De la redacción
California arde, y no es metáfora ni tiene que ver con el clima político que vive el país sino que alude literalmente a los incendios que no cesan y avanzan arrasando todo a su paso. El nuevo incendio en el sur de California, llamado Thomas, es el tercero en poder destructivo y está a punto de convertirse en el segundo más poderoso y oneroso en los próximo dos días gracias a los vientos de Santa Ana, masas de aire caliente que potencian los pequeños fuegos en la maleza de por sí seca y los convierten en pavorosos incendios. Radio Bilingüe ha reportado oportuna y ampliamente sobre este tema.
“Usualmente los vientos de Santa Ana duran dos días», declaró al periódico Los Angeles Times Antonio Negrete, uno de los 8 mil 450 bomberos que se hallan en las líneas de combate al fuego que ha azotado al norte y al sur de California incesantemente durante los dos últimos meses hasta convertir esta espantosa realidad casi en ‘lo normal’.
“El alcance del incendio Thomas continúa inspirando asombro y generando horror… ha arrasado 271 mil acres en los condados de Ventura y Santa Bárbara, destruido más de mil estructuras –muchas de ellas con costos multimillonarios- y dañado a otras 250”, afirma el L.A. Times.
Además, unas 18 mil estructuras adicionales siguen amenazadas y miles de residentes aún no pueden regresar a su hogar. Otros, que lo han perdido todo ni siquiera pueden acogerse libremente a los refugios para damnificados por temor a ser deportados, como son los inmigrantes indocumentados, algunos de los cuales aun corriendo este riego se han empleado sin embargo como voluntarios en las tareas de limpieza y reconstrucción de las zonas devastadas, como también hemos reportado en este mismo espacio, y tambien el medio aliado, Democracy Now.
Esta temporada de incendios ha provocado la mayor movilización de bomberos para combatir cualquier incendio forestal en la historia de California, dice la fuente. «Hemos sido bomberos durante décadas y nunca hemos visto algo como esto», deploró Antonio Negrete.
Los bomberos están acostumbrados a luchar contra el viento, “pero no tanto”, dice este bombero latino, quien además sostiene que este mes en el sur de California se ha roto record en cuanto a incendios que se han convertido en uno solo y continuo, o que han permanecido como “el periodo sostenido más prolongado de advertencias meteorológicas de incendios -12 días consecutivos- debido a los vientos”, que han hecho casi imposible el trabajo de los bomberos. Y hasta el momento se ha erogado “el despliegue más grande de recursos económicos contra incendios en la historia de California”, cuyo costo ha excedido los 130 millones de dólares nada más en trabajos de contención del fuego durante las últimas semanas.
Sin embargo, en medio del humo y las llamas, y también de la falta de lluvia que suele caer en esta temporada, ha surgido una tenue esperanza. Algunos meteorólogos esperan que las llamas puedan atemperarse un poco, que con “los vientos más débiles, las temperaturas más frías y la mayor humedad a principios de esta semana eso deberían ayudar, brindándoles a los grupos de bomberos una breve oportunidad para consolidar algunas ganancias duramente reñidas”, luego de entrar en su tercera semana de lucha contra el fuego. “Mantener a los bomberos con energía resultó un desafío. Están trabajando turnos de tres semanas, y muchos saben que estarán trabajando el día de Navidad”, declaró al Times Dave Bruno, del Servicio Metereológico Nacional.
Por su parte Rachele Oman, una ingeniera de bomberos que viajó desde Utah, espera trabajar durante las vacaciones de Año Nuevo. “Pero ella dijo que no le importa… esto les dará una oportunidad a aquellos que puedan irse a casa para estar con sus familias… se va a necesitar personas que trabajen en este incendio durante todo enero».
El Times afirma de acuerdo con el Departamento de Silvicultura y Protección contra Incendios de California que “Las áreas de preocupación para los bomberos incluyen las comunidades costeras de Santa Bárbara, Summerland y Montecito, así como Matilija Wilderness y Rose Valley… En el lado este del incendio, la amenaza continúa para Fillmore en el condado de Ventura”.
Para los evacuados la ansiedad se ha convertido en un estado de ánimo permanente. “Algunos residentes evacuados no tienen idea si sus casas aún están en pie, muchos de los cuales han sido desplazados por más de una semana. Tal es el caso de Stephen Dougherty, quien “ha estado nervioso desde el 10 de diciembre, cuando él y su esposa dejaron su casa de Montecito para un refugio de la Cruz Roja en la Universidad de California en Santa Bárbara”.
Sin embargo esta familia ha pasado por esto antes. “Esta es la tercera vez en una década que la pareja ha tenido que evacuar su casa” debido a los incendios forestales.
«Es parte de la vida de California», dijo Dougherty a la fuente■