De la Redacción
Con frecuencia escuchamos que hay mucho por perder o por ganar en esta elección presidencial. Por eso muchos grupos se han sumado al esfuerzo de tocar puerta por puerta –como una de los métodos más efectivos- para explicar a las familias latinas de qué se trata no sólo ejercer el derecho y la obligación cívica de sufragar, sino el significado de votar en esta elección.
El temor a que Donald Trump gane las elecciones, algo que por lo pronto no se descarta y hasta parece más bien posible, así como una mediana inversión económica en la comunidad inmigrante de este país ha llevado a muchos latinos a inscribirse para votar en la actualidad, dice el periódico La Opinión de Los Ángeles.
Dos conocidas organizaciones, America´s Voice y Latino Victory Project han invertido 15 millones de dólares y desarrollado intensas campañas basadas fundamentalmente en ir a tocar puerta por puerta en algunas comunidades con poblaciones de inmigrantes latinos como California, Colorado y La Florida y Nevada.
Representantes de la campaña demócrata de Hillary Clinton ha invertido en este esfuerzo y sus resultados saltan a la vista: 24 por ciento de inmigrantes se han inscrito más que en pasado ciclo electoral.
No obstante y en nota por separado el fondo educativo de la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos (Naleo) sostiene que en este periodo de elecciones, más de 16 millones de latinos se han inscrito para votar: “Se trata de una cifra histórica, en comparación con los 11.2 millones de latinos que votaron en 2012”. Al parecer, se cree que gracias a Donald Trump los nuevos latinos que se han registrado al padrón electoral pasarán fácilmente de ser posibles votantes a electores que con toda seguridad van a sufragar en este ciclo electoral.
Este fenómeno se explica también por aumento demográfico de la comunidad latina, la de mayor crecimiento, en la que cada año decenas de miles de latinos cumplen 18 años de edad. Pero, dice la fuente, el miedo a un posible triunfo de Trump, quien ha dividido al Partido Republicano y fracturado el bloque conservador, es un fuerte factor en esta ecuación.
Naleo insiste en que además los latinos aumentarán su cuota representativa en el Congreso, así como en cargos estatales, y que apuntalarán la victoria de Hillary Clinton. Vale recordar que históricamente esta comunidad ha votado mayormente por los demócratas en elecciones regulares, y que las amenazantes posiciones antinmigrantes de Trump han aumentado lógicamente su participación electoral este año.
Como se recordará tal vez, esta organización de funcionarios electos había previsto ya que de los 27.3 millones de latinos elegibles para votar, 13.1 millones de ellos votarían en este ciclo. Ahora, en una rueda de prensa reciente Arturo Vargas, director de Naleo, declaró que a la fecha 16.2 millones de latinos se han empadronado. El aumento este año, dice Vargas, fue 24% mayor que en 2012, y 15% más grande que en 2008.
Vargas afirma también que la cifra que se tenía antes en la base de datos de latinos empadronados era de 13.1 millones de votantes. Pero que dependiendo de cuántos en realidad salgan a votar el 8 de noviembre, esta cifra se modificará positivamente. Y estima que el 78% de los latinos inscritos “piensan hacerlo con casi absoluta seguridad, aunque la cifra real podría ser superior”, sostuvo.
Queda claro que una mayor inversión económica de los partidos políticos para registrar y movilizar a los posibles votantes da resultado. Hay desde luego los llamados “votantes de baja propensidad”, que quizás han votado una vez pero de quienes no se sabe si volverían a hacerlo. Y hay también quienes están registrado pero no se sabe si alguna vez han votado, o los inmigrantes que no aparecen en las listas de posibles votantes pero que no son contactados por los partidos políticos.
Con frecuencia escuchamos que hay mucho por perder o por ganar en esta elección presidencial. Por eso muchos grupos se han sumado al esfuerzo de tocar puerta por puerta –como una de los métodos más efectivos- para explicar a las familias latinas de qué se trata no sólo ejercer el derecho y la obligación cívica de sufragar, sino el significado de votar en esta elección.
En Nevada por ejemplo, la organización CCCAction sostiene que desde agosto lazaron 60 voluntarios enfocados en educar a los posibles votantes, y que tocaron hasta el momento 140 mil puertas. Además, que les espera, en las tres semanas que faltan para la elección, tocar otras 100 mil puertas para educar electoralmente a los votantes, sobre dónde pueden votar por adelantado todavía.
De hecho, y al parecer tomándole literalmente la palabra a Trump, hace unos días la cadena televisiva Univisión divulgó que en algunos camiones donde se venden tacos, estacionados en calles de Houston, Texas, se reparten formularios de registro para el votante.
Y hasta el día de ayer en Las Vegas, 100 “troqueros” de todo tipo de comida como tacos y una fusión de burritos japoneses, crepas y churrascos brasileños, recorrieron la ciudad repartiendo registros electorales, al tiempo que ofrecían comida gratis a quien se registrara, dice la fuente. Y en Los Ángeles, agrega, cada día los voluntarios que salen a tocar puertas regresan con 600 respuestas de votantes latinos que dicen que votarán con toda seguridad.
Últimamente se ha escuchado a Trump divulgar por todos los medios que esta elección es fraudulenta, algo que jamás se había escuchado en el país, dice por su parte la agencia de noticias Efe. El magnate ha pedido a sus simpatizantes que vigilen las urnas, algo que constituye un delito de acuerdo con la ley electoral del país, y aumenta el temor de que Trump desconozca la elección si Hillary Clinton llega a ganarla, como indican la mayoría de las encuestas en la última semana.
Pero el propio candidato republicano a la vice presidencia, Mike Pence, y el líder de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, se han desmarcado de dichas declaraciones temerarias de Donald Trump■