De la redacción
Cámaras de seguridad del centro de detención de Inmigración en McAlle, Texas, en un vídeo revelado este jueves por ProPública, muestran las imágenes de agonía en las últimas horas de vida del inmigrante guatemalteco, Carlos Gregorio Hernández Vásquez, de 16 años de edad y detenido el pasado 13 de mayo por las autoridades de los agentes de Inmigración y Protección de Fronteras (CBP), tras cruzar a nado la frontera de Río Grande. Preocupados de que Carlos pudiera infectar a otros migrantes en las instalaciones de McAllen, para ponerlo en cuarentena los funcionarios lo trasladaron a una celda en una estación de la Patrulla Fronteriza en las cercanías de Weslaco, Texas.
Casi una semana después de la detención del joven guatemalteco Carlos Gregorio Hernández Vásquez, y de permanecer con un fuerte resfrío, una enfermera de centro de detención le midió la fiebre, que era de 39.4 grados centígrados (103 Fahrenheit), le diagnosticó gripa y le dijo que volvería en dos horas para llevarlo de emergencia a la enfermería si se ponía más grave. Y lo dejó ahí, sin más.
Al día siguiente, el 20 de mayo el joven fue hallado muerto a las 6 de la mañana, tirando en el suelo de su celda, cerca del escusado, según puede apreciarse en las fatales imágenes. Hernández, la sexta víctima mortal de septiembre a la fecha bajo custodia de las aitoridades federales.
La noticia se hizo viral en las redes sociales durante los últimos días, y por lo menos cuestionan la veracidad de la versión de los guardias fronterizos acerca de la atención médica que recibió el ahora joven difunto.
Según las imágenes del video de ProPública, el muchacho guatemalteco intentaba acostarse sobre su cama de piedra, cubierto como su compañero de celda con una delgada manta térmica de aluminio, que suelen dar a los dertenidos en esos centros de detención de Inmigración, administrados por cororaciones privadas, que viven con el aire acondicionado lo más frío que se puede. El video muestra cómo Hernández se remueve inquieto sin poder dormir, hasta que en un momento dado se desploma en el suelo. Luego se levanta como puede, se acerca al escusado de la celda y cae por último desplomándose otra vez en suelo entre convulsiones.
ProPúbica afirma que en un comunicado de prensa ese día el comisionado interino de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), John Sanders calificó la muerte de Carlos Hernández como una «pérdida trágica». La agencia dijo que un agente había encontrado a Carlos «insensible» después de verificarlo. “Sanders dijo que la Patrulla Fronteriza estaba ‘comprometida con la salud, la seguridad y el trato humano de quienes están bajo nuestra custodia'». Pero el registro del video muestra que “la Patrulla Fronteriza estuvo muy por debajo de ese estándar con Carlos”.
Y es que la organización de periodismo de investigación, ProPublica obtuvo el video que documenta las últimas horas del joven Carlos, y muestra que “los agentes de la Patrulla Fronteriza y los trabajadores de la salud en el centro de detención de Weslaco omitieron señales cada vez más evidentes y ominosas de que su condición era peligrosa”.
El video del bloque de celdas muestra a Carlos “retorciéndose durante al menos 25 minutos en el piso y un banco de concreto. Lo muestra tambaleándose hacia el baño y desplomándose en el piso, donde permaneció en la misma posición durante las siguientes cuatro horas y media”.
Según “el registro de actividad del sujeto”, de la cámara del centro de detención analizado por ProPública, y mantenido por la Patrulla Fronteriza durante la custodia de Carlos, “un agente lo revisó tres veces durante las horas previas del momento en que cayó inconsciencia de muerte, pero no informó nada alarmante sobre el menor”.
Pero de acuerdo con la fuente, es incierto si estas revisiones ocurren, pues el video fue detenido abruptamente en el momento de la muerte de carlos, y luego reactivado en algún otro momento. CBP no ha querido entregar el video completo para su análisis, dice la fuente.
Funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), que mandan sobre CBP, no dijeron si las escenas grabadas por la cámara durante las últimas horas de Carlos se mostraron en vivo en monitores de video, como es el caso en algunas instalaciones de la Patrulla Fronteriza, y si alguien había estado asignado para vigilar las imágenes de las cámaras ubicadas en las celdas de los detenidos.
“El video y otros registros revisados por ProPublica documentan numerosos pasos en falso durante los días previos a las últimas horas de Carlos en el piso de la celda 199”.
Expertos médicos independientes, dice la fuente, señalaron en particular “la decisión de enviar a un joven de 16 años que padece de gripa a una celda de detención –y con una cama de concreto- en lugar de enviarlo a un hospital, como un error fundamental”.
Hasta el momento no se ha abierto ninguna investigación formal sobre este deplorable caso, el sexto caso fatal, principalmente de niños inmigrantes, aunque también adultos, que mueren bajo la custodia de las autoridades de Inmigración, amparadas por la política de la administración Trump conocida como Cero tolerancia■