La política federal de inmigración amenaza la seguridad de la policía y de la comunidad

Disturbios en Los Ángeles hace 25 años por una comunidad enfurecida ante el abuso de la policía.

Disturbios en Los Ángeles hace 25 años por una comunidad enfurecida ante el abuso de la policía.

De la redacción

El enfoque fortuito de la administración Trump sobre la inmigración y el singular enfoque del Congreso en la aplicación de la ley están generando temor y socavando la seguridad de los estadunidenses, El temor de ser deportados inhibe que, los inmigrantes indocumentados acudan a la policía a denunciar un crimen; se están absteniendo de hacerlo: dice el Foro Nacional de Inmigración. Eric Garcetti.

En un comunicado de prensa el Foro Nacional de Inmigración señala que otro peligro que existe, y hay evidencia de ello, es el abuso que comenten las autoridades federales contra los indocumentados porque saben que éstos no lo denuncian por temor a ser deportados. Y cita ejemplos de esto que han ocurrido en Cincinnati, Indianápolis y Houston, como el relata un abogado en Baltimore, quién se refiere a un acusado que “ha ido tan lejos como para amenazar a una presunta víctima de violación con su deportación, si ella testifica contra su cliente”.

Existen evidencias del clima de temor que están generando las políticas que emanan de la Casa Blanca, que se manifiestan de distinta manera. Como el caso de los falsos volantes que han sido repartidos en las calles Washington, DC, afirmando que “la Agencia de Inmigración y Control de Aduanas, ICE, está pidiendo a los residentes informar sobre cualquier persona que haya entrado ilegalmente en el país». Estos volantes, dice ICE, «son falsos, peligrosos e irresponsables”.

En tanto, el alcalde de Los Ángeles, California, Eric Garcetti dijo ayer domingo al periódico Los Ángeles Times estar “muy preocupado, porque las detenciones de inmigrantes por parte de las autoridades federales puedan desencadenar disturbios en Los Ángeles y poner a los agentes de la policía en peligro”.

De acuerdo con el Times, la semana pasada Garcetti dijo una entrevista con el programa de radio, Latino USA, que “las relaciones entre el Departamento de Policía de Los Ángeles y la comunidad han mejorado en las últimas décadas”, gracias a un denodado esfuerzo y al impulso de reformas en las filas de la uniformada. Y que no quería arriesgar lo ganado, que se ve amenazado con las políticas sobre la inmigración de la administración Trump.

Esta confianza ganada se pone a prueba, sostiene el alcalde, cuando agentes de ICE se presentan como policías o son confundidos con la policía al realizar arrestos, ya sea en la calle, en los sitios de trabajo o domiciliarios.

El Director Ejecutivo del Foro Nacional de Inmigración, Ali Noorani, insiste por su parte en que la las políticas “erráticas” del gobierno federal para abordar el tema de la inmigración están sembrando un clima de temor en la comunidad inmigrante, convertido en una verdadera amenaza social: «Nuestra seguridad depende de un liderazgo constante, no del caos y la confusión».

En lugar de un enfoque claro y sobrio, sobre la seguridad de todos los estadunidenses, agrega Noorani, “la administración está socavando enfoques que nos mantienen a salvo. Desde el ataque a las ciudades que apoyan los logros de la policía comunitaria en materia de seguridad pública, hasta acusar al sistema judicial de elegir medidas políticas extremistas por encima de la Constitución”.

El alcalde Garcetti señala los peligros de una comunidad enfurecida por el abuso de las autoridades. Todos recordarán los daños materiales y humanos ocasionados por los disturbios que en esa metrópoli detonaron con la paliza que propinó hace un cuarto de siglo la policía de Los Ángeles (LAPD) el afroestadunidense Rodney King, que hemos recordado en días pasados en este espacio, y la estigmatización que derivó de esos disturbios sobre una comunidad, la latina, que no lo merecía y que aun lleva a cuestas.

“Nosotros sabemos con qué rapidez puede explotar las cosas”, advirtió Garcetti ayer domingo.

Y es que las detenciones de ICE han subido un 35% en todo el país desde que Trump asumió el cargo, sostiene la fuente, “aunque siguen siendo relativamente planas en el sur de California”. Y obedecen a la falsa idea de que los inmigrantes indocumentados drenan la economía del país y se roban los empleos de los estadunidenses. Pero numerosos estudios científicos han demostrado lo contrario, y revelado además las multimillonarias aportaciones económicas a la economía nacional por pate de la comunidad indocumentada, que por cierto tiende a disminuir.

En Los Ángeles Garcetti ha intensificado las medidas de protección que la ciudad brinda a los inmigrantes indocumentados, apoyando por ejemplo la creación de un fondo legal para pagar a abogados que defiendan a quienes enfrenten una deportación. “También ordenó a los empleados de la ciudad que no otorguen acceso al ICE a los edificios de la ciudad abiertos al público, a menos que se requiera legalmente”, con una orden judicial, reporta el Times.

En lugar de traer un enfoque estratégico para avanzar hacia un camino inteligente, hacia adelante, el Congreso está siguiendo un enfoque de cumplimiento de la ley federal. «Para nuestra seguridad, Estados Unidos necesita más y merece algo mejor que lo que la administración Trump y el Congreso están ofreciendo», concluye el comunicado del Foro Nacional de Inmigración■

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