De La Redacción
La muerte del adolecente de la raza blanca, Dylan Noble, tiene a la ciudad de Fresno entre las balas de la policía que terminaron con la vida del joven, y que estadística e históricamente han terminando con la vida de otros más, mayormente de negros y latinos, y por otro lado las muertes icónicas de Philando Castile en Minesota y Alton Sterling en Luisiana, incendian el debate sobre si Black Lives Matters, reportó The Los Angeles Times.
La noticia de la muerte de Dylan Noble ganó pronto la atención de la prensa nacional y una rápida respuesta de la policía. Jerry Dyer, jefe de la policía justificó el comportamiento de los agentes, que ordenaron a Dylan Noble se detuviera, mientras éste caminaba sin obedecer hacia los policías que le dispararon, primero, impactándolo dos veces con armas largas y cortas mientras el joven se aproximaba, y luego otras dos veces más dispararon cuando Dylan se hallaba herido en el suelo y con las manos visibles, hasta quitarle la vida. Dyer solicitó sin embargo una investigación al FBI.
Esta situación de violencia policial no es exactamente nueva en Fresno, el semanario inglés, The Guardian por ejemplo, y luego otros periódicos corporativos de Estados Unidos se han encargado de documentar este uso fatal de las armas por parte de la policía a nivel nacional. Pero la muerte de Dylan ha sido el detonador más reciente de un viejo descontento social que se da en medio de diversas contradicciones, cruza líneas raciales y protesta contra la violencia de la policía.
Los balazos que mataron a Dylan y que fueron filmados por celulares y cámaras pegadas al cuerpo de los policías, y su rápida circulación en las redes sociales y otras plataformas hacen la novedad de este suceso. Pero datos provistos a la fuente por el Teniente Burke Farrah, señalan que los disparos de los agentes conforman un patrón de conducta. “Desde 2014 policías de Fresno han disparado a 23 personas. De estas, 14 han sido mujeres. Cada uno de los casos señalados son investigados por diversas ramas de la policía, incluida la de investigaciones internas, con detectives especializados en homicidios y la disponibilidad de la Oficina del Fiscal General”, sostiene el Times.
Poco después de la muerte de Dylan su ex profesor de preparatoria, Lou Standifer organizó una vigila en la gasolinera de Fresno donde murió el adolecente, a sus tempranos 19 años de edad. La vigilia, con velas y flores que depositaron en ese lugar familiares y amigos del occiso, pronto se convirtió en una estruendosa protesta a la que se habían sumado diversos contingentes, mientras la gente gritaba consignas anti policías, con letreros que se leían, “Justicia por Dylan”, y otros como “White Lives Matter”. Alguien por ahí, en medio de la multitud portó una bandera confederada, supremacista.
Más tarde en el mes cientos de personas se tiraron a la calle a protestar bajo la consigna de Black Lives Matter, con pancartas en las que se leía, “La Piel Oscura No Es un Crimen”. La marcha fue organizada por Juan Medina, un joven negro de 20 años de edad, a quien no obstante que le molestaba la bandera de los confederados racistas, dijo al LA Times que sin embargo le molestaba más la manera como Dylan murió, sin siquiera portar un arma. El hecho de que Noble era blanco, agregó, «muestra el lado más rico de Fresno… que es posible que esto te pase a ti.».
Sin embargo, citando datos de The Washington Post, “la muerte de un hombre de la raza- negra o de un latino a manos de la policía es 2.5 veces más probable que la de una persona blanca. Fresno es 50 por ciento latino, 30% blanco y 5% negro.
Otro caso. El año pasado, afirma la fuente, la policía disparó matando a Freddy Centeno, un enfermo mental que portaba una lata de pintura en spray, y que al sacarla y mostrarla a la policía creo confusión y fue muerto a balazos. La muerte de Dylan Noble fue una tragedia nacional, dijo Roger Centeno, hermano de la víctima fatal. “La de mi hermano, ni siquiera mereció una disculpa de la policía… Las dos muertes fueron una tragedia”.
En adición al acuerdo de pagar poco más de un millón de dólares a la víctima la policía dijo que iba a cambiar algunas políticas que involucran tiroteos con intervención policial, e incluyó el trabajo para completar las investigaciones dentro de un año y proporcionar más información a las familias de las víctimas.
El abogado de esta familia, Arturo González, quien lleva años atendiendo muchos casos de víctimas latinas, dice que todavía está preocupado por una serie de disparos de la policía a personas desarmadas en Fresno en los últimos años, y que los oficiales no están siendo considerados responsables.
Po su parte, el concejal Oliver Baines afirmó que las numerosas protestas celebradas en la ciudad tras la muerte de Noble han empujado a los funcionarios de Fresno a hablar de los disparos de la policía y sobre la relación entre la policía y la comunidad -en particular las comunidades de color.
«Creo que todos nosotros creemos que no podemos ignorar este problema por más tiempo», dijo al Times.
Y agregó que funcionarios del gobierno de Fresno tenían previsto reunirse de nuevo esta semana “para discutir cómo la ciudad podría abordar estas cuestiones -incluyendo la posibilidad de la creación de un comité sobre las relaciones raciales- y tener en cuenta las recomendaciones hechas por la Fuerza de Tarea del Presidente Obama para el Siglo 21.
Debido que Noble era blanco, afirmó Baines, se espera que los enojados por los disparos de la policía en Fresno podrían encontrar apoyo entre sí, aun entre las divisiones raciales.
«Eso nos da una oportunidad más fuerte para construir comunidad», declaró. Y concluyó: «Siento que ahora es nuestra mejor oportunidad para poner algo en marcha.».