Un río de fierro clandestino pero que todo el mundo observa fluye de norte a sur a través de la frontera de Estados Unidos hacia México, inundando el mercado negro de armas de fuego que refuerza el poder letal de crimen organizado. Tal es el hecho que aterrorizó a la población de Caborca, un poblado de más de 100 mil habitantes en el desierto de Sonora, donde sicarios armados hasta los dienes asesinaron a varios de sus ciudadanos y mantuvieron un aquelarre de violencia, durante toda una noche, aterrorizando a los pobladores caborquianos y matando a dos de sus ciudadanos. Esta increíble historia de horror es narrada aquí en Línea Abierta por un testigo presencial.
El crimen organizado cuenta con un poder casi absoluto en algunas zonas de México, por la impunidad con que actúan ante la indiferencia de las autoridades y por el alto poderío bélico de su armamento, que proviene de Estados Unidos, aparentemente sin control. Al parecer, han impuesto su voluntad criminal por encima el poder militar y policial.
Esto quedó demostrado recientemente con el acto de auténtico terror al que una banda de sicarios del narco sometió al poblado de Caborca, atacándolo y atemorizándolo durante toda una noche, que terminó con el asesinato de dos de sus ciudadanos sin que autoridad alguna los haya salido a defender, dejando a esa población indefensa aunque por ley hubieran tenido que defenderla.
“Los vecinos de Caborca vivieron largas horas de terror, y una situación que todos describen como la de zona de guerra. Luego de que decenas de sicarios de un poderoso cártel del narco, enseñoreado en esa región, ocuparon sus calles con rifles de alto poder y con lanzagranadas. Asesinaron a dos vecinos, destrozaron casas que balancearon a diestra y siniestra con ráfagas de ametralladora, y secuestraron a un número aún por determinar de personas”, relata Samuel Orozco, Director de Noticias de Radio Bilingüe en Línea Abierta.
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Tras la violenta incursión del convoy de decenas de vehículos del narco que con más de 100 sicarios armados hasta los dientes aterrorizaron esa noche Caborca, «causando además cuantiosos daños a casas y edificios averiados por las ráfagas de las ametralladoras», señala Orozco, prevalece la sorpresa nacional e internacionalmente, al preguntarse ¿por qué no intervinieron las autoridades?
Luís Castillo, reportero del programa Contenido 360, de TV por Internet, platicó con Samuel Orozco desde el lugar de los terroríficos hechos en Caborca, brindando un testimonio sobre esos hechos sangrientos que conmocionaron a una comunidad entera.
«Caborca es una region en medio del desierto, precisamente la última ciudad en el gran desierto de Sonora… y aquí se produce, por ejemplo, la producción número uno de oro en México. Es la mina más grande de oro a cielo abierto en México…».
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La noticia trascendió fronteras y a nivel internacional dejó a medio mundo con la boca abierta el sospechoso hecho de que las autoridades policiales de todos los niveles, la Guardia Nacional y hasta el propio ejército hayan sabido de la in incursión a Caborca del referido convoy con armamento de alto pode destructivo y no hayan dicho nada, retoma Orozco.
–¿Qué es lo que pasa aquí, será que siguen una política de dejar que se maten entre ellos? ¿Cómo se explica esta inacción, por parte de las autoridades? -pregunta Orozco
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Este es el México dominado por el narco, que doblega a las autoridades, policiales y del ejército, por el alto poderío bélico y la impunidad con que actúan a plena luz del día sin que nadie los detenga. Y como dice el dicho popuplar: «Tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos», de donde baja el poderoso y letal «rio de fierro», que aterroriza a poblaciones enteras.