Maribel Hastings
Algunas de las noticias de los pasados días parecen sacadas de un episodio de “La Dimensión Desconocida” (The Twilight Zone), pero están ocurriendo en realidad. Por ejemplo, esa historia sobre cómo las autoridades migratorias llevaron a una migrante salvadoreña con contracciones de parto a un hospital para que le administraran medicamentos que pararan dichas contracciones, a fin de deportarla a México. Ello, con el objetivo de que diera a luz allá y esperara por una esquiva audiencia de asilo que es probable que nunca llegue, según reportó la revista Time.
A eso se suma la saga de Donald Trump y el mapa sobre la trayectoria del huracán “Dorian”, cuando el presidente aseveró con todo y mapa alterado, aparentemente por él mismo, que el fenómeno también afectaría a Alabama, aunque nunca estuvo en su ruta y el servicio meteorológico de ese estado tuvo que desmentir lo dicho por el presidente.
Peor aún, The Washington Post reportó que la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) instruyó a sus empleados a no emitir opiniones ni proveer información más allá de los boletines oficiales, lo cual fue interpretado por algunos empleados como una orden para no contradecir a Trump.
Pero hay más. La semana pasada Trump también desvió dinero de 127 programas del Pentágono para destinar los fondos a la construcción del muro que prometió en la campaña de 2016 y que, de cara al 2020, quiere cumplir a toda costa. Entre los fondos desviados hay 400 millones de dólares que se habían destinado a la Guardia Nacional de Puerto Rico para proyectos de construcción de instalaciones militares, incluyendo algunas afectadas por el huracán “María” en 2017. Cualquier sospecha de que Trump opera con dolo hacia Puerto Rico es totalmente confirmada, aunque el desvío de fondos militares afecta a 23 estados, otros dos territorios (aparte de Puerto Rico) y 20 países.
Es decir, Trump está desviando fondos para reforzar instalaciones y proyectos que garanticen la seguridad de Estados Unidos y de sus aliados para financiar un inútil muro fronterizo, que incluso los republicanos se negaron a financiar cuando controlaban ambas cámaras del Congreso; un muro que no solucionará nada y únicamente le permitirá a Trump asegurarle a sus seguidores que les está cumpliendo la promesa. De hecho, el domingo tuiteó un video titulado, “Estamos levantando el muro”, donde asegura que para fines de 2020 se habrán completado 500 millas de barda con 30 pies de altura, y que están sacando fondos de todas partes porque los demócratas se niegan a financiarlo.
Y todo esto se suscita cuando el propio mandatario anuncia como si nada, que estaba cancelando una reunión secreta con el Talibán, nada menos que en Camp David, en Maryland, y a días de que se conmemoren los 18 años de los ataques terroristas del 11 de septiembre perpetrados por terroristas entrenados en Afganistán durante el régimen Talibán. Trump achacó la cancelación a un ataque terrorista en Kabul, perpetrado por el Talibán y que cobró 12 vidas, incluyendo la del sargento puertorriqueño Elis Angel Barreto Ortiz, de 34 años de edad. Trump se refirió al sargento como “uno de nuestros grandes soldados”. Un gran soldado que como otros tantos puertorriqueños e hispanos han dado su vida y su sangre en defensa de este país, aunque sean discriminados por su Comandante en Jefe.
En la era de Trump esta es sólo una semana más. A diario este presidente se saca algo de la manga para tener a la clase política y al país en ascuas. Lo peor del caso es que la retórica incendiaria y racista ha dado paso a acciones concretas no sustentadas en leyes, sino en acciones y órdenes ejecutivas que le han permitido a este presidente esquivar al Congreso para implementar políticas crueles que impactan directamente las vidas de muchos. No se trata sólo de una política migratoria totalmente cruel, en particular con los niños, y vemos ahora que también con embarazadas. No se trata únicamente de los indocumentados. Los puertorriqueños, que somos ciudadanos hemos sentido en carne propia la discriminación de parte de este presidente, sobre todo en momentos de crisis como el paso de un huracán. Para otros estados en la ruta de “Dorian” tuvo palabras de apoyo; a los puertorriqueños les acuso de estar en la ruta de tantos huracanes.
Desconozco qué efecto está teniendo entre el electorado esta disfuncional presidencia de Trump. La alternativa del Partido Demócrata sigue sin concretarse. Esta semana se celebra en Houston, Texas, un debate entre 10 de los 20 precandidatos presidenciales de ese partido.
Mientras estos demócratas dilucidan quién será su abanderado o abanderada y cómo le ganarán al titular republicano, continuará la caótica sucesión de eventos, decisiones, escándalos y políticas crueles y discriminatorias de la administración Trump. Y tristemente no es un episodio de “La Dimensión Desconocida”. Aquí la realidad ya superó la ficción.