De la Redacción
Entre las órdenes ejecutivas de Trump una que sobresale es la orden contra el Obamacare, y otra para renegociar el Tratado de Libre comercio de Norte América, TLCAN. Ante esto, la marcha de los millones de mujeres y otras personas el sábado que inundó calles en varios continentes y en unas 600 ciudades de este país, se levanta como el Muro de las Mujeres que tendrá que pagar Trump. En esta lucha se entrelazan las causas de los derechos de las mujeres y de la inmigración, dice Samuel Orozco, director de Noticias de Radio Bilingüe y conductor de este programa de la primera parte de Línea Abierta que aquí se reseña.
Escuche Línea Abierta completo:
Para la ocasión, el analista político Antonio González, presidente del Proyecto de Registro del Suroeste, y del Instituto de investigacion William C. Velasquez discute el significado de dichas acciones ejecutivas, y también comentan sobre las políticas xenófobas, populistas y aislacionistas de Trump, como la de construir el muro fronterizo, e imponer altos aranceles a las importaciones de bienes de consumo producidos en el exterior y en México.
En un artículo recién publicado, La guerra fría de Trump contra los mexicanos, González señala que “El plan de Trump sobre el muro de 3 mil 200 kilómetros que México pagará es el nombre en clave de una guerra fría que también comprende gravar las remesas, y abrogar o renegociar el TLCAN para beneficiar a ciertos fabricantes estadunidenses”.
Lo que González aquí plantea es que “El conjunto de sus acciones, la construcción de un muro de dos mil millas, con un costo de entre 10 y 40 mil millones de dólares, imponer a México pagar por el muro a través de un impuesto, contra las remesas o un pago del gobierno mexicano, o de alguna otra forma, como otro elemento más de la guerra fría…
“Cancelar a DACA, cancelar a NAFTA, y comenzar con una orden de expulsiones de millones de inmigrantes, supuestamente con récord criminal, entre comillas, y quiero enfatizarlo, ¡pues esto es una guerra fría, hay que decir las cosas claras”.
Algunas consecuencias nefastas ya son reales, acota Orozco. Ahí está el peso mexicano, dice, que anda por el sótano; las familias fronterizas andan haciendo planes de mudarse para acá…, hay epidemia de traumas entre los jóvenes inmigrantes…
-¿Qué reportes recibes sobre las bajas que ya está causando?
-Un nivel de sufrimiento humano que clasificaría a Trump como el violador de los derechos humanos más grande de este siglo. Y por el otro lado, causaría el colapso de la economía de México.
Y sostiene que varios economistas le dijeron en México, en su último viaje reciente por allá, que la devaluación del peso mexicano podría llegar a los 25 pesos por un dólar.
“Siempre ha habido pobreza intensa en México, pero se nota aún más hoy en día… Tú dime a mí, Samuel, métele dos, tres, cuatro millones de nuevos trabajadores a México, con el retorno de los inmigrantes indocumentados a su país. Porque el 80 por ciento de los indocumentados (en EU) son mexicanos…
El desmantelamiento de NAFTA, una relación comercial que alcanza los 500 mil millones de dólares anuales, sostiene González, “entonces impactas México e impactas todo. Y México ya está en un periodo de crisis, a través de las guerras (del narcotráfico principalmente), y del gasolinazo… ¡Sí es cosa seria!”.
Para escuchar el resto de esta conversación de Samuel Orozco con Antonio González sobre el futuro del TLC, la inmigración, la seguridad de la frontera y la próxima reunión con el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto y con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, así como la resistencia nacionalista mexicana que está creciendo contra Trump según González, y también la guerra contra el TTP y los acuerdos del World Trade Organization (WTO), escuche el enlace de abajo.
En este enlace encontrará que de todos los frentes de las guerras de Trump, incluido la guerra con China, el Obamacare, la guerra comercial con México vuelve a ese país como el más vulnerable; le causaría un daño a u sector financiero y al manufacturero. México vende el 80 por ciento de sus productos a Estados Unidos, y el 50% de sus importaciones vienen de este país. Le causaría una recesión profunda un impacto en México que no hemos visto en un siglo, una crisis total, advierte el presidente del Proyecto de Votantes del Suroeste.
A nombre del instituto de investigación que también preside, el Willie C Velázquez, Gonzáles anunció el lanzamiento de una campaña “No culpes a México ni a los mexicanos”.
No hay detalles sobre esta inciativa pero pretende movilizar los sectores fronterizos de ambos lados para rechazar el muro, para crear recintos o ciudades Santuario en siete estados donde se concentra el 70% de los indocumentados en EU. «Y nos estamos enfocando en 50 curules del Congreso, para las elecciones del 2018, para quitar de la mayoría de la Cámara de Representantes al sector anti México. Samuel, estamos en una bronca seria, y hay que actuar… ¡No tenemos Otra”.
Escuche aquí a Antonio González:
Conozca aquí la opinión de Antonio González sobre la marcha de los millones de mujeres y otras personas que el sábado inundó calles en varios continentes y en unas 600 ciudades de este país, que como dice Samuel Orozco se levanta como el Muro de las Mujeres que tendrá que pagar Trump, una lucha que entrelazan las causas de los derechos de las mujeres y de la inmigración, escuche el enlace de abajo:
Queda por verse, dice Samuel Orozco, si este espíritu de ánimo de las marchas se sostendrá. Si se llegará a convertir en un movimiento duradero, y si este movimiento llegará a convertirse en una fuerza política con impactos reales en las políticas del gobierno. Ese es el reto.
–¿Qué quedará de estas manifestaciones públicas, de este gran despliegue de fuerza popular? –pregunta Orozco a González.
“Las movilizaciones masivas tienden a hacer participar a nuevos participantes jóvenes, sin mucha experiencia. Tienden a aumentar la solidaridad, el activismo, etcétera”.
Agrega que no obstante espera otras olas de marchas, pero admite que “estaría difícil mantener una sola marcha con todos los temas integrados en un solo frente de resistencia”.
González ve sin embargo como algo normal que los grupos de interés, los sectores afectados, los distintos temas, “tendrán que movilizarse en diferentes ritmos, y esto pasará”.
Pone sus esperanzas en que “veremos un nivel de movilización diferente a cuando por ejemplo los derechos de los inmigrantes, los derechos de los sindicatos, diferente al del sector afroamericano, diferente del sector mujer”.
Y eso está bien, afirma. “Los ritmos tienen diferentes fuerzas, en diferentes regiones, ¿verdad?”■
Escuche aquí a Antonio González sobre la marcha de las mujeres: