Edificio en el barrio de la Mission, en San Francisco, California. Foto: bobandsuewilliams.
De la redacción
Un fenómeno urbano que genera desplazamiento y desarraigo es la llamada gentrificación, donde comunidades de las minorías étnicas y económicas son desplazadas, o mejor dicho despojadas de sus viviendas y vecindarios, que a su vez son transformados en zonas residenciales inaccesibles para los inquilinos previos u originales de esos barios. El fenómeno es global, y por ejemplo ciudades como San Francisco y Oakland, California, son algunos epicentros. Distritos como La Misión, en San Francisco, o Fruitvale en Oakland han dado paso en las últimas décadas a un contraste dramático de paisaje urbano y de estilo de vida.
Línea Abierta de Radio Bilingüe inicia hoy esta serie radiofónica con foco en el proceso de desplazamiento o despojo de la vivienda en vecindarios de las minorías o de la gente de color, que no sólo han ido perdiendo a sus antiguos inquilinos a causa de este fenómeno sino que también ha ido transformando su fisonomía urbana, desapareciendo el arte público de sus murales y mosaicos, por ejemplo, que durante tantos años han vestido de rico colorido e historias de la demografía de esas calles y callejones, ahora opacados por la febril construcción de nuevos y altos edificios, con calles que también han transformado la diversidad cultural que transita por esas calles.
En el primer episodio de esta serie, conducido aquí por Chelis López, de Línea Abierta, la reportera Stephanie Hernández colabora con material de campo como parte del proyecto conjunto de Radio Bilingüe y el Programa de pasantías para jóvenes Contra la Dislocación, de la Fundación San Francisco.
¿Qué fuerzas empujan a miles de familias latinas y negras de clase media y trabajadora, a abandonar sus hogares y vecindarios en La Mission, anteriormente ocupada por comunidades afroestadunidenses y latinas, y ahora convertida en una zona cosmopolita o en un exclusivo espacio social para gente rica?
En esta entrega, Stephanie Hernández comparte brevemente algunas voces de inquilinos de La Mission, que han sentido el embate de la gentrificación.
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El Centro Cultural la Misión para las Artes Latinas, en el barrio del mismo nombre en San Francisco, California. Foto: Centro Cultural La Misión.
Y en este otro segmento Chelis López ofrece una plática con Brenda Oliva, una mujer guatemalteca que tras vivir 15 años en un apartamento de La Misión fue desalojada de su vivienda junto con su familia. Y como podrá apreciarse en este testimonio recogido por Chelis, a base de engaños y traiciones a Oliva, ella deja al descubierto el modus operandi de las fuerzas detrás de la industria inmobiliaria que lucra con el desplazamiento de la gente, empujándola hacia las orillas de las zonas residenciales donde el problema de la inseguridad puede ser grave.
En el primer intento del desalojo los operadores de la inmobiliaria argumentaron que había muchas personas viviendo en el apartamento, pero el grupo que asesoró legalmente a Oliva comprobó que no violaban la ley. Luego vinieron otras formas de hostigamiento disfrazadas de negociaciones, a través de cartas amenazantes y ofertas económicas para que dejara su vivienda. La falta de abogados y el poder persuasivo del dinero en éstos -o la corrupción- hace más difícil la defensa genuina a los inquilinos que se resisten a salir.
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Y la falta de habilidades para enfrentar unas leyes diferentes a su cultura y en otro idioma, en un país ajeno como recién llegada pusieron a Brenda Oliva en clara desventaja ante las complejidades de una negociación con los abogados de los caseros, que juegan con el agotamiento y la frustración de los inquilinos como Oliva, y alguna vez con la complicidad o simplemente solapados por algunos jueces insensibles de esa rama del sistema judicial, hasta desesperar a los inquilinos y hacerlos optar por irse de su casa y su vecindario a cambio de muy poco dinero.
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¡Celebrando el edificio de las mujeres! Disfrute de la increíble comida local, las actuaciones de Cat Call Choir y Banda Sin Nombre. Foto: womensbuilding.org.
Chelis López platicó también con Julio García, un consejero comunitario sobre derechos de los inquilinos y organizador de la agrupación, Causa Justa, de San Francisco. Él comenta sobre lo que se hace para aliviar el daño que ocasiona la gentrificación, y qué pueden hacer las familias en riesgo de ser desalojadas. Algunos inquilinos hablan de sus luchas para quedarse a vivir en el barrio, y otros de las opciones que tienen para resistir el desalojo y luchar por su hogar.
Hay protecciones de la ley, pero no están fácilmente a la vista de cualquiera, por lo que el afectado tiene que hacer una búsqueda para defenderse. O mejor dicho para encontrar a las organizaciones que lo defiendan. La buena noticia es que hay opciones, y hasta leyes de renta controlada, porque cada caso puede ser específico. ¿Cuáles son las formas más comunes del desalojo? ¿Cuáles son las ofertas más comunes o recurrentes de los dueños, cuáles sus represalias?
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El Centro Cultural la Misión para las Artes Latinas, en el barrio del mismo nombre en San Francisco, California. Foto: Centro Cultural La Misión.
Con todo, la mayoría de las personas que se resisten, hasta la fecha, terminan quedándose en sus casas, pasando muchas dificultades de todo tipo. En el ejercicio de la defensa de los inquilinos a punto de ser desplazados, a veces “para decirte la verdad, sí perdemos casos”, dice García, pero la mayoría de las veces “son gente que voluntariamente empiezan a negociar un salida por su cuenta”.
Para García que “uno como inquilino pierda el caso, donde un juez determine que el inquilino se tiene que salir de la vivienda, es raro”. Pero lo cierto es que algunas diferencias se han contrastado. Caminar de la calle Valencia a la Misssion, son apenas unos pasos y sin embargo el contraste salarial y de estilo de vida es mayor.
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