Indígenas ecuatorianos ganan importante batalla pero no la guerra… cautelosa alegria

Al darse a conocer el acuerdo del gobierno ecuatoriano con los indígenas levantados pacíficamente para derogar el Decreto 833 del FMI. Estallan en júbilo por la su victoria. Foto: Desinformémonos / Facebook.

Al darse a conocer el acuerdo del gobierno ecuatoriano con los indígenas levantados pacíficamente para derogar el Decreto 833 del FMI, estallan en júbilo por la gran victoria. Foto: Desinformémonos / Facebook.

De la redacción

Como se sabe ya, el gobierno del presidente ecuatoriano, Lenin Moreno cedió ante la enorme presión del gran levantamiento indígena que sacudió en días pasados a la opinión pública internacional, al pueblo y a las autoridades de Ecuador, y por extensión al resto del hemisferio. Por lo pronto, obligó a Moreno a derogar el Decreto 833 que firmó su gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que entre otras cosas eliminó el subsidio gubernamental al diésel y a la gasolina en Ecuador, motivo que detonó la rebelión de los indígenas y del pueblo ecuatoriano, analiza en esta esta entrevista con Noticiero Latino de Radio Bilingüe, el filósofo y activista ecuatoriano, Mateo Martínez, a su paso por la ciudad de Nueva York.

Aduciendo “razones de paz y concordia”, y para negociar con las organizaciones sociales las nuevas medidas del derogado artículo segundo del Decreto 833, suscrito con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el gobierno de Ecuador anunció que los subsidios a los combustibles se mantendrán; y que “sólo se racionalizarán y focalizarán para que no se beneficien de ellos quienes no los necesitan o los usan para el contrabando”, dice el documento oficial.

Pero el paquete lleva dentro una anti reforma laboral, un ‘Caballo de Troya’, “que establece nuevos modos de contratación que van erosionando los derechos de los trabajadores, y un montón de incentivos para los empresarios; como exenciones de impuestos y otras medidas que los benefician”, dice Martínez. Es decir, el acuerdo firmado para derogar el Decreto 833 del FMI “es un paquete completamente impopular, que transfiere el costo de la crisis económica a los sectores populares y beneficia las élites”.

Qué pide la gente

Las demandas de los indígenas eran mucho más amplias y, aunque sólo se ha eliminado del paquete la suspensión del subsidio al combustible, «el acuerdo constituye una victoria política del movimiento”, dice el filósofo en esta entrevista. “Pues esto es un recetario del FMI que obliga a Ecuador -y por por extensión a los países subdesarrollados y a las economías emergentes-, a implementar medidas económicas, como las recién derogadas… según ellos para reducir el déficit fiscal, proteger la dolarización, porque Ecuador es un país dolarizado, y para que el Estado deje de subsidiar los combustibles y tenga más recursos”.

En una de las movilizaciones de los indígenas ecuatorianos y sectores populares en la gran movilización que derogó un decreto del gobierno con el Fondo Monetario Intenacional. Foto: de la página de Facebook de Mateo Martínez.

En una de las movilizaciones de los indígenas ecuatorianos y sectores populares en la rebelión que derogó un decreto del gobierno con el Fondo Monetario Intenacional. Foto: de la página de Facebook de Mateo Martínez.

Pero para los movimientos sociales, la izquierda ecuatoriana y el pueblo en general, sostiene enfático Martínez, “suspender el subsidio a los combustibles significa un duro golpe para su calidad de vida… pues el diésel por ejemplo es ampliamente utilizado en el transporte urbano de carga, para movilizar los productos agrícolas y de la pesca, del campo a la ciudad; o la gasolina para los transportes urbanos, públicos y particulares”.

Sin embargo, hay un éxito político también del gobierno en esta lucha, continúa el escritor, “un poco bajo la responsabilidad de las Naciones Unidas, al separar a los indígenas de los trabajadores” en la negociación que llevó al referido acuerdo; “pues para tener más fuerza debieron negociar juntos, ¿no?”.

En el inicio de este proceso “obvio que había muchas sospechas de que el gobierno iba a incumplirlo pactado en el diálogo… a mí me parece que lo que estaba buscando el gobierno era tratar de minimizar la derrota, de ‘salvar los muebles de la casa’… para introducir medidas que si bien no eliminaban los subsidios para todos, sí los focalizaban, digamos”.

Pero los tiempos políticos no le alcanzaron al gobierno para maniobrar, y por eso tal vez terminó derogando el decreto y dejando para después la redacción de otro acuerdo con los movilizados, sostiene Mateo. “Horita los precios de los combustibles volvieron a colocarse en los precios previos a esta crisis, y la gente obviamente está contenta”.

Quién va a pagar los platos rotos

En lo relativo a los presos, los muertos y heridos, así como a los daños materiales Mateo Martínez sostiene que son cabos sueltos todavía. “Muchos hemos hablado públicamente, sobre la necesidad de formar una Comisión de la Verdad, o de algún proceso en el cual se establezcan responsabilidades y también y reparaciones… porque hubieron 8 muertos y miles de detenidos, y más de 300 heridos”. El daño que produjo la represión, afirma, “tiene que ser de alguna manera procesado, o va a provocar una seria fractura social dentro del país… Por eso es necesario que haya una comisión de la verdad, justicia y paz, y reparaciones para todas las víctimas”.

Entre tanto, la situación jurídica de gran parte de los detenidos es confusa. “El problema que hay con las innumerables detenciones arbitrarias es que no siguieron el debido proceso; a algunos detenidos se les sometió incuso a un trato degradante, o a los que estaba heridos los tenían ahí detenidos sin una visita médica ni de abogados ni nada”. A otros, dice, se los llevaron incluso a cuarteles, “en el mejor estilo de las dictaduras». Algunos más, por ejemplo, «lograron ser liberados durante los primeros días de las protestas, cuando no se encontraron evidencias en los cargos de los informes de la policía. Pero muy probablemente muchos continúan, digamos, dentro de un proceso judicial, seguramente por delitos relacionados a ¡sabotaje!”

Mujeres indígenas ecuatorianas al frente en un enfrentamiento con militares y policías en Ecuador. Foto, de la página de Facebook de Adriana Rodríguez Caguana.

Mujeres indígenas ecuatorianas en un enfrentamiento con militares y policías en Ecuador. Foto: página de Facebook de Adriana Rodríguez Caguana.

El mensaje a los mandatarios de América Latina,  al mundo y al FMI

El mensaje a otros países y al FMI es claro y fuerte, dice Mateo. “Cuando –el gobierno- trata de aplicar el recetario del FMI, es que le ha dado la espalda a la población”. Los puntos del acuerdo recién anunciado se conocen muy poco, afirma. «Ni siquiera se han traducido al español. Ni tampoco se han sometido a la Asamblea Nacional para que se pronuncie al respecto; ni a la Corte Constitucional para ver si se están violando derechos constitucionales. Ha sido una cosa completamente de espaldas a la población y al país. Por tanto, no es democrático y tiene como consecuencia la rebelión de la gente”.

La experiencia no es nueva, sino recurrente

En los años 90 pasó lo mismo y los indígenas lograron también bloquear las medidas del Fondo, dice Mateo, y esa experiencia histórica pesa. “Porque se sabe que se puede hacer… ¡tumbamos ya dos presidentes! Esto vuelve a colocar al movimiento indígena, a los movimientos sociales ecuatorianos, a la izquierda, como uno de los principales contradictores del FMI a nivel mundial… El mensaje es claro: la unidad del pueblo, la unidad de la gente en la lucha social es capaz de derrotar al Fondo… no es invencible el Fondo”.

Pero eso es sólo parte de la lucha, dice sin embargo el activcista. “Porque el Fondo muy bien puede rehacerse y formular otras medidas para reemplazar a las que los movilizados estaban exigiendo como parte de este acuerdo técnico… Es la manera como ha operado siempre el poder”.

Con todo, ha sido una manifestación sumamente espontánea, dice el entrevistado, “donde aparecieron y convivieron experiencias de lucha aprendidas digamos por las clases populares, con expresiones de solidaridad; porque cuando llegaba la gente de los pueblos a la ciudad les daban comida, lo que permitía que continuase la protesta”.

No obstante, “esto puede reactivarse en cualquier momento si es que no hay voluntad, sobre todo del gobierno; de ceder, de entender que, medidas antipopulares no pueden ser aplicadas de espaldas a la población”, concluye el filósofo y activista ecuatoriano, Mateo Martínez.

“Yo creo que esto todavía tiene un camino por transitar, para ver incluso si se puede resolver por lo menos esta crisis presente, ¿no? No es fácil derrotar a un organismo como el FMI, con el inmenso poder que tiene. No cabe duda que el acuerdo deja un sabor a viltoria””■

Foto: Facebook / Adriana R. Caguana.

Foto: Facebook / Adriana R. Caguana.

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