partan al receso del 4 de julio; y no puede darse el lujo de perder más de dos votos de sus correligionarios, para pasar su proyecto de ley, que redactó enjundiosamente en lo oscurito, quizás para tratar de conjurar un posible y anticipado fracaso; como el del proyecto de la cámara baja, que lo tuvo que intentar varias veces antes de pasar, quizás por haber transparentado su contenido, dicen algunos críticos.
Sin embargo, senadores como Susan Collins, de Maine y Rand Paul, de Kentucky, repitieron ayer lunes que votarían en contra de dicho proyecto, que ni siquiera se ha debatido ni han cabalmente leído, por la hermética secrecía en su redacción, uniéndose al senador Dean Heller de Nevada, quien había hecho el mismo compromiso desde el viernes y luego durante el fin de semana lo reiteró.
Por su parte, el senador Ron Johnson, de Wisconsin, insinuó que él, también, se opondría probablemente a tomar el proyecto de ley en una votación de procedimiento prevista tan pronto como para hoy martes, lo que significa que “un colapso podría ser inminente”, reporta por su parte, The New York Times hoy.
La fuente sostiene que el plan de salud del senador Mitch McConnell proyecta para 2026 que el gasto de Medicaid sería 26 por ciento más bajo que el de ACA actualmente; y que la inscripción de personas menores de 65 años sería también 16 por ciento menor. “Más allá de 2026, la inscripción a Medicaid seguiría disminuyendo en comparación con lo que sucedería bajo la ley actual”.
El proyecto de ley del Senado haría mucho más fácil para los estados obtener exenciones eximiéndolos de ciertas normas federales de seguros, señala la fuente, y requiere que las aseguradoras proporcionen un conjunto mínimo de beneficios de salud.
La CBO dijo sin embargo que casi la mitad de todos los estadunidenses podrían ser afectados por estos recortes en «beneficios esenciales», y que como resultado, la cobertura de cuidado de maternidad, salud mental, servicios de rehabilitación y ciertos medicamentos muy caros «podrían estar en riesgo».
Pero antes de que la oficina del presupuesto publicara su informe, la Asociación Médica Americana había anunciado su oposición al proyecto de ley, y la Asociación Nacional de Gobernadores advirtió al Senado no avanzar demasiado rápido.
Precisamente ayer, en el programa de Línea Abierta, el Dr. Fernando Stein, Presidente de la Academia Estadunidense de Pediatría / American Academy of Pediatrics (AAP), con sede en Houston, Texas, habló desde Boston, Massachusetts con el director de Noticias de Radio Bilingüe, Samuel Orozco, para referirse a la posición de unos 622 mil médicos, del millón de galenos que operan en Estados Unidos, dijo, ante la ley de salud propuesta por el enjundioso senador McConnell:
“Los pediatras de la nación piden a los senadores que protejan a Medicaid, porque hay millones de niños y familias cuya única cobertura de salud es a través del programa de Medicaid. En este momento el 95 por ciento de los niños en Estados Unidos están asegurados ya sea a través de Medicaid, o de otros programas de seguro. Este es el mayor nivel de seguro que ha tenido la niñez en la historia del país, y estamos a punto de perderlo”.
El Dr. Stein reiteró que la AAP se opone a los drásticos recortes al Medicaid que están siendo considerados por el proyecto de los republicanos. Porque, aseguró, «casi la mitad de la niñez en Estados Unidos vive por debajo o cerca de la línea de pobreza», establecida por el gobierno federal; y estos niños están asegurados a través del Medicaid.
“Otro dato interesantísimo es que -señaló Stein-, del número absoluto que usa Medicaid, el 40% de estos usuarios son niños; y si embargo ellos son responsables sólo del 18 al 20% del gasto del Medicaid”.
O sea que los menores sólo gastan un porcentaje muy bajo del presupuesto de este programa, reiteró el Dr. Stein: “La gran mayoría –de responsables del gasto- son adultos con enfermedades crónicas”.
Y acerca del popular aforismo que dice que ‘la justicia retardada es la justicia negada’, Stein lo traslada al universo de la salud: “La salud postergada es la salud negada”, dijo.
Sobre quienes serían los más afectados con este plan de salud de los republicanos –ciertamente los más vulnerables de la sociedad-, y cómo serían afectados, así como la posición que ha expresado el 62% de los médicos del país respecto al plan republicano, que se anticipa como una especie de primicia aquí, Stein lo define en su conversación con Orozco, que usted puede escuchar en el siguiente enlace:
Otros importantes puntos de vista acerca del plan de salud republicano, como por ejemplo el de Nancy Gómez, directora de organización Health Access, en Los Ángeles, California, así como las opiniones de la radio audiencia los puede hallar en el programa de Línea Abierta de ayer, y los puede escuchar en el enlace de abajo:
No obstante, y a pesar de las ominosas señales de sus colegas, McConnell ha decidido seguir adelante con una votación esta semana, sin estar seguro de contar con los votos necesarios para despejar un obstáculo procesal inicial, dice la cadena CNN.
Respondiendo a la oposición republicana en el Senado ante el actual proyecto de ley, un funcionario de la Casa Blanca reconoció sin embargo: «Estamos justo en el umbral de perder… si la legislación se derrumbara en el Senado, la Casa Blanca simplemente pasaría a la reforma tributaria”, señalando que existe el potencial de algún apoyo bipartidista para ese esfuerzo.
«La CBO ha demostrado consistentemente que no puede predecir con exactitud cómo la legislación sobre la salud afectará la cobertura de los seguros», dijo la Casa Blanca en un comunicado aparte, que cita CNN.
«Quiero trabajar con mis colegas, republicanos y demócratas para arreglar los defectos en ACA», añadió en su oportunidad la senadora Collins a través de un Twitter citado por la fuente. “Pues el análisis de CBO muestra que el proyecto de ley del Senado no lo hará, y voy a votar ‘No’ en la moción para proceder” que impulsa McConnell.
Otras senadoras, como la que representa el estado de Alaska, Lisa Murkowski y la de Virginia del Oeste, Shelley Moore, cuyos estados rurales serán afectados también severamente, han insinuado que se opondrán al referido proyecto de ley de Mitch McConnell.