De la redacción
La herida que dejara el paso del Huracán María por El Caribe hace un año aún se halla abierta entre los puertorriqueños, cuyos muertos por causas relacionadas al meteoro se cuentan en unos 4 mil 600. Sin embargo, la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA), que ha estado negando ayuda a damnificados para la reconstrucción de sus viviendas e incluso hasta para enterrar a los muertos, transfirió secretamente de su prepuesto 10 millones de dólares a la nómina de la agencia de Inmigración y Control de Aduanas, ICE, para apoyar su maquinaria de detención y deportaciones.
Ahora que comienza la temporada de huracanes, con alertas incluso de grave peligro por el arribo del Huracán Florence en las próximas horas, el más fuerte huracán que ha golpeado a las Carolinas y a Virginia en décadas, FEMA transfiere casi 10 millones de dólares a la agencia de Inmigración y Control de Aduanas, ICE, para atrapar a inmigrantes indocumentados o seguir separando familias.
De acuerdo con un documento del presupuesto, divulgado la noche del martes a última hora por la televisión, e interceptado por el senador demócrata de Oregon, Jeff Merkley, FEMA ha desviado dichos fondos de ayuda justo ahora que comienza la temporada de huracanes, que arrancó en junio.
En entrevista con MSNBC el senador Merkley dijo a Rachel Maddow que “los 10 millones de dólares provienen del presupuesto de operaciones y apoyo de FEMA, y se transfirieron a cuentas de ICE para pagar las operaciones de detención y deportación… para pagar por la construcción de vallas fronterizas y tecnología”.
Merkley, un crítico muy vocal de las políticas antinmigrantes de la administración Trump, dijo además que este gobierno estaba hasta ayer en la noche “trabajando duro» para apropiarse de los fondos de la rama de respuesta y recuperación de FEMA, “a fin de destinar los 10 millones de dólares a campos de detención adicionales».
Como dijimos en su oportunidad en Línea Abierta, el esfuerzo del Departamento de Seguridad Interior, DHS, para derogar el Acuerdo Flores, que limita la detención de un menor en prisión a no más de 20 días, y para poder extender este periodo de cautiverio por tiempo indefinido, apunta a la construcción de más prisiones; con contratos del gobierno federal a dos corporaciones privadas y trasnacionales que construyen cárceles y administran servicios de mantenimiento, alimentación y vigilancia en ellas, GEO Group y CoreCivic.
Hoy The New York Times reporta que Tyler Q. Houlton, portavoz de la agencia FEMA, escribió en un en tuit que el Departamento de Seguridad Nacional niega que dicho dinero transferido provenga de las cuentas de alivio de desastres de FEMA, destinado al trabajo relacionado con huracanes y otros desastres naturales.
«Bajo ninguna circunstancia se transfirió ningún fondo de ayuda de desastre de FEMA a los esfuerzos de aplicación de la ley de Inmigración», dijo Houlton. «Este es un intento lamentable de impulsar una agenda falsa en un momento en que la administración se centra en ayudar a millones de personas en la costa este que enfrentan un desastre catastrófico».
El escándalo ocurre cuando la costa este del país efectivamente se prepara para enfrentar lo peor, un huracán con vientos de hasta 150 millas por hora y de catgegoria 4 (algunos la han elevado en horas de esta mañana a categoría 5). Y cuando ya se han ordenado en algunas zonas las evacuaciones, el presidente Trump acaba de declarar a la prensa que «el manejo del huracán María fue todo un éxito».
Y fue más lejos. En un tuit esta madrugada Trump señaló que duplicó el rendimiento de la agencia: «Obtuvimos un 10 + por nuestro reciente manejo de huracanes en Texas y La Florida (e hicimos un gran trabajo poco apreciado en Puerto Rico, a pesar de ser una isla inaccesible con electricidad deficiente y una alcalde de San Juan totalmente incompetente). ¡Estamos listos para el grande que viene!».
Un informe publicado en julio y posterior a los trabajos que FEMA realizó en Puerto Rico, muestra que la agencia “subestimó enormemente la cantidad de alimentos y agua potable que necesitaría, y lo difícil que sería obtener suministros adicionales para la isla”.
Y describe la respuesta inicial de FEMA como “caótica y desorganizada, y plagada de problemas logísticos cuando la agencia trató de llevar comida y otros equipos” a la llamada Isla del Encanto, sostiene el Times■