Durante varios años Ciudad Juárez, en la frontera de México, fue conocida como la capital mundial de los homicidios, como resultado de la narcoviolencia. A pesar de que el gobierno mexicano invirtió cuantiosos recursos para reconstruir el tejido social de la ciudad, muchos de estos proyectos no tuvieron continuidad. En cambio, algunas organizaciones civiles han tomado la iniciativa y utilizan la cultura para tratar los traumas de la violencia entre los jóvenes, y enseñar a la comunidad otra manera de vivir. Vladimir Flores reporta desde esta ciudad fronteriza.

Escuche

Al oeste de Ciudad Juárez se extiende un montón de barrios con caminos sin pavimentar que se levantan en medio de las colinas. La mayoría de los adultos que viven en esta zona trabajan largas jornadas en las maquiladoras por menos de 10 dólares al día.

Sonido del ambiente…

Hay muchos jóvenes pero pocas escuelas. Y las pandillas y el crimen organizado se han convertido en una alternativa de vida. Luego de varios años de militarización, el discurso oficial señala que la violencia ha terminado. Pero no todos comparten ese optimismo.

“Porque lo que vemos en las comunidades es que las secuelas son muy profundas, que hay una gran cantidad de jóvenes muy resentidos, con muchísima violencia en sus vidas, envueltos en deseos de venganza”

Teresa Almada es la directora del centro de promoción juvenil CASA y opina que la cultura es un recurso muy importante frente a la violencia:

“A través de las artes plásticas, la música, el graffiti, todos los elementos del hip hop, de poder ofrecer espacios para muchos jóvenes que no tienen alternativas de expresión cultural ni educativas mi de inserción comunitaria”

Sonido ambiente del interior de CASA…

Todos los días llegan al centro CASA decenas de jóvenes a participar en las diferentes actividades educativas y culturales. Uno de los proyectos con más éxito es el de hip hop.

“Es bien interesante ver el proceso de los chavos en las rolas: en la primera te matan, en la primera odian a la policía y en la última ya construyen, ya sueñan, ya creen”, dice Almada.

Hace varios años Eric Ponce comenzó a participar como beneficiario de estos proyectos sociales. Hoy coordina el área de música hip hop y opina que esta es una valiosa herramienta de expresión juvenil:

“Nuevos lenguajes, nuevas palabras para poder describir el mundo en el que vives. Y no sólo describirlo sino actuarlo. Muchos chicos allí trabajaban sus procesos de duelo, que son muy fuertes.

Música…

Luego del cambio de presidente a principios de este año (con Enrique Peña Nieto), muchos programas del gobierno mexicano para prevenir la violencia no tuvieron continuidad. Pero los problemas más urgentes por atender en Ciudad Juárez son las consecuencias de la violencia en la salud mental de toda la población, comenta la psicóloga Verónica Castillo:

“Es que nadie ha hablado de los síntomas ni ha hablado del estrés post-traumático, sólo lo mencionan como si puediera haber, y no, sí hay en una gran parte de la población. Yo no conozco a nadie que no haya perdido a un familiar, a un amigo.

A falta de esos programas oficiales, estos pequeños esfuerzos comunitarios contribuyen a reconstruir el tejido social en lo que alguna vez fue la ciudad más violenta del mundo.

Para la Edición Semanaria de Noticiero Latino, reportaje de Vladimir Flores y Shannon Young desde Ciudad Juárez