De La Redacción
Siguiendo con el tema de la Ley de Inmigración de 1965, el abogado Víctor Nieblass Pradis, primer mexicoamericano en ser Presidente de la organización Nacional, American Immigration Lawyers Association, en Los Ángeles, California (AILA), analizó en Línea Abierta con Samuel Orozco, Director de Noticias de Radio Bilingüe, los antecedentes y el contexto político de la época cuando se firmó esa ley. El también profesor de leyes en la Universidad de Loyola se refirió además a las implicaciones de dicha legislación en el debate actual sobre la inmigración, y habló del propósito o las intenciones que persigue dese su creación esta Ley de Migración de 1965.
“Lo que siempre le enseño a mis estudiantes es que si vemos los cambios de leyes de migración de Estados Unidos, tenemos siempre que ver qué estaba pasando en nuestra sociedad, para entender por qué una ley se lleva a cabo”, apuntó el abogado Nieblas Pradis. “Y lo que vimos en 1965, cuando ya habíamos salido de la Segunda Guerra Mundial, es que de poco en poco el país comenzaba a aceptar a personas de otros países, por su ayuda en la Segunda Guerra Mundial”
Víctor Nieblass Pradis afirma que en los años 60 pudo verse también que “había mucho amor hacia la cultura, lo diferente”, y concluye en que todo ese sentimiento de fondo se convirtió en esa propuesta de ley, que intentaba eliminar lo que eran las cuotas de origen y raciales y nacionales, “donde nuestro país nomás dejaba entrar a ciertas personas de ciertos países, para que pudieran emigrar a Estados Unidos”. Mientras, se excluía completamente a otros, alega el abogado. “Hasta ahí llega el propósito de esta ley de 1965”.
– ¿Cómo cambió la política migratoria desde ese entonces? –pregunta Orozco, quien también conduce este programa de Línea Abierta.
“Ha habido muchas leyes después de la de 1965, pero lo interesante de esta de 1965 es que estableció un sistema en donde el país favorecía la reunión familiar. Y la gran mayoría de las visas, que es lo que vemos actualmente, son dedicadas a la familia”.
Poco a poco fueron dándose las condiciones para que apareciera la figura del estatus de refugiado, Añade Nieblas Pradis. “Personas que en sí estaban buscando refugio, ayuda, porque en sus países no podían sostener su vida por alguna razón, algún desastre, alguna guerra civil… es lo que estableció la ley de 1965 para certificar la solicitud de labor”. En otras palabras, “un sistema para proteger al trabajador ‘americano’, para que no le quitaran el trabajo”, sostiene el bogado.
Desde entonces el sistema de leyes de inmigración ha cambiado bastante, pero la ley actual está basada en la de 1965, afirma categórico el invitado de Línea Abierta. “Y ya es tiempo de que tengamos que revisitar esa ley, para ver lo que nuestro país necesita en el 2015. Ya han pasado más de 50 años y pues queremos que se plebiscite para ver dónde se puede arreglar la ley actual de migración, para ayudar a nuestras necesidades actuales”.
– ¿Qué tanto tuvo que ver con esto el Movimiento pro Derechos Civiles que en esos momentos estaba en apogeo?
“Pues tuvo mucho que ver. Tenemos que entender que en ese tiempo, personas de China, por ejemplo, de países asiáticos, no los dejaban emigrar a Estados Unidos; tenían un límite súper bajo”. Las leyes favorecían a personas de Europa, del Norte, continúa, “y de ahí es donde vimos este problema: tenemos que acabar estas cuotas, estas limitaciones”.
Nieblas dice que lo que estaba pasando en este país en aquel entonces, “es que se estaba empujando por ese derecho individual, ese derecho civil. Que se tiene que tratar a las personas de una manera igual, que no se debe discriminar”. Y relata que muchas personas en ese entonces indicaban que el sistema de migración era racista. “Porque escogía a ciertos países y a otros los excluía. El Movimiento de los Derechos Civiles tuvo que ver mucho en que nuestro Congreso pudiera hacer este cambio. Pero al decirlo, tampoco fue fácil. Los mismos argumentos que escuchamos hoy en día los escuchábamos en ese entonces: Que este país tenía que mantenerse europeo, por tradición, porque de ahí vinieron ‘los primeros americanos’. Que este país tenía que mantenerse como un país cristiano”.
Pero en la ley de 1965 se introdujo una cláusula que iba a facilitar ciertos cambios favorables para los inmigrantes. Ese artículo que resultó crucial de esa ley, el de dar preferencia a las solicitudes de migrantes que tuvieran familiares en Estados Unidos, fue iniciativa de los líderes conservadores en el Congreso, que se oponían a la ley, en un intento por seguir manteniendo a Estados Unidos como un país de gente europea y cristiana. Sin embargo el artículo fue introducido como una enmienda, incluida por los miembros liberales en el último minuto, y de esa forma fue la que se salvó la ley, y se logró la colaboración y el voto de los republicanos, sapunta Samuel Orozco.
– Háblenos de esa historia, cuéntenos cómo fue que pasó.
“Tenemos que entender que la persona clave en todo este debate era el senador (Edward) ‘Ted’ Kennedy. Lo conocemos muy bien porque antes de su muerte, falleció hace apenas unos años, él todavía estaba empujando la Reforma de Migración. Sabía que tenía que obtener los votos necesarios de los conservadores, que no querían esta ley. Él comenzó a hacer estos argumentos… para que los conservadores no tuvieran miedo. Se decía: la migración no va a cambiar. Los niveles de migración no van a ser tan drásticos. Estos argumentos calmaron un poco a los conservadores y pudieron aceptar las enmiendas para que eventualmente la ley se firmara y fuera una realidad”.
A 50 años de la ley de inmigración el país se ha beneficiado con todos los flujosmigratorios que ha habido, «pero amerita ya una revisada esta ley de 1965», dice Víctor Nieblas Pradis.
El abogado se refiere a que los números o cuotas de inmigración de aquel entonces siguen hoy en día. A las familias, dice, se les otorgan 480 mil visas por año. Para trabajo, 140 mil visas también por año. Y ese es el límite. “Entonces, mientras seguimos esta trayectoria en nuestro país, tenemos que ser competitivos, no sólo en las áreas de trabajo sino también para poder traer a nuestras familias a Estados Unidos. Conocemos el sistema actual, el Boletín de Visas y la espera larga para ciertos países”.
Y cita el ejemplo para inmigrantes que proceden de México: “Si quieres pedir a un hermano, o si un padre ciudadano quiere pedir a un hijo que es casado, estamos hablando de esperas de ¡15 a 20 años! Y si eres de Las Filipinas pues ¡hasta más! Entonces, tenemos que revisitar esos números, y averiguar si podemos agregarle más números”.
Por otro lado, continúa, también hay que revisar los números para las visas dirigidas al trabajo. “Porque Nuestras compañías necesitan esos trabajadores. Y esos trabajadores no están quitándole el trabajo a los trabajadores ‘americanos’. Pero se necesitan, para superar a nuestro país, pues también tenemos que considerar el aumentar ese número de visas. Porque tenemos que llegar al futuro y se tiene que reflejar en una situación actual. Ya no estamos en 1965, estamos en 2015, y tenemos entonces que hablar de una manera lógica, sobre estos cambios que se necesitan”, reitera Nieblas Pradis.
En el debate de aquel entonces prevalecía los tonos xenofóbicos y nativistas. Parece que el debate de hoy no es menos difícil, dice el Director de Noticias. Por el hecho de ser hoy un país más diverso, más mixto de lo que era en 1965, uno pensaría que esta mayor diversidad pudiera haber ayudado a mitigar aquellos temores que rodeaban el debate político de los años 60.
– ¿Hay menos xenofobia y menos nativismo que en aquel entonces, o estamos en las mismas, abogado?
“Desafortunadamente creo que estamos en las mismas. Y creo que hasta a lo mejor un poquito peor. Pero aunque existen esas diferencias, lo que ha sido consistente en los últimos años es que de 68 a 70 por ciento de la población de Estados Unidos apoya una reforma de migración. Sabemos hoy día que si el señor John Boehner, que ya se va a retirar al fin de este mes…, ¿si él presentara la reforma de migración en la Cámara de Representantes? O sea, si aceptara, ¿verdad?, al fin del día tuviéramos una reforma”.
Así es que si los políticos actuales tuvieran la fortaleza para poder impulsar estos temas difíciles, pero necesarios, dice el abogado, “pues eso llega a ser importante para todos nosotros; como dijo Cecilia Muñoz, el esfuerzo de la ciudadanía para hacerse ciudadano, poder votar. Esa es su voz, para poder llegar a un arreglo, que todos los lados pudieran estar de acuerdo; y claro, no nos va a gustar a nosotros todo lo que se va a proponer, ni a ellos tampoco, me imagino; pero es necesario llegar a un acuerdo para que podamos seguir en esto”.
Porque las perspectivas personales, de cada persona, a lo mejor no puedan cambiar, dice Nieblas Pradis, “pero de poco a poco tenemos que llegar a un acuerdo; para que puedan seguir estos temas de migración adelante, y llegue una ley que nos pueda beneficiar a todos. Es una necesidad para nuestro país, y si podemos enfocar nuestro debate en la ciencia, en lo lógico del tema, en vez de lo emocional, yo creo que sí pudiéramos llegar a pasar la ley de migración”.
“Vamos para lugares buenos”, auguró el abogado, hoy día el primer mexicoamericano en presidir la Nacional, American Immigration Lawyers Association. “Y hay muchos como yo que ahí vienen también. Tenemos que mantener esas puertas abiertas, y ese espíritu caliente, para salir adelante; para mejorar no sólo a nuestra sociedad sino a nuestro país también”.
El abogado Víctor Nieblas Pradis sostiene para concluir esta entrevista que “hay que proteger a los que vienen llegando, a las personas que están huyendo de sus países, como a las madres y los niños que están huyendo de Centroamérica. Tenemos que estar siempre empujando a nuestro gobierno, para que reconozca a estas personas, como van a reconocer a refugiados de Siria, dejando entrar a 70 mil como refugiados. No deben tratar a los centroamericanos de una manera diferente, porque ellos también son refugiados. Deben dejarlos entrar al país en vez de tenerlos en centros y prisiones de familias con los niños y las madres”■