Jóvenes y otros residentes de Seattle han estado realizando protestas públicas contra los planes de construir un nuevo centro de detención juvenil en esta ciudad del estado de Washington. Según estadísticas, en los centros juveniles de detención en el país se encarcelan a más jóvenes negros e hispanos, cuando se les compara con los jóvenes blancos. Desde Seattle, reporta José Luís Buen Abad. Este reportaje es parte de la serie «Hablando de la Raza».
Un grupo de manifestantes se reúne frente a la casa del alcalde de Seattle, Ed Murray, para demandar que niegue el permiso de construcción de un nuevo centro de detención juvenil.
Se escucha la algarabía de los manifestantes en la calle…
La mayoría son jóvenes vestidos con abrigos invernales y bufandas, pero también se ven personas de diversas edades que han salido para apoyar la causa. Es un grupo muy diverso que sobresale en una zona de la ciudad mayoritariamente blanca. Muchos llevan pancartas con lemas como, ‘No pongan a nuestros jóvenes en jaulas’ o, ‘Invierte en educación, no en la encarcelación de los jóvenes’.
“All the statistics show that is the wrong choice to make, if we really care about our kids, and we really cared about their future. [If we did] We would be investing in education”
(Todas las estadísticas muestran que es la elección incorrecta. Si de verdad les importan nuestros jóvenes, y a nosotros verdaderamente nos interesa su futuro, [Si lo hiciéramos] Estaríamos invirtiendo en educación), dice Bana Aberra.
Abera es una joven de la organización, ‘Terminemos con el Complejo Industrial de las Prisiones’, o EPIC. Dice que sería mejor invertir en la educación en vez de prisiones:
“We know that black and brown youth go to jail for their mistakes, and others do not. Our schools are failing our youth. The first we need to do is invest in our schools so they are getting a real education”
(Sabemos que jóvenes negros y latinos van a la cárcel por sus errores, pero otros no. Nuestra escuelas le están fallando a nuestros jóvenes. Lo primero que tenemos que hacer es invertir en nuestras escuelas para que ellos reciban una verdadera educación).
El nuevo centro de detención, que está proyectado para abrir en 2020, se conoce como el Centro de Justicia para la Juventud y la Familia. Las instalaciones se diseñaron para reemplazar el antiguo centro de detención juvenil.
Las autoridades del condado de King no respondieron a repetidos intentos de contactarlos. Pero en un anuncio del condado para promocionar la necesidad de tener un nuevo centro juvenil, los empleados dicen que las instalaciones son viejas e inadecuadas.
Se escucha el sonido de un video:
“So what does this new building does for us? It gives us the opportunity to place our business in a fashion that gives youth and families the opportunity to access it more effectively”
(Entonces, ¿qué hace este nuevo edificio para nosotros? Nos da la oportunidad de colocar nuestro negocio de una manera que da a los jóvenes y las familias la oportunidad de acceder a ella de una forma más efectiva)
El antiguo centro de detención puede acomodar hasta 212 detenidos. El nuevo centro de detención tendrá capacidad para 122 jóvenes y 13 juzgados. Y va a costar más de 200 millones de dólares, dinero recaudado a través de un aumento a los impuestos aprobado por los votantes en 2012.
Los que se oponen a la medida dicen que la iniciativa estaba mal redactada y confundió a los votantes. Alegan que no se mencionaban las celdas para los jóvenes ni que iba a funcionar como cárcel.
Nico Francisco es un joven de origen filipino que participó en la protesta:
“It has been misnamed as the Family Justice Center when in actuality is a youth jail and continues youth incarceration”
(Ha sido mal llamado como Centro de Justicia Familiar, cuando realmente es una cárcel juvenil y continúa con la encarcelación de los jóvenes).
Al final, el alcalde no salió a hablar con los manifestantes y las luces de su casa se apagaron. Después de la manifestación, dijo en un comunicado que reconoce “las disparidades étnicas que existen en nuestra ciudad”, y que la meta es “evitar que los jóvenes entren en el sistema de justicia criminal”. Sin embargo, un día antes de la Navidad, anunció que otorgaba el permiso de construcción para el centro de detención.
Los jóvenes dicen que continuarán protestando.