De la redacción
Emma González en emotivo discurso frente a la corte federal del condado de Broward, en Fort Lauderdale, FL. Foto: NBC News.
Ante la inacción del Congreso y la falta de un claro reconocimiento en los escasos mensajes de tuit del presidente Trump, en los que no ha mencionado ni una sola vez la palabra arma de fuego –gun-, para abordar el urgente e inquietante problema de las armas letales que están volviendo rutina las balaceras mortales en escuelas, iglesias, campos deportivos, eventos políticos, conciertos musicales y casi en cualquier parte de la nación, un grupo de valientes estudiantes le dice a la clase política, ‘Háganse a un lado que nosotros vamos a enfrentar el problema porque ustedes le tienen miedo a la Asociación Nacional del Rifle (NRA), a la que no quieren enfrentar porque los ha comprado con su dinero’.
Por primera vez hay alguien que con claridad contundente y con valentía define el asunto de la corrupción en el Congreso y en la clase política, incluida la actual Casa Blanca, y su consecuencia terriblemente fatal en balaceras seriales por la facilidad con que cualquier persona puede obtener una arma de alto poder sin leyes que lo restrinjan para defender a la población, y mayormente a los estudiantes de escuelas primarias y preparatorias principalmente.
Y es que un grupo de jóvenes sobrevivientes de la matanza de la semana pasada en la escuela preparatoria, Marjory Stoneman Douglas, en Parkland, Florida, quiere hablar directamente con el Trump sobre el control de armas, y para conseguirlo comenzaron su campaña convocando a una marcha nacional hacia el centro de los poderes políticos en Washington, DC, y en los recintos de gobiernos locales este 24 de marzo.
Están decididos a desnudar a los políticos coludidos con la muerte de tantos jóvenes y adultos por causa de la facilidad con que se pueden obtener las armas de alto poder; pues el Congreso no sólo no impone leyes que limiten dicha facilidad para obtener armas sino que los legisladores republicanos han derogado las pocas leyes que tratan de poner candados o filtros a la obtención de armas de fuego para por lo menos hacer más difícil obtenerlas.
Los estudiantes están dispuestos a utilizar las protestas callejeras y la presión política para exigir acciones. Como pudimos atestiguar en una emotiva declaración que se hizo viral en las redes sociales y en los principales noticiarios nacionales este fin de semana, la estudiante Emma González, de la referida preparatoria Marjory Stoneman Douglas, donde el pasado de 14 de febrero (Día San Valentín) 17 estudiantes fueron asesinados por un pistolero al parecer con serios problemas mentales, le puso cifras a las donaciones que hizo la NRA a la campaña de Trump.
“Presidente Trump ¿cuánto dinero recibió de la NRA?”, preguntó González en su oportunidad. “No importa –que no responda-yo ya sé que fueron 30 millones de dólares”.
En diferentes noticiaros nacionales, MSNBC, CNN, ABC News, Univisión, etcétera, Emma González y otros estudiantes hablaron apasionadamente sobre el control de armas, ante a cientos de personas que la ovacionaron múltiples veces, frente a la corte federal del condado de Broward, en Fort Lauderdale.
En otra oportunidad Raddatz Cameron Kasky, un estudiante de onceavo grado de la escuela agredida, dijo: “La gente nos pregunta: ‘¿Va a ser diferente el tiroteo de Stoneman Douglas?, porque esto ha sucedido antes y no ha habido cambios’… La gente dice que no es hora de hablar sobre el control de armas. Y podemos respetar eso”. Pero acotó de inmediato: “Aquí hay un momento: 24 de marzo, en cada ciudad. Vamos a marchar juntos como estudiantes que suplican por sus vidas”.
Y es que se refiere al nombre con que han bautizado esta movilización nacional, que por lo menos en las redes sociales cuenta con un apoyo abrumador de estudiantes de las escuelas del país. Se llama “Marcha por nuestras vidas”.
«Si el presidente quisiera acercara a mí, y me dijera cara a cara que fue una tragedia terrible y que nunca debería haber sucedido, y continuara diciéndonos que no se hará nada al respecto otra vez, voy a estar feliz», dijo con ironía Emma González, quien estaba sentada en el auditorio cuando comenzó el tiroteo, y quien “al principio pensó que se trataba de un ejercicio preparativo y finalmente consoló a los estudiantes que la rodeaban antes de que los primeros en responder los alcanzaran y les pidieran que se fueran”, afirmó ABC News.
“Pregúntele cuánto dinero recibió de la Asociación Nacional del Rifle”, dijo González a MSNBC. “No importa porque yo ya lo sé: ¡30 millones de dólares!,” respondió ella misma. Y agrego: “Aquí hay cinco cosas que debe saber sobre el estudiante que busca marcar la diferencia”:
Vamos a ser el último tiroteo masivo.
- Señalamos a Trump por derogar las regulaciones de la era de Obama que dificultan que las personas que padecen enfermedades mentales tengan en sus manos las armas de fuego… El senador republicano Chuck Grassley de Iowa fue el único patrocinador de este proyecto de ley que impide que el FBI lleve a cabo verificaciones de antecedentes de personas que se consideran enfermos mentales y ahora declara: ‘Bueno, es una pena que el FBI no esté pidiendo antecedentes para verifica a estas personas mentalmente enfermas.
- Los políticos dicen no necesitar el control de armas. Pero no sólo es un problema de salud mental, sino también un problema con armas de fuego… los cuchillos no son tan peligrosos como las armas. La ley habría podido prevenir lo que sucedió en su escuela o en cualquier otra.
- Llamar Trump y a la NRA por su nombre.
- Hacer que la gente responda a los puntos de discusión sobre el poder del NRA. Dar poder a, y hacer que la gente diga qué sería una buena política en el futuro.
Y aunque Emma González no ha comentado si le interesa o no involucrarse en la política, su discurso y enfoque activista ciertamente han demostrado sus capacidades. “Con dignidad, determinación y palabras exigentes pero esperanzadoras, ya ha tenido un impacto en su generación y está en camino de ser una fuerza que realmente puede marcar una gran diferencia”, concluyó CNN•
