De la redacción
Las elecciones generales se definirán en las siguientes horas y posiblemente días, por efecto de las boletas del voto ausente que seguirán llegando por correo. Sin embargo, pasada la media noche del martes el presidente Trump cantó una falsa victoria. En cuanto al voto latino, en estados todavía pendientes de resultados como Arizona, La Florida y Georgia, su comportamiento fue completamente distinto: Biden ganó el voto latino de Arizona, y en una proporción de 2 a 1 a nivel nacional, mientras que Trump mejoró su posición en al menos dos estados indecisos desde 2016: La Florida y Georgia.
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Tras saberse que los resultados finales no llegarían la noche de anoche, el candidato demócrata a la presidencia de Estados Unidos, Joe Biden pidió paciencia a sus seguidores mientras varios estados siguen contando millones de boletas en curso, que podrían inclinar la balanza hacia uno de los dos lados.
Pero de último minuto el vicepresidente y candidato presidencial demócrata, Joe Biden gana Wisconsin. Pero incluso antes de que se declarara un ganador en Wisconsin, la campaña de Trump dijo que solicitaría un recuento de los votos, porque Biden aventaja a Trump con unos 20 mil votos mientras todavía los resultados no se daban a conocer.
Por su parte Trump se declaró ganador, y amenazó con iniciar una acción judicial si los resultados del conteo de las boletas ausentes no le son favorables. El mandatario hizo afirmaciones imprudentes y sin fundamento, y dijo que iría a la Corte Suprema antes de que se completara el conteo de los votos.
No obstante, estados como, Carolina del Norte, Georgia, Michigan, Nevada (que no dará resultados finales sino hasta el jueves), Arizona y Filadelfia principalmente están a punto de definirse.
Vale señalar que los números nacionales que se derivan del voto ausente sólo incluyen los de los estados donde hay algún tipo de votación anticipada y datos disponibles. No representa a todos los votantes registrados. En 2016, el 40.8 por ciento de todos los votantes en todo el país votaron temprano (17.7% ausentes, 5.9% por correo y 17.2% voto temprano en persona), dice MSNBC.
Otra importante área de las elecciones es la carrera por el Senado. Hasta esta mañana los republicanos llevaban 47 senadores a su favor, contra 46 demócratas, faltando siete estados por definirse aún. Pero la senadora Susan Collins, de Maine, fue reelegida, lo que aumenta a 48 el número de senadores en la cámara alta. Esto empañó las esperanzas demócratas de ganar el control del Senado.
Si no ganan la presidencia, los demócratas necesitaban una ganancia neta de cinco escaños para retomar el control de esa cámara legislativa. Si por el contrario sí ganan la Casa Blanca, entonces necistan sólo necesitan ganar 4 escaños, porque la senadora kamala Harris cuenta como un vto en el Senado siendo la vicepresidenta. Sin embargo Mitch McConnell se reeligió también. No obstante esta mañana los demócratas marchaban con buen paso y siguen manteniendo un firme control de la Cámara de Representantes, afianzándose en muchos de los distritos competitivos que barrieron en 2018.
Pero todavía estaban luchando por avanzar más en los suburbios de tendencia republicana, “donde esperaban un aumento impulsado por el descontento con el presidente Trump”, dice The New York Times.
Entre tanto, la ventaja de los republicanos en el Senado se ha ido acortando con el paso de las horas. Y sin perder el optimismo todavía aspiraban esta mañana a recuperar algunas bancadas, sobre todo de áreas rurales y bastiones tradicionalmente conservadores, como Oklahoma City y Staten Island.
En este incierto escenario el voto latino jugó un papel importante. Aunque las campañas de desinformación del presidente Trump tuvieron el efecto deseado en La Florida. Ahí las acusaciones contra los demócratas, de ser socialistas y comunistas, y también contra el candidato Biden, señalado com pedófilo y otras ridículas acusaciones por el estilo tuvieron cierto éxito para los republicanos. Sobre todo encontraron terreno fértil en el electorado cubano y venezolano principalmente de La Florida, de corte altamente conservador.
Otro historia es el voto latino en estados como Arizona, Nevada, California y Nueva York, donde los latinos se inclinan más hacia la planilla demócrata. en Arizona por ejemplo, un nuevo estado campo de batalla donde Biden lideraba con más del 76 por ciento de los votos contados hasta esta madrugada, “los demócratas esperaban que fuera la culminación de una década de organización política de base entre los latinos».
Activistas políticos han insistido en que Arizona podría haber cambiado en 2016 si el Partido Demócratas «hubieran invertido más dinero antes” a nivel nacional, dice The Washington Post. Este hecho sobre la falta de apuesta del Partido Demócrata al voto latino, ha sido criticado repetidas veces. Extrañamente ha sido también una lección difícil de aprender.
En las próximas horas veremos resultados en Nevada y Arizona, y más tarde en Wisconsin y Michigan, para luego conocer los resultados de Filadelfia, Georgia y Carolina del Norte.
Otro campo de sumo interés para los estadunidenses es el de los derechos fundamentales, que también están “sujetos a votación más de medio siglo después de la lucha por la libertad de los negros”, dice CNN.
Por lo que la cadena sostiene estar viendo en esta elección es “un ajuste de cuentas a nivel nacional sobre la raza, la brutalidad policial y cómo se ve la justicia; una pandemia paralizante y una ciudadanía cada vez más dividida económicamente”.
Y es que a pesar de las protestas contra el sistema que sacudieron al país durante todo el verano a raíz de los asesinatos policiales de Breonna Taylor y George Floyd, y los disturbios actuales en Filadelfia luego del tiroteo policial contra Walter Wallace Jr., un hombre negro, “los afroestadunidenses se encuentran entre los que se presentan en las urnas en cifras récord”.
La cadena televisiva ofrece en su sitio web un mapa interactivo para que usted, lector, “construya su propio camino hacia los 270 votos electorales”, necesarios para ganar la Casa Blanca.
Dos estilos de hacer política han quedado plasmados en este ciclo electoral. Por un lado vemos al presidente Trump, tratando de deslegitimar el sistema electoral y hasta ha amenazado con demandar a los estados desde mucho antes del día que concluyeran las elecciones.
El vicepresidente Biden por su parte, ha instado a los votantes a «crear un resultado tan irrefutable que Trump no pueda robar un segundo mandato mediante un litigio ante una Corte Suprema amiga».
Los demócratas pues, quieren movilizar a tantos votantes como sea posible, mientras que los republicanos avanzan exactamente en la dirección opuesta: quieren evitar al máximo que los estadunidenses ejerzan su derecho constitucional al voto, con artimañas y trapacerías que hemos reportado múltiples veces en este mismo espacio informativo, entre las que resaltan la leyes de identificación de votantes; los colegios electorales cerrados; listas de votantes o el padrón electoral purgado; la privación de derechos de las personas encarceladas; y más recientemente, la intimidación de votantes en las urnas.
Las próximas horas irán despejando la incertidumbre y eventualmente traerá algunas sorpresas. Hay también un interesante universo de proposiciones legislativas sujetas a referendo que están por definir la política local en este país. Seguiremos informando■