Por Samantha Young
Cuando el presidente Donald Trump exige un muro fronterizo o amenaza con deportar a jóvenes indocumentados, una de las voces más fuertes de la oposición proviene de un hijo de inmigrantes mexicanos, que también es uno de los destacados abogados de California.
El demócrata Xavier Becerra, primer fiscal general latino del estado, no sólo es uno de los más grandes críticos de Trump sino que es un adversario implacable en la corte, que ataca los esfuerzos de los republicanos por derogar normativas federales no sólo en materia de inmigración, sino también en salud, control de la natalidad, cambio climático y más.
El martes 5 de febrero Becerra, de 61 años de edad, se dirigirá a la nación cuando pronuncie la respuesta oficial en español al discurso del presidente sobre el Estado de la Unión. No será la primera vez que cuestione la agenda de Trump.
Becerra ha llevado a la administración Trump a los tribunales 45 veces desde que el ex gobernador Jerry Brown lo nominó para el cargo en 2017. En noviembre, los votantes le dieron abrumadoramente un mandato de cuatro años, validando su decisión de abandonar el Congreso después de 24 años de servicio.
Becerra, cuya esposa es doctora, está liderando una coalición de 20 estados y el Distrito de Columbia en defensa de la Ley de Cuidado de Salud Costeable (ACA), contra una demanda en Texas que podría determinar el destino de dicha ley y, con ella, la cobertura de salud de millones de estadunidenses. El año pasado ganó una orden judicial a nivel nacional que bloqueó la decisión de la administración Trump de poner fin al programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), que permite a algunos jóvenes traídos ilegalmente a Estados Unidos cuando eran niños, obtener permisos de trabajo temporales y evitar temporalmente su deportacion.
Cuando el mes pasado los noticieros revelaron que Trump estaba considerando desviar fondos de ayuda de emergencia para los desastres de California, Florida y Texas durante el cierre parcial del gobierno federal, Becerra condenó al presidente en Twitter por robar fondos para un muro fronterizo «sin sentido lógico ni legal».
Becerra describe esta lucha como personal. Habló con Samantha Young, de California Healthline, sobre su papel y cómo sus raíces influyen en sus decisiones legales.
La siguiente entrevista ha sido editada por razones de espacio y claridad.
-Usted fue un miembro veterano del Congreso con una función de liderazgo. ¿Por qué aceptó este trabajo?
-Llegó noviembre de 2016. Tuvimos elecciones. Todas las cosas que me importaban iban a estar en peligro por este nuevo presidente.
«Pensé que probablemente podría hacer una mayor diferencia como fiscal general de todo el estado de California, defendiendo todo por lo que luché y logramos, que como miembro de una minoría en la Cámara de Representantes tratando de demostrar mi punto de vista, pero siempre perdiendo. Hice un cálculo. Creo que tomé la decisión correcta».
-Usted ha demandado a la administración Trump 45 veces sobre educación, inmigración, salud, acceso a métodos anticonceptivos, cambio climático y más. ¿Cuál es el caso que realmente deseaba ganar?
-Le daré dos.
«Primero, ACA, sabiendo el cambio que ha significado para las familias. Nunca pensé que estaría dirigiendo el esfuerzo para proteger la Ley como fiscal general de uno de los 50 estados. Pero aquí estoy.
El segundo es el litigio de DACA, porque como hijo de inmigrantes, vi a mis padres luchar y fui testigo de todo por lo que tuvieron que pasar. Creo que los beneficiarios de DACA van a ser de los mejores líderes que tendrá Estados Unidos, y es porque tuvieron que pasar por tantas cosas, como pasaron mis padres. Entonces, es muy personal».
-¿Recuerda las dificultades económicas de sus padres cuando era niño?
-Mientras crecía pensaba que era un niño de clase media. Y no fue hasta que mi mamá me llevó para comenzar mi primer día en la Universidad de Stanford, manejando por Palo Alto, que me di cuenta de que no era de clase media.
«Nunca nos faltó un plato de comida en la mesa. Pero nunca tuve zapatos tenis Converse. Nunca tuve un par de Levi’s. Nunca tuve ese tipo de cosas, pero siempre tuve ropa. No me daba cuenta que éramos muy diferentes a los demás».
-¿Cómo influye el ambiente en que creció en sus decisiones como fiscal general?
-Todo lo que hago se basa en la forma en que crecí. Defiendo a los inmigrantes con pasión porque vi a los inmigrantes todos los días de mi vida. Y sé lo duro que trabajan. Nunca hubo un día en el que mi padre no fuera a trabajar.
«Mi mamá vino aquí de Guadalajara cuando tenía 18 años, cuando se casó con mi papá. No sabía inglés. Lo aprendió. Siempre pudo encontrar un trabajo, y cuando aprendió inglés se le hizo más fácil. Pero nunca pudo ascender laboralmente porque no fue a la universidad.
Así que, cuando alguien golpea a un inmigrante, está golpeando a mi padre y a mi madre».
-Usted cree que todo el mundo debería tener acceso a la atención médica. ¿Hubo alguna vez en su vida, un momento en el que no tuvo seguro médico?
-No recuerdo no haberlo tenido. Por eso soy un gran defensor de los sindicatos. Mi padre trabajaba en la construcción. Estudió hasta sexto grado. Es difícil para alguien con una educación de sexto grado conseguir un trabajo decente, pero, aunque ser obrero y trabajar en la construcción no te hace millonario, si trabajas para un sindicato consigues beneficios básicos.
«Sabía lo que significaba tener seguro médico, especialmente el día en que mi mamá tuvo un aborto espontáneo. Tuvo una hemorragia en casa y fue trasladada al hospital. Sin dudas.
Sabíamos que podíamos ir al médico, y todo el mundo debería saberlo. Para mí, el cuidado de salud es un derecho. He defendido el programa de un solo pagador toda mi vida».
-¿Por qué cree que es importante construir coaliciones con otros estados cuando se desafía a la administración Trump?
-Levantar algo por ti mismo es muy difícil. Cuando consigues que un equipo lo haga, es mucho más fácil. Tal vez sea porque pasé más años en el Congreso en la minoría que en la mayoría, ahí te das cuenta que se necesita una coalición para conseguir algo. O, tal vez es que cuando has estado en una minoría toda tu vida, hijo de inmigrantes con muy poco, sabes que se necesita un esfuerzo en equipo.
«Pasé por Stanford sabiendo que mi familia no tenía mucho dinero, así que tuve que trabajar, pedir préstamos estudiantiles y recibir ayuda del gobierno. Fue una combinación de muchas cosas».
-¿Cuál es su respuesta a los críticos que dicen que los fiscales generales del estado están «militarizando» su puesto para anular las políticas que su partido no puede bloquear en el Congreso?
-¿Cuál de los casos no debimos haber presentado? ¿El que defiende ACA, o el que impide que las mujeres pierdan el acceso al control de la natalidad?; ¿el que permite que los soñadores de DACA sean deportados, o es el que busca defendernos contra un muro fronterizo demencial?; ¿o el que permitiría que las universidades depredadoras con fines de lucro continúen eludiendo ofrecer ayuda a los estudiantes que fueron estafados?
«No estamos haciendo esto porque estamos tratando de atacar al gobierno federal o porque nos oponemos a este presidente en particular. ¿Cómo le explicaríamos a la gente que está desprotegida por qué nos limitaríamos a mirar sin hacer nada?».