De la redacción
Gobernadores republicanos toman decisiones difíciles a medida que Trump empuja la reapertura de la economía, en estados gravemente afectados por el Covid-19. Mientras, legisladores en Washington, D.C. están lidiando con los niveles de la ayuda federal a los estados y el presidente Trump comparte un video con afirmaciones engañosas acerca del coronavirus, diciendo a los estadunidenses que la pandemia tiende a disminuir cuando estados como California primero, y La Florida son hoy epicentro mundial de la pandemia. Mientras, Texas, Arizona y muchos otros estados arden literalmente en las llamas del coronavirus sin que se vislumbre una estrategia nacional para combatirlo.
Ante el escandaloso ritmo al que avanza la propagación del covid-19 en la nación, 66 mil nuevos casos suceden por día. Hoy hay 4 millones 300 mil casos confirmados En Estados Unidos, y casi 150 mil defunciones. California ahora ha rebasado a Nueva York, que fuera un día el epicentro mundial de la pandemia. Hoy California tiene 476 mil casos positivo, y casi 6 mil decesos, muchos menos que Nueva York, que tiene más de 32 mil 300 muertes, o sea, más que todos los referidos estados combinados.
Pero pisándole los talones a California viene La Florida, con 432 mil 739 casos y 5 mil 930 muertes por coronavirus. Es también otro epicentro mundial de la letal pandemia. Vale anotar que la elevada cifra de muertes parece darle un falso glamour a los estados que se pelean por detentar el deshonroso primer lugar en hospitalizaciones y defunciones. Sin embargo, esta aparente competencia arroja sombras sobre otras áreas no urbanas, que está sufriendo en silencio y rascándose con sus propias uñas para sobrevivir a la pandemia. Tal es el caso de las comunidades de trabajadores agrícolas de Immokalee, una zona floridana convertida en el epicentro del epicentro en La Florida.
Línea Abierta le entró al tema y para lo cual invitó al programa a Gerardo Reyes, coordinador de la Coalición de Trabajadores Agrícolas de Immokalee (CIW), y miembro del equipo de WCIW, o Radio Conciencia, la emisora de la coalición.
“Por nuestra parte, todo comenzó con nuestro intento de comunicarnos con las autoridades locales, las autoridades de salud, y también con la oficina del gobernador, pensando que naturalmente nos iban a tomar en cuenta como un punto importante de conexión con la comunidad; con más de un cuarto de siglo organizando aquí en Immokalee. Pero nos dimos cuenta que no iban a hacer caso al llamado que estábamos haciendo desde mediados de Marzo”.
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Continuando sobre la misma vertiente del tema del Covid-19 en los trabajadores del campo de Immokalee, región que ha pasado a ser el epicentro del epicentro mundial de la pandemia, que es La Florida, vale señalar que hasta el momento todos los reflectores apuntan a los centros urbanos de ese estado, donde efectivamente está ocurriendo una catástrofe de dimensiones colosales.
Sin embargo, para los trabajadores del campo, que son las personas esenciales que sostienen la economía, permiten a millones de otros trabajadores tener mejores salarios y laborar desde casa, y además ponen los alimentos en la mesa de los estadunidenses, esos trabajadores agrícolas de Immokalee permanecen en el olvido. Bueno, así sería si los propios miembros de la Coalición de Trabajadores de Immokale no hubieran tomado rápidamente cartas en el asunto, cuando se percataron que las autoridades locales y estatales, y menos aún las federales iban a prestar atención a su monumental problema.
Y desde ese centro fundamentalmente tomatero, el Director de Noticias de Radio Bilingüe, Samuel Orozco invitó también para esta plática en Línea Abierta a la veterana organizadora de la Coalición, Nely Rodríguez.
–¿Cuáles son las dudas, cuáles son los problemas de información que más frecuentemente reporta la audiencia de Radio Conciencia? –pregunta Orozco.
“Horita la única herramienta que estamos usando para estar en comunicación con esos trabajadores aquí en la comunidad, que nos llaman desde su lugar de trabajo, pues sí, hay mucha preocupación… Horita la temporada –agrícola- está baja, pero tenemos trabajadores en otras áreas, como la construcción, donde les exigen la mascarilla para trabajar. Pero ellos dicen, ‘pues sí nos protege la mascarilla, pero los patrones no hacen nada para ayudar y brindarles todas las protecciones necesarias para que sigan trabajando”.
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