De la Redacción
Hoy, que las condiciones laborales, salariales y de vivienda y trabajo vuelven a esos niveles de antes del éxito de la UFW en aquellos breves años, no hay un mejor momento para estudiar y debatir sobre esa historia y el legado que César Chávez y Dolores Huerta dejaran para el movimiento campesino de California, y eventualmente de la nación, dice Miriam Pawel, ganadora del prestigiado Pulitzer.
Una importante serie de foros de análisis y discusión pública sobre el movimiento campesino de los últimos 50 años tendrá lugar próximamente en la ciudad de Fresno, California, con la participación de cuatro expertos en este tema, pertenecientes a distintos campos del conocimiento humano. Estas discusiones forman parte de la celebración nacional del Centenario del Premio Pulitzer, que la Fundación de California para las Humanidades ha convocado próximamente en todo el estado, a través de la Iniciativa Fogatas Centenarias de los Premios Pulitzer/Pulitzer Prize Centennial Campfires Initiative.
La cosa es que hace 50 años los campesinos del Valle de San Joaquín hicieron historia. A través de la organización y la lucha liderada por César Chávez y Dolores Huerta, los campesinos lograron notables avances en sus niveles de bienestar, que comenzaban a disfrutar con sus familias trabajadoras en California. Pero más de cinco décadas después dichos avances comenzaron a desvanecerse. Nadie iba a imaginar hoy que dicho bienestar alcanzado por los trabajadores del campo en ese entonces, ciertamente como resultado de una larga y dura lucha del movimiento campesino californiano hace poco más de medio siglo, iban a desvanecerse y a retroceder hasta los niveles de miseria, explotación y carencias de antaño, que prevalecen en este gremio hoy día. De esos y estos años hablarán los cuatro panelistas de este quinto foro de la serie.
La rica historia de lucha organizativa será el eje de la discusión. Y el quinto foro centra la discusión en «El Movimiento de Trabajadores Agrícolas en California», que tendrá lugar en el Museo de Arte de Fresno este 28 de septiembre a las 7 pm hora local. Este panel sobre las lecciones del referido movimiento campesino, servirá como una guía para los organizadores y activistas de hoy día, dice Miriam Pawel.
La discusión girará pues sobre cómo el movimiento de los trabajadores agrícolas del pasado puede ayudar a informar al futuro de la agricultura. El panel estará compuesto por el afamado director y fundador de Teatro Campesino, Luís Valdez, quien dirigirá el panel junto con Miriam Pawel, ganadora del presitigiado premio Pulitzer de periodismo. Estarán también en Dawn Mabalon, Profesora Asociada de historia en la Universidad Estatal de San Francisco; y Samuel Orozco, Director de Noticias e Información de la red nacional de emisoras de Radio Pública latina, Satélite Radio Bilingüe.
Un poco de historia
El tramo de la historia al que nos referimos aquí da comienzo luego de una larga y dura batalla contra la explotación de patrones, de paros de labores y de indefensión por parte de las instituciones encargadas de proteger los derechos laborales de los campesinos, considerados entonces como “los hombres y las mujeres olvidados por la economía” del país.
A mediados de la década de los 60, los campesinos del Valle de San Joaquín, liderados por César Chávez iniciaron una histórica marcha que partió con un modesto número de trabajadores del campo desde la ciudad de Delano, y al llegar a su destino propuesto, Sacramento, la capital del estado y el asiento de los poderes en California, la marcha era ya multitudinaria. Grupos religiosos, defensores de derecho civiles, campesinos y activistas inundaron los alrededores del Capitolio en Sacramento para ayudar y aprender de la causa, así como para atestiguar el histórico suceso. Documentos históricos estiman que eran más de 10 mil los asistentes al evento.
Y es que los alcances conseguidos entonces por los trabajadores agrícolas de California, su primera sindicalización como gremio, la Unión de Campesinos (UFW), fundada y liderada por el desaparecido César Chávez y Dolores Huerta fueron sin duda muy importantes para la época, y lo seguirían siendo ahora de haberse mantenido como entonces.
Al constituir la primera Unión de Trabajadores del Campo, la UFW les permitió a estos trabajadores agrícolas ganar un contrato colectivo para regular sus horas de trabajo y su salario, así como otras prestaciones laborales. Con esto César Chávez cobró visibilidad en el nivel nacional, luego de conducir dicha marcha-peregrinación de 350 millas, a un ritmo de 3.5 millas por hora durante unas 10 horas diarias, atravesando más de 50 pueblos entre Delano y Sacramento para concluir frente al Capitolio un Domingo de Pascuas de 1966.
Antes, el 30 de septiembre de 1962 se realizó la primera convención de la Asociación Nacional de Trabajadores Agrícolas (NFWA). Se habían reunido cientos de delegados en un cine abandonado en Fresno, bajo la bandera distintiva del grupo, un símbolo del águila negro sobre un círculo blanco en un campo rojo. Ahí se dio a conocer ese símbolo de la lucha que prevalece hasta nuestros días.
Vale anotar que la marcha-peregrinación se realizó seis meses después de que estallara un paro de labores en los viñedos, conocido como la huelga de la uva, para llamar la atención de la opinión pública y de las autoridades competentes, sobre lo que era su causa: las deplorables condiciones de vida y de trabajo de los campesinos.
Desde el 8 de septiembre de 1965 los trabajadores, en su mayoría filipinos americanos de otro sindicato, el Comité Organizador de Trabajadores Agrícolas, afiliado a la AFL-CIO (ASC), caminaron a la huelga contra los cultivadores de uva en el área de Delano, y pidieron unirse al paro a los miembros de la NFWA, compuesta en su mayor parte de trabajadores latinos, principalmente mexicanos o de origen mexicano, que eran liderados por César Chávez.
Cuenta la historia que el 16 de septiembre, Día de la Independencia de México, la NFWA con las familias de mil 200 miembros vota para unirse a la huelga. Así comienza la huelga de la uva en Delano, que se prolongaría por los siguientes cinco años. Porque aunque la referida marcha había sido un éxito, la huelga de la uva continuó hasta principios de los años 70. Pero fue la marcha-peregrinación de las 350 millas, de marzo y abril, la que empujó La Causa; la causa de la huelga de los trabajadores agrícolas que hizo impacto en la conciencia de la nación, dicen historiadores.
Y es que los trabajadores agrícolas de la nación, históricamente mal pagados, en pésimas condiciones de vivienda, insalubre e insuficiente para cada una de esas familias, se acercaban entonces a los albores de una nueva era de la organización sindical. El jefe de la federación sindical más grande de la nación, AFL-CIO, George Meany predijo entonces que los trabajadores agrícolas pronto trabajarían en una industria sindicalizada, tal como ocurría con otros gremios laborales.
Hoy, que las condiciones laborales, salariales y de vivienda y trabajo vuelven a esos niveles deplorables de antes del éxito de la UFW en aquellos breves años, no hay un mejor momento para estudiar y debatir sobre esa historia y el legado que César Chávez y Dolores Huerta dejaran para el movimiento campesino de California, y eventualmente de la nación, dice Miriam Pawel.
Este foro de discusión sobre las lecciones de la historia y la posibilidad de sacar noticia de ella para fortalecer el movimiento campesino de California, que lucha por el futuro de sus familias y de la agricultura de la nación, tendrá lugar en el Museo de Arte de Fresno, este 28 de septiembre a las 7 pm (Tiempo del Pacífico), y la entrada será gratuita.
El resto de los paneles puede consultarlo en esta página: