Pintura alegórica de los mártires jesuitas en el Salvador. Foto: https://countervortex.org/.
Concluyó en Madrid, España, la primera fase del histórico juicio en contra del ex coronel salvadoreño, Inocente Orlando Montano, implicado en el asesinato de cinco sacerdotes jesuitas en 1989 al finalizar la guerra civil en El Salvador. Contra el ex coronel, que fue extraditado desde Estados Unidos, la fiscalía pide 150 años de cárcel. Nuestro director de noticias, Samuel Orozco (SO) platicó con la jurista Almudena Bernabeu (AB), principal procuradora del caso y reconocida perseguidora de criminales de guerra.
Pasaje de la entrevista
SO: En este juicio aparece como acusado el Coronel Inocente Orlando Montano ¿Cuáles son los cargos que pesan sobre el Coronel Montano, cómo fue posible hacer que se presentara en Madrid?
AB: Dándose la circunstancia de que 5 de los jesuitas asesinados son de origen español, aunque llevaban desde los años 50 residiendo en el Salvador y sin embargo siempre retuvieron la nacionalidad española, y desde una ley en España que permitía que cuando hubiera víctimas españolas, siempre y cuando estuviéramos hablando de crímenes internacionales de la naturaleza del crimen de lesa humanidad, de tortura…, en este caso la masacre, que es un crimen de guerra incluso porque es en el contexto del conflicto armado o la Guerra Civil salvadoreña, que los tribunales españoles pudieron ejercer la jurisdicción sobre la causa. Los cargos se han visto reducidos a asesinatos terroristas, que es una calificación jurídica pero que permite el Código Penal español, y que digamos agrava la calidad del asesinato, porque definitivamente en este caso es una operación militar por parte de las fuerzas armadas salvadoreñas; y el Coronel Montano tiene cinco cargos que le conllevan una pena que le solicitamos tanto a la fiscalía, como a nosotros como particulares, de 150 años.
SO: Hay que hacer notar que el gobierno de Estados Unidos no es ajeno a este crimen. Tengo entendido que los que cometieron la masacre fueron militares de élite entrenados en las escuelas de guerra de Estados Unidos y que además realizaban asesorías para fuerzas de El Salvador. ¿Qué tan grande sientes que es la responsabilidad de Estados Unidos, ya sea por asociación, por complicidad o por tolerancia a lo que han cometido estos genocidas?
AB: Es innegable la complicidad del gobierno de Estados Unidos, de las administraciones del presidente (Ronald) Reagan en particular. Con muchas voces que disentían desde el Congreso naturalmente, pero con ayuda militar cubriéndose los ojos, para no ver o para negar incluso activamente las violaciones de derechos humanos cometidas tanto por las fuerzas armadas salvadoreñas como por las fuerzas de seguridad. A pesar de los reclamos de organizaciones de derechos humanos de la comunidad internacional.
SO: El juicio se reanudará en el mes de julio, volverán las sesiones al tribunal… ¿Puedes darnos una idea del curso previsible en el juicio?
AB: Nosotros arrancamos de nuevo la segunda fase el día 8 de julio a las 10 de la mañana, con testimonio que luego se presenta toda la primera fase documental, etcétera, y a certificar, y por último los peritajes. Está previsto que dure aproximadamente 8 días. Para terminar al rededor del 13 al 15 de julio, que estaríamos terminando si no hay ninguna sorpresa en el calendario del tribunal, con los testigos, y de ahí la sala se retira a deliberar y habría sentencia…, quiero pensar que a finales de julio, podría haber una sentencia. Pero eso nunca se puede asegurar, es un panel de tres jueces que tienen que decidir por mayoría absoluta y después uno de ellos tiene que emitir opinión escrita pero que se retransmite oral. Es importante que la gente sepa que estos juicios pertenecen a la gente, y a sus pueblos en particular; y a la comunidad salvadoreña donde se encuentre. El juicio se va a retransmitir en directo, a manos de la televisión pública vasca, que lo ha venido haciendo muy bien, y parece que tuvo mucho éxito en las primeras sesiones, a las que se le hizo mucho seguimiento■
