El estado de California recortó casi mil millones de dólares de programas de cuidado infantil y pre-escolar en los últimos seis años. Pero el mes pasado, por primera vez desde el inicio de la recesión, el Gobernador Brown aprobó un nuevo presupuesto que destina más fondos a estos programas, en lugar de recortes. Farida Jhabvala Romero reporta desde Berkeley, California.
Más de 60 niños almuerzan en el Instituto para el Avance Hispano del Área de la Bahía, o BAHIA, una organización que provee cuidado de niños de 2 a 10 años de edad.
Se escucha la algarabía de los menores…
Beatriz Leyva dirige BAHIA. Dice que la mayoría de estos niños reciben algún tipo de asistencia del gobierno para su cuidado:
“De los 35 y pico años que ya llevo trabajando en este ramo de educación infantil y cuidado de niños, nunca he visto que no haya necesidad; porque las familias trabajan, quieren ir a la escuela, quieren superarse y tienen niños que necesitan cuidado”
En casi la mitad de los estados el costo de cuidado de niños es mayor que la renta de una vivienda. En California, el costo promedio de cuidado infantil es de 12 mil dólares al año. Es demasiado caro para muchas familias. Leyva dice que en la ciudad de Berkeley, alrededor de dos mil niños están en la lista de espera para programas subsidiados por el gobierno.
La bebé de Nelsy Batista es uno de ellos. Batista es madre soltera y perdió su trabajo cuando estaba embarazada.
“Yo paso, oh my god… se pasa como 10 horas diario tratando de buscar trabajo, tratando de ayudar a mi hija, y luego tratar de ‘aplicar’. Y esa es la cosa, como es muy difícil ¿no?, cuando una tiene un bebé».
Muchas de las familias en listas de espera nunca podrán alcanzar esos subsidios, porque la demanda es mayor que el número de lugares disponibles. Más de100 mil de estos lugares subsidiados fueron eliminados en California desde el 2007.
Nelsy Batista dice que esta realidad la inspiró a unirse a la organización de padres, Parent Voices. Aboga para que el gobierno invierta más en estos programas, y para que los haga de mejor calidad.
Nelsy:
“Si no puedo sacar el child care ahorita, espero que en unos años mi hija pueda estar en una guardería que es como pre-escolar, pero barato, ¿no?”
Batista tiene esperanza por el nuevo presupuesto estatal. El gobierno expandió por 25 millones de dólares el pre-escolar de medio tiempo, y por 10 millones de dólares el cuidado infantil para familias trabajadoras de bajos recursos. Además, mantuvo el financiamiento para CalWorks, el programa que ayuda a familias en asistencia, que están buscando trabajo.
Hope Richardson es analista para el California Budget Project, que busca reformar el presupuesto a favor de familias de bajos ingresos:
“It’s a good first step with this new budget, but there’s a lot of rebuilding that is still left to be done. The reimbursement rates for subsidized child care providers are still very low and waiting lists are still very long for child care. And as most families know, this is one of the most expensive items in the household budget”
(Es un buen primer paso este nuevo presupuesto, pero hay mucha reconstrucción que aún falta por hacer. Las tasas de reembolso para los proveedores de cuidado infantil subsidiado siguen siendo muy bajas y las listas de espera son todavía muy largas. Y como la mayoría de familias saben, esta es una de las cosas más caras del presupuesto familiar)
Richardson dice que invertir en el cuidado de niños y educación temprana produce grandes ganancias a largo plazo, porque prepara a los niños para la escuela, y les permite a los papás trabajar y contribuir a la economía del estado.
Beatriz Leyva, de BAHIA, está de acuerdo. Dice que es esencial que los padres latinos alcen su voz para defender estos programas:
“La inversión que hacemos ahorita para los muy chiquitos, luego la vamos a ver con el logro en el adulto que tenemos en nuestros hijos”.