De la redacción
Por segunda ocasión la Suprema Corte de Justicia revisa hoy el tema de la constitucionalidad del trazo de los mapas electorales en un distrito para favorecer al partido en el poder. Fue el año pasado que Carolina del Norte y Maryland plantearon por primera vez la posibilidad de que el máximo tribunal decidiera si algunos mapas electorales estaban tan distorsionados por la política partidista que pudieron llegar a ser inconstitucionales. Y hoy la Suprema escuchará las demandas de ambos partidos, que reclaman la manipulación de las respectivas líneas de distrito para favorecer la votación del otro, que la Suprema no supo resolver en su oportunidad, “atorada ante la dificultad de siquiera poder distinguir entre los mapas partidistas aceptables legalmente de los inconstitucionales”, reporta The New York Times.
Cuando el año pasado Wisconsin y Maryland desafiaron legalmente el trazo de sus distritos electorales acusándose mutuamente, depositaron sus esperanzas en el juez Anthony M. Kennedy, quien en la ocasión expresó ambivalencia sobre el tema; tanto él como sus colegas en el máximo tribunal parecieron incapaces de identificar una prueba constitucional viable y contundente, y en su lugar eludieron las preguntas centrales, como Noticiero Latino de Radio Bilingue pudo dar cuenta amplimente en su oportunidad.
Hoy toca el turno a Maryland y Carolina del Norte. El máximo tribunal vuelve a escuchar este martes los argumentos que hicieran por ejemplo el año pasado los votantes republicanos de Maryland, quienes alegaron que sus derechos “habían sido violados” por un distrito electoral, “cuyo diseño había sido manipulado para disminuir su poder de voto”.
Así mismo, la Suprema escuchará también los argumentos en un segundo desafío de los demócratas de Carolina del Norte, quienes alegan que “el mapa del Congreso del estado arrojó una mayoría republicana de 10 a 3, a pesar de que los recuentos de los votos les otorgan un resultado muy parejo en todo el estado”.
Y aunque la disputa ha estado en el ámbito político y judicial por largo tiempo, si la Corte Suprema decide hoy que es inconstitucional la práctica de manipular los distritos electorales en un estado para favorecer al otro partido (Gerrymandering), la forma de hacer política en Estados Unidos dará un vuelco trascendente para otros estados también, dice la fuente.
En Carolina del Norte por ejemplo, el mapa distrital habría sido trazado para elegir un número máximo de republicanos a la Cámara de Representantes, lo que “tiene una indiscutible inclinación partidista”. Es decir, favorece al Partido Republicano que se halla en el poder.
Por otro lado, está el caso del 6to Distrito en Maryland, que los demócratas “admiten haber vuelto a trazar en 2011 para dificultar el triunfo de los entonces titulares republicanos que buscan reelegirse”.
Pero si la Suprema Corte no condena el gerrymandered en dichos casos hoy martes, “los cartógrafos le darían a ambos partidos políticos carta blanca para atrincherarse y acosar a sus oponentes cuando las legislaturas estatales dibujen los distritos de la Cámara de Representantes para la próxima década en 2021”.
Según el Times, el presidente del máximo tribunal, John G. Roberts Jr. “sostuvo el año pasado que “crear una norma legal para identificar a los gerrymanders partidistas convertiría a la corte en una especie de árbitro de las elecciones”.
Pero el reemplazo del juez Kennedy por el juez Brett M. Kavanaugh hace que tal resultado sea menos probable, dijeron expertos en leyes electorales. De hecho, el tribunal podría decidir que la Constitución no impone límites a la práctica.
Como hemos podido observar a lo largo del tiempo, tanto demócratas como republicanos se han criticado mutuamente de manipular el trazo de los distritos, y sin embargo continúan haciéndolo.
En Carolina del Norte, el fallo anterior encontró que los legisladores republicanos habían violado la Constitución al dibujar los distritos para dañar las posibilidades electorales de los candidatos demócratas.
El año pasado, después de que la Corte Suprema devolviera el caso a la Corte de Distrito de Estados Unidos en Maryland, un panel de tres jueces de esa corte dictaminó sobre los retadores, y prohibió a los funcionarios estatales realizar más elecciones para el Congreso usando los mapas de 2011; les ordenó dibujar unos nuevos.
Los miembros del panel no acordaron exactamente qué teorías legales se aplicaron, dice la fuente, pero tres jueces de un panel dijeron que el gerrymandering partidista era pernicioso. Un cáncer del sistema político dijeron otros.
En Carolina del Norte, afirmó el tribunal, en 2016 los candidatos republicanos al Congreso obtuvieron el 53 por ciento de los votos estatales. Pero ganaron en 10 de los 13 distritos del Congreso; o sea, gracias al gerrymandering se apoderaron del 77% de ellos.
Y en 2018, la votación en todo el estado se dividió en partes iguales, pero los demócratas nuevamente obtuvieron sólo tres escaños, concluye el Times.
Hoy podría cambiar la forma de hacer política en Estados Unidos si la Suprema Corte declara inconstitucional el gerrymandering■