Como vimos en la entrega pasada, la nueva administración municipal de Nueva York promete grandes reformas al sistema escolar, el más grande del país, instaurando la educación preescolar universal. Dado el gran taño de su alumnado, el fracaso o éxito de ese plan tendrá sin duda repercusiones en el nivel nacional. Para tratar de entender el significado de lo que parecen ser vientos en favor de la educación preescolar en la nación, por lo que actualmente ocurre también en otros estados, la Dra. Marlene Zepeda, profesora de Desarrollo Infantil en el Departamento de Estudios del Niño y la Familia, Universidad Estatal de California en Los Ángeles, fue entrevistada por Samuel Orozco, director de Noticias de Radio Bilingüe. Esta reseña forma parte de la serie Diploma en Mano.
La nación tiene la vista puesta en los resultados que arroje el éxito o el fracaso de la educación preescolar universal que acaba de anunciar la ciudad de Nueva York para su población. La Dra. Marlene Zepeda opina que ésta tendrá un efecto en el resto de la nación, pero afirma que planes como este están tomando lugar paralelamente en otros estados del país: “Aquí en California estamos tratando también de desarrollar diferentes modelos para los niños preescolares, y especialmente para los niños bilingües”, sostuvo la distinguida profesora.
El sistema preescolar universal es ya una realidad en estados como Oklahoma y Georgia. “En Oklahoma, ha tenido mucho éxito, especialmente para los niños que hablan español, con maestras licenciadas. Pero uno de los grandes problemas que existe en California, dice Zepeda, “es que hay mucha gente que cuida a los niños pero no tienen bastante preparación”; y encomia un ingrediente distintivo del modelo de Oklahoma: “Las maestras de preescolar no solamente tienen la misma educación que las maestras de primaria, sino que también reciben el mismo sueldo”, algo muy importante para motivar a la juventud a inclinarse por esta carrera, dice.
¿Cómo medir la calidad de la enseñanza preescolar?, pregunta Orozoco a Zepeda. Ésta se refiere al debate actual que sobre el tema se ventila en el nivel nacional: “¿Qué significa enseñanza de alta calidad?, que adentro de esos salones permiten que los niños hablen”, lo que ayuda al desarrollo del lenguaje, dice, con actividades apropiadas para la edad del niño; como el juego, que le ayuda a estimular sus ideas sobre los objetos de su entorno, las relaciones entre cosas y las personas. “Entonces, las maestras no solamente necesitan tener un ambiente caluroso para los niños, sino un ambiente donde los niños están aprendiendo conceptos, donde tienen oportunidad de expresarse y pueden hablar unos con otros, con los maestros; tener libros en dos idiomas, si estamos hablando de programas bilingües, y donde las maestras abren las puertas a los padres, para saber qué está pasando en los salones. Y también, para nuestra población, que la instrucción sea en los dos idiomas… para que usen su primer idioma en ayudar a los niños a aprender el inglés, y no solamente piensen que porque nada más saben un idioma estos niños no saben nada. Estos niños ya vienen capacitados, pero vienen capacitados en otro idioma”. Estas son características de los programas de alta calidad, afirma Zepeda.
Obama acaba de anunciar una mayor inversión en la educación prekinder y el Congreso aprobó recién una partida federal de más de mil millones de dólares para este rubro, además de restituir fondos cortados al Head Start. Pero esto ¿podría asegurar el éxito de la educación preescolar? Zepeda dice que sí. “Lo que yo estoy mirando es que esto no solamente está pasando estado tras estado, sino que hay mucho liderazgo de los gobernadores, y los alcaldes”, quienes consideran muy importantes estos planes, así como la educación bilingüe, no sólo para el individuo o las familias, sino para la economía de la nación. “Porque también necesitamos niños, o personas bilingües. Nosotros en Estados Unidos somos bilingües… y la gente se está dando cuenta que esto es muy importante para el futuro. Se trata de una inversión para asegurar que se sigue avanzando como una nación”.
En la educación temprana los padres son cruciales, señala la maestra. “Pero muchos de los padres necesitan estar más involucrados con las escuelas, porque muchas veces son los padres los que pueden hacer una diferencia”, son quienes pueden exigir programas de alta calidad. “Queremos tener maestros que respeten a nuestras poblaciones”, y eso puede tener un gran efecto en el desarrollo ulterior del infante apunta la profesora.
Entonces, “si los padres se dan cuenta qué tan importante son las experiencias que estos niños tienen, a los tres y cuatro años, para el desarrollo del lenguaje, para el desarrollo de su cerebro, para lo que van a ser las características de su personalidad, eso va a ser un beneficio no solamente para los niños sino para toda la familia, porque el niño también puede traer información a la casa”.
“Hay muchos estudios científicos que comenzaron me parece en 1960, que han seguido a las personas hasta que son adultos, para ver cuáles son los efectos de ir a un programa de alta calidad cuando tiene tres y cuatro años de edad”, afirma Zepeda. Y agrega que “en esos estudios se ve cómo aunque muchas veces esos niños resultan iguales quizás a los niños que no van a preescolar, la probabilidad de que los primeros se van a graduar de la preparatoria es muy alta”.
Los detractores del preescolar afirman también, dice Orozco, que buena parte de estos estudios, conducidos hace unos 50 años, se han realizado a pequeña escala; que no son muy efectivos y que no se podrían llegar a replicar a escala nacional o masiva…
“Pero cuando se juntan todos esos estudios, que se llaman Meta Evaluation, y hacen un análisis, el análisis resulta positivo”, sostiene Zepeda. Y asegura que algunos de dichos estudios no se basan en pocas personas o niños. “En la evaluación de Oklahoma hay bastantes niños… en Chicago hay muchos niños en esa evaluación, y los resultados son consistentes”.
Algunos de estos detractores en estados con prekinder universal, como Georgia y Oklahoma aceptan que sí hay avances, insiste Orozco, pero dicen que en el tercer grado desaparecen estos avances, y que algo similar ocurre con los niños inscritos en Head Start.
“Muchas veces necesitamos estudiar a los niños hasta que son adultos, para ver resultados en el largo plazo”, aclara la maestra. Y señala que dichos detractores quieren los resultados luego luego. “Quieren ver que al final del prekinder tengan una calificación alta en una prueba… pero estos niños no sólo tienen más éxito en la escuela, sino más éxito en la vida… los jóvenes se reciben de preparatoria, las muchachas tienen menos embarazos antes de graduarse de la prepa, no se involucran en el crimen ni pasan a salones de educación especial”.
La Dra. Marlene Zepeda hizo énfasis en la importancia que tienen los padres como modelo en la formación temprana de los niños, que va a prevalecer por el resto de su vida. Y concluyó: “Los padres inmigrantes, aunque no tienen educación formal, tienen mucho poder para ayudar a los niños”.
Este programa es parte también de American Graduate, Let’s Make ii Happen, una iniciativa de los medios públicos para tratar la crisis de la deserción escolar, con el apoyo de la Corporación para la Difusión Pública.
Redacción: Marco Vinicio González