Autoridades de inmigración han comenzado a imponer multas por hasta medio millón de dólares a mujeres inmigrantes que se han negado a cumplir con órdenes de deportación. Madres que se han refugiado en iglesias santuario en varias ciudades del país para evitar su arresto han recibido las cartas de notificación. Algunas de las destinatarias de esos castigos los consideran «aberrantes» y «actos de guerra sicológica». De esto hablaron con Samuel Orozco (SO) en Línea Abierta Ingrid Encalada, María Chavalan Sut, Edith Espinal y Jeanette Vizguerra.
Fragmentos de la plática:
SO: ¿De cuánto es la multa y qué plazo le ha dado el gobierno para pagarla?
Ingrid: A mí la multa me llegó de casi 5 mil dólares y pues es algo ridículo realmente esa cantidad que me están cobrando. El plazo son 30 días que tengo que pagar.
SO: ¿Dona María?
María: La carta dice que es de 214 mil dólares. No me dejan trabajar y me mandan -hagg- como un cobro.
SO: Dona Edith, ¿de cuánto es la multa que se le impone?
Edith: La multa que me mandaron a mi es de 497 mil 767 dólares. Tenemos 30 días para responder. Creo que esta carta no nos va a prohibir y no nos va a hacer que nosotros dejemos de seguir luchando para mantener nuestras familias unidas.
SO: Y tengo entendido que esa multa crece día con día. Me parece que la fórmula que se usó para cobrarle esa cantidad es de 799 dólares por día.
Edith: Pues parece que sí. Esa es la cantidad con la que ellos han salido.
SO: Ingrid, por lo visto el presidente Trump se está lanzando contra las amparadas en las iglesias declaradas como santuario. Las está sometiendo a ustedes a asedio, inclusive a peligro de cárcel con estas horrorosas multas. Por lo visto trata de escarmentar con ustedes para que nadie más siga su ejemplo. Aun así ¿Cree que vale la pena el estar en Santuario?
Ingrid: Claro que sí vale la pena luchar por mantener nuestras familias unidas. Yo me siento unida aquí a mi comunidad de Colorado que me está apoyando en estos momentos difíciles. No es tan fácil también vivir tanto tiempo encerrada prácticamente como en una prisión.
SO: Dona Edith, ¿qué tan difícil ha sido esta vida dentro del santuario?
Edith: “Muy difícil porque el mes pasado me perdí la graduación de mi hija que salió de la High School. En el verano pasado mi hijo tuvo que ser internado en un hospital de emergencia y al estar en santuario es perderse la vida alrededor de uno, de su familia.
SO: Jeanette, ¿cómo describe lo que está pasando, estas notificaciones de mega multas?
Jeanette: Como las cosas más aberrantes que ha hecho una administración. De estar dañando a personas, a seres humanos y no sólo a las mujeres u hombres que están dentro de santuario. Vemos cada día las imágenes de los centro de detención en la frontera. De los niños en las condiciones inhumanas. Sigue siendo un juego político de querer decir que está poniendo mano dura a los inmigrantes para volverse a reelegir.
Muchas veces hemos escuchado esa pregunta que está haciendo. ¿Por qué no simplemente tomamos nuestras maletas y nos vamos? ¿Por qué lo deberíamos de hacer?, si la mayoría de nosotros somos americanos, que la gente recuerde que América es un continente no es un país. Muchos de nosotros, nuestras raíces sí son de este continente. En mi caso en el territorio de Colorado fue de México.
¿Por qué debería de dejar después de vivir aquí por más de 25, 27 años…, haber dejado, como decimos, trabajo, sudor, lagrimas, sufrimiento, dinero. Porque hemos dejado mucho dinero al país. ¿Por qué se lo deberíamos de dejar? A lo largo de los años y de las historia todas las razas hemos sufrido un tipo de luchas en esta país.
Lo que nos toca hacer es hacer el cambio. Entonces, este presidente no es la excepción. Hemos sobrevivido a muchas leyes. En el caso de Colorado, tuvimos la SB 90, la 287 g y Comunidades Seguras, que era una bomba de leyes antinmigrantes; la sobrevivimos, la pasamos y ahora somos un estado muy progresista■