Este lunes individuos y grupos latinos presentaron una demanda desafiando los mapas de redistribución de distritos que aprobó la Legislatura de Texas para los escaños en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, apuntalando a los republicanos sin agregar distritos de mayoría latina, a pesar de que los latinos representan el mayor crecimiento del estado con una población de similar tamaño a la población blanca no latina. Un legendario luchador por los derechos civiles de los latinos conversa en este programa de Línea Abierta.
De la redacción
Uno de los fundadores del Partido de la Raza Unida hablnuevo mapa político para los 150 distritos de la Cámara de Representantes de nuevo mapa político para los 150 distritos de la Cámara de Representantesy figura icónica del movimiento chicano por los derechos civiles y electorales de los latinos desde las décadas de 1960 y 70, el Dr. José Ángel Gutiérrez platicó en Línea Abierta con Samuel Orozco, Director de Noticias de Radio Bilingüe.
Gutiérrez, abogado y profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Texas en Arlington, es también miembro fundador de la Organización Juvenil México-Americana (MAYO), y expresidente del Partido de la Raza Unida. Es un incansable impulsor de la participación electoral de los latinos, y en particular los jóvenes, a quienes impulsa a buscar posiciones de representación popular en las estructuras del sistema político de Estados Unidos.
En la plática con José Ángel Gutiérrez, Orozco pone foco en el estado de Texas, “tomando en cuenta que Texas fue la cuna de ese movimiento por aquel entonces, hace medio siglo… y acaba de aprobar un nuevo mapa político para los 150 distritos de la Cámara de Representantes, con el objetivo de proteger a la mayoría de los republicanos para esta década que sigue”.
«En la década pasada la gente de color aportó el 95 por ciento del crecimiento de la población del estado”, señala Orozco. Ahora Texas es un estado donde la población blanca y la latina guardan una proporción muy similar. Pero a pesar de estas tendencias de crecimiento poblacional, «el número de distritos en que los blancos constituyen la mayoría de los votantes elegibles va a aumentar, de 83 a 89 en el nuevo mapa; mientras que el número de distritos con mayoría latina entre los votantes, bajaría de 33 a 30, y el número de distritos con mayoría de votantes negros va a bajar de 7 a 6”.
Amaner de entrarle al tema, Gutiérrez nos remite al origen del término de moda: “En 1812 el gobernador Elbridge Gerry dijo: ‘Cuando vayan a hacer los distritos aquí en el estado de Massachusetts, yo quiero que pongan a todos mis enemigos en un distrito, o en los menos; y que ponga a todos mis amigos en los más distritos que podamos’. Por eso de ahí viene el nombre de Garrymandering”.
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En un lenguaje sencillo y ameno, pero preciso y contundente para llamar las cosas por su nombre, José Ángel Gutiérrez recuerda aquí los varios intentos de los chicanos para conformar un partido, hasta que pudieron formar el Partido de la Raza Unida, dado a conocer formalmente en su Primera Convención estatal en San Antonio, Texas.
Uno de los temas que ha figurado desde el inicio del Partido de la Raza Unida es la lucha por ganar el derecho al voto en Texas, dice Orozco. “Y menciono en particular Texas no sólo por ser la cuna del Partido de la Raza Unida, sino por ser el estado que se considera Zona Cero de la batalla nacional sobre el ‘gerrymandreo’; o sea el manejo chapucero de los mapas políticos para que no sean los votantes los que elijan a sus representantes, sino los políticos quienes escojan a sus votantes”.
Siendo también autor de casi una veintena de libros, Gutiérrez comparte aquí las reflexiones sobre la travesía de este sueño o proyecto político de los chicanos, que desde la segunda mitad del siglo pasado formaron dicho partido “encaminado a llevar los latinos al poder político, con representación justa y, en su momento, pintar la Casa Blanca de color café”, recuerda Orozco lo que ha dicho con sus propias palabras en esta plataforma el Dr. José Ángel Gutiérrez.
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Respecto al tema de la migración, y como escuchamos al Dr. Gutiérrez mencionar al líder chicano, Don Bert Corona, defensor de los inmigrantes y fundador de varias organizaciones de defensa de los derechos civiles, y originario de El Paso, Texas, Samuel Orozco ubica a Corona entre los más distinguidos líderes del movimiento chicano. “Al hablar de los derechos civiles del pueblo chicano, mucho se piensa en César Chávez, en Reies López Tijerina, Corky González, tú mismo, José Ángel Gutiérrez, pero poco se habla de Bert Corona… veterano de muchas batallas”.
–¿Dónde encaja Bert Corona, en el universo del movimiento, cómo lo miraban ustedes en los año 60? –pregunta Orozco.
«No pues otro grupo, enorme que se ignora en la historia y que nunca se le da crédito, ya sea en la mayoría del trabajo, son las mujeres. Bert Corona empezó con Josefina Fierro allá en Los Ángeles, California, se llamaba la Organización del Pueblo Unido… defendiendo siempre a los mexicanos”.
Además, José Ángel Gutiérrez echa un vistazo a las discusiones internas de los miembros del Partido de La Raza Unida, y la estrategia de tener que insertar candidatos y asuntos en las plataformas de otros partidos “menos peor” pero en defensa de sus intereses políticos y económicos, ante la imposibilidad o altísima dificultad para incluirlos en la boleta electoral por cuenta propia.
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Durante medio siglo José Ángel Gutiérrez ha venido proponiendo principalmente a los jóvenes, por qué no ser ellos mismos sus propios líderes, dirigir sus propios destinos, dice Orozco. “… En vez de ser gobernados pasar a ser gobernantes”. Y señala el novedoso y pertinente proyecto que Voto Latino acaba de lanzar, Run for Something, que a través de una aplicación móvil o electrónica incentiva y facilita a los jóvenes un forma de buscar posiciones de representación popular para enfrentar desde dentro propio del sistema político los asuntos más apremiantes de sus comunidades locales.
Gutiérrez aplaude y da la bienvenida a este audaz proyecto. Pero también lamenta lo que en su opinión es la ausencia de un plan para diseñar el camino de los latinos hacia futuro, por parte de las organizaciones de perfil nacional, de abogacía y defensa de la comunidad latina.
Y por último Gutiérrez ha estado escarbando en los archivos del FBI para desenmascarar “el sucio trabajo de espionaje, de desacreditación y de destrucción contra los más reconocidos líderes del pueblo mexicano”, como César Chávez, Ernesto Galarza, Luisa Moreno, en fin, dice Orozco; y señala que el mismo Gutiérrez ha sido vigilado por el FBI también, y que ha escrito una serie de libros sobre este tema, cuyo tercer último y último volumen se llama “FBI files on Mexicans and Chicanos 1949 – 1980. The Eagle is watching”.
–¿Es posible calcular el daño que hizo el FB con esa labor?
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