Continuando con la reseña de Línea Abierta sobre la crisis humanitaria protagonizada por el éxodo de niños solos cruzando varios países para llegar al Norte, la galardonada periodista Sonia Nazario disiente con quienes echan la culpa a Estados Unidos de dicha crisis en la frontera del sureste estadunidense. La también escritora sostiene que la responsabilidad es compartida, bilateral, tanto de Estados Unidos como de los cuatro países expulsores de esta migración dramáticamente numerosa e infantil, que también se dirige a Panamá, Nicaragua y otros países convertidos en receptores de esta nueva ola de refugiados. Esta nueva modalidad de la referida migración incluye ahora a niñas centroamericanas, que habían pasado desapercibidas, y que están saliendo en trenes cargueros, como el llamado popularmente La Bestia, donde son sujetas a todo tipo de violaciones.
Sonia Nazario es periodista y autora del libro “La Travesía de Enrique”, que le tomó tener que viajar a Centroamérica durante tres meses en el lomo de los trenes cargueros para documentar la experiencia y poder escribir con autoridad y de primera mano sobre el tema.
La novedad es el número de niños que vienen a este país, detenidos en la frontera mexicana con Texas, en Río Grande Valley City originalmente, una población pequeña y paupérrima del sureste texano. Se cuenta que primero fueron cinco mil niños viajando solos los que llegaron a dicho punto, luego 20 mil el año pasado, y ahora se calcula que serán 60 mil los menores sin compañía de un adulto que fueron detenidos allí, la mayoría centroamericanos.
¿Como se explica este repunte?
Estos niños han estado viniendo por mucho tiempo, en números más bajos, dice Nazario. “El gobierno ha sacado un documento donde está diciendo que quizás sean 90 mil este año, 100 o 130 mil el año que viene, y eso no cuenta a los niños mexicanos, a los que se devuelve a México en los siguientes dos días”, después de su aprehensión. Estos ascienden a 18 mil niños más que están viniendo solos a Estados Unidos, continúa, “y algunos del gobierno están diciendo que para el 2015 serán 147 mil. Los números están subiendo de manera increíble”.
Los niños siempre han venido a trabajar, porque sufren abuso en sus países de origen y no hay un sistema para ayudarlos, explica la periodista. “Y siempre han venido para reunificarse con una madre o un padre que los dejó atrás. Esa es la historia que yo conté en mi libro. Pero ahora, encima de todo eso están viniendo más que nada por la violencia en los países como Honduras y El Salvador”. Honduras, sostiene la también escritora, “tiene el nivel de homicidio más alto en todo el mundo. Y estos niños, desde la edad de 10 años, son controlados por las pandillas en sus barrios”. Pandillas que también están trabajando con los Zetas, afirma, “el peor grupo de narcos de México que ha infiltrado mucho a Centro América en estos tres o cuatro años, para ayudar a mover las drogas de Sur América a Estados Unidos”.
Nazario cuenta que estos malhechores van a las escuelas “y a los niños de diez años les dicen: ‘Tú vas a trabajar para mi, vas a extorsionar gente en este barrio, vas a ayudarme a mover drogas o te voy a matar a ti, voy a violar a tu hermana y voy a matar a tus padres’”.
“Creo que muchos de estos niños ahora están huyendo para salvar sus vidas. Y ese, que ha sido el caso durante los últimos tres años está empeorando cada año”. En Honduras y en el Salvador había un arreglo entre las pandillas. En El Salvador hace dos años ese arreglo ya no está funcionando como antes, sostiene, “así que hemos visto más problemas ahí. Y también en Guatemala. Sí, es la pobreza, pero más que nada es esa violencia. Y hay más niñas que vienen ahora. Antes, uno de cada cuatro de los que venían era una niña, y ahora están diciendo que es un 40 por ciento”.
Los pandilleros abordan a las niñas y les dicen: ‘Tú vas a ser mi novia, o voy a matar a tu familia y te voy a violar’, prosigue Nazario. “Y una niña estaba diciéndome que si tú le dices al pandillero, ‘no, no voy a ser tu novia’, te violan y te ponen en una bolsa de basura y te tiran a la calle. Así que eso es de lo que están huyendo”.
Se trata de niños de hasta cinco años de edad, que huyen solos, sin compañía de adultos.
¿Qué peligros tiene que enfrentar un niño de esa edad para poder llegar al Norte?
“Yo estaba tratando de contar la historia de estos niños que vienen. Las mamás se van, los dejan en Centro América, madres solteras que han venido a Estados Unidos, y piensan que los van a dejar uno o dos años, pero la separación y se alarga; porque la vida aquí es mucho más difícil de lo que piensan”, cuenta Nazario que esto aprendió al hallarse documentando su libro. “Así que después de diez años los niños se desesperan y se van en busca de ellas. Y como no tienen dinero viajan de la única manera que pueden, arriba de los techos de esos trenes cargueros, de La Bestia”.
Para contar esa historia Sonia Nazario cuenta que se enteró por medio de un niño que no había visto a la mamá en 11 años. “Lo había dejado en Honduras. Se llamaba Enrique, lo conocí en Nuevo Laredo y me pasé dos semanas con él para ver su lucha yendo a buscar a su mamá en Carolina del Norte. Y yo volví a Honduras, hice el viaje exactamente como él lo había hecho. Me pasé tres meses viajando encima de siete trenes cargueros. Yo viajé con un niño de 12 años, que cruzaba cuatro países solo. Había niños de siete años cruzando esos países solos, sobre uno de esos techos.”.
Ahora, relata la escritora, se ve que hay niños más jóvenes, cuyo promedio de edad ha bajado, y que hay más niñas viniendo a este y otros países. Y que lo que enfrentan en su travesía, una suerte de Odisea como la de Homero, nomás que moderna, “son bandidos al lado de los rieles, que te agarran, violan a las muchachas, te roban y a veces te matan”. Hay pandilleros que controlan los techos de los trenes, dice. “Muchos de esos pandilleros son deportados por Estados Unidos, de La 18, La Mara Salvatrucha, que no tenían buena vida en sus países; así que empezaron a huir para el norte, y establecieron un buen negocio encima de esos techos, y yo los veía. Iban de un techo a otro, rodeando a los migrantes, y les decían, ‘me das tu dinero, o me das tu vida’. Y muchas veces arrojaban a la gente a las ruedas del tren, para matarlos”.
Ahora son los Zetas los que están trabajando también con esos pandilleros, afirma la invitada de Línea Abierta, “secuestrando a 18 mil centroamericanos al año, en México; eso es lo que dicen grupos de derechos humanos. Y prefieren agarrar a los niños, porque viajan solos. Yo veía que lo único que levaban estos niños era un papelito con el número de su mamá o su papá; lo escondían en su zapato. Entonces esos pandilleros usan ese papelito, y llaman a la mamá a Estados Unidos, y mientras tienen al hijo en el teléfono le están pegando para que grite, y le están demandando, tres, cinco mil dólares para no matar a esos hijos; y en muchos casos sí matan a esos chicos. Eso es lo que enfrentan estos niños en esa odisea”.
La derecha restriccionista han propagado el rumor de que estos niños vienen más bien por los beneficios que otorga el gobierno federal de Estados Unidos, por la acción diferida que se está otorgando a los jóvenes, a los niños, y culpan al presidente Obama de haber creado esta situación, dice Orozco. ¿Qué opinión te merecen estas versiones?
“Se me hace ridículo”, responde categórica Sonia Nazario. “De principio debemos decir que hemos visto un aumento del 700 por ciento en el flujo hacia otros países de Centroamérica, en casos de asilo político. Así que esos niños se están yendo a Panamá, Nicaragua, Belice, a esos países en donde no tienen bastantes problemas tratando de huir. Problemas, más que nada en Guatemala, El Salvador y Honduras. Así que no tienen que ir a Estados Unidos, prefieren ir a un país más cercano si pueden”.
Cuando llegan a Estados Unidos esos niños si los agarra Inmigración, “sí los sueltan a un padre o madre o un guardián”. Entonces empiezan el proceso de deportación de inmediato, y ese niño tiene que ir a la corte de inmigración, “como cualquier adulto que agarran, y a ver si pueden quedarse aquí o no; y la mayoría no pueden quedarse aquí. Así que no es que el gobierno les está abriendo las puertas y les está diciendo, ‘Te vamos a dejar quedarte aquí’”.
“Sí creo que es cierto que los pandilleros, los Zetas, los que tienen un gran negocio en mover migrantes a Estados Unidos, les está diciendo una gran mentira. Que si llegas aquí, un niño una familia, una mamá, te vas a poder quedar en Estados Unidos. Esos son los traficantes, aprovechándose de la situación, y diciéndole mentiras a la gente. Pero no es cierto que te van a tratar muy bien al llegar a Estados Unidos”.
Sobre la falta de previsión, de más agentes, más centros de detención adecuados
Eso sí creo que es cierto, dice Nazario. “Porque vimos que eso ha venido desde 2011, que empezó a aumentar de manera repentina el número de chicos que venían a Estados Unidos solos. Y ya hace dos años tuvieron que abrir un espacio en una base aérea para poner a estos niños, y la cerraron después de dos meses”.
Es cierto que las condiciones se deterioraron de manera muy rápida en el Salvador, en Honduras, confirma la periodista. “Pero creo que el gobierno debía haber previsto esto, y sabiendo que las condiciones están empeorando en esos países, que iban a venir más niños. Y realmente no se prepararon de la manera que deberían, a pesar de ser criticados de manera muy dura hace dos años, por el mismo problema. Así que se ve que están poniendo estos niños en sitos donde no hay lugar suficiente”.
Ha habido reportes de esos problemas, como uno del Woman Comission on Human Rights, que ingresó a muchos de esos centros de detención y vieron que muchos niños se quejaban de que la Patrulla Fronteriza los retenía por más de 72 horas. Se supone que después de 72 horas los tienen que soltar de esos centros de detención, donde los ponen primero, además de que “en esos lugares no tenían espacio ni para sentarlos en el suelo…, ¡había tantos chicos! Eso sucedió hace dos años. Nos les daban suficiente para comer, nunca apagaban las luces, así que esos niños no tenían oportunidad de dormir”. Se supone, dice Nazario que con las quejas que se le hicieron al gobierno hace dos años, “el gobierno debería haber estado preparado; pero no quería gastar dinero, para estar preparado para lo que veía que venía”.
Comentaristas dicen que estos son los hijos de la guerra sucia en la que tuvo una responsabilidad primordial Estados Unidos.
¿Quién debe hoy asumir la responsabilidad?
“Creo que no deberíamos echar la culpa sólo a Estados Unidos, hay mucha corrupción en nuestros países; la policía es muy corrupta, no está tratando de enfrentar de manera seria a los pandilleros que controlan las calles, así que hay muchos problemas en esos países de origen también”, reflexiona la invitada. “Pero sí, Estados Unidos por cientos de años se ha involucrado en Centro América tratando de apoyar a los ricos, que iban a dejar entrar a las compañías americanas, bananeras, para hacer mucho dinero, en lugares como Honduras, El Salvador. Así que sí tenemos culpa en los problemas de esos países, que nunca han tenido una reforma agraria, u otras reformas para tratar de distribuir de una manera igual la riqueza de esos países”.
Nasario dice que este país también tiene la culpa, en cuanto al problema del alto consumo de drogas en este país, “que usamos más drogas ilegales que cualquier otro país del mundo; y eso es lo que está creando mucho este problema. No sólo hemos deportado muchos de estos pandilleros, que empezaron a crear el problema en Honduras, El Salvador…. Sino también 80% de la cocaína de América del Sur pasa por Honduras; y los pandilleros se están peleando por el control de esas rutas. Realmente hemos puesto en la cárcel a mucha gente de este país que tiene problemas con drogas, en vez de darle tratamiento a esa gente para bajar el uso de drogas en Estados Unidos. Eso es parte de la culpa y parte de la solución también”.
En este momento, como es habitual, se abren los micrófonos al público.
Juan, llama deBakersfield, California: “Yo quisiera saber quién monitorea a los centros de Inmigración donde están todos esos niños; porque la verdad, eso es un abuso. En un país supuestamente bien avanzado, tener en esas condiciones a esos pobres niños que ya vienen traumados, de ese viaje tan horrendo que han hecho para venir a reunirse con sus padres, y todavía ponerlos como animalitos, sin darles algo nutriente, sin darles una cobija… yo quisiera, y hago un llamado a toda la comunidad, para hacer un boicot a nivel nacional; para demostrarles a los republicanos que sin nosotros, la fuerza laboral… deberían pasar la reforma migratoria para parar todo esto; ya que estos son los traumas de toda nuestra gente. Y hacer un boicot nacional para ver que los republicanos qué pueden hacer. Gracias a nosotros comen”.
José, de Napa, CA.: “Los republicanos quieren vernos la cara a todos como de ignorantes, cuando quieren culpar al presidente Obama. Sólo los que no tienen neuronas lo piensan así, porque la solución está en al Congreso…. Cuando la Gobernadora culpa a Barack Obama nos quiere ver la cara de ignorantes; porque a los que debería de culpar es a quienes no han pasado una reforma migratoria; para que no vengan más niños, sino para que los padres tengan documentos y puedan ir a ver a sus hijos allá, si no va a seguir siendo la manera de seguir sufriendo la trayectoria de esos niños hacia acá”.
Carlos, habla de Delano, CA: “Es bonito que existan esas grandes organizaciones que ayudan. Pero el verdadero problema está en nuestros países; la solución está allá, porque allá deben de presionar a los países de nosotros, no a los Estados Unidos. Porque allá existen miles de millones de dólares almacenados que le han quitado a los narcotraficantes; las grandes fincas, ranchos de ganado. Nomás lo tienen almacenado. Esos señores no hacen nada…, hacer escuelas, puentes con ese dinero. Por años…, yo sé de Guatemala, tienen miles de millones almacenados pero no los pueden tocar. Por qué no crean una ley todos los congresistas, de usar todo ese dinero para erradicar la pobreza. En Arabia los ladrones son acusados; en nuestros países los ladrones son diputados”.
Sonia Nazario:
“Bueno, creo que hay grandes problemas con el complejo de cárceles en este país. Hemos ido de 700 millones de dólares en encarcelar a migrantes, a dos mil millones de dólares ahora; así que es un gran negocio para dos grandes compañías, y eso es parte del problema, Afirmó. Nazario se refiere tal vez a Corrections Corporation of America, GEO Group, además de Management and Traioning Corporation, que son las más poderosas en el ramo. “Yo si creo que la soluciones está en estos cuatro países que están mandando la gran mayoría de la gente que viene aquí sin papeles. Encontrar más maneras de hallar trabajos, más oportunidades en esos países. Para que las madres y padres no se sientan forzados a venir a Estados Unidos. Yo soy hija de migrantes, y casi ningún migrante quiere dejar su país de origen, dejar su familia, su cultura, todo lo que ama, para verse forzado a irse a un país como este. Sería mejor encontrar la manera de mantener junta a la familia en sus países de origen, donde la mayoría quieren estar concluyó Sonia Nazario.
Fotos de interiores y portada cortesía de Sonia Nazario