Hay esperanzas para los 6 millones de personas en Estados Unidos con Alzheimer

Reunión terapéutica con personas con signos de pérdida de memoria o Alzheimer incipiente o leve. Foto: Asociación del Alzheimer.

Reunión terapéutica con personas con signos de pérdida de memoria o Alzheimer incipiente o leve. Foto: Asociación del Alzheimer.

Marco Vinicio González

El Alzheimer es un tipo específico de la demencia cuyas causas no sólo responden al envejecimiento de las neuronas cerebrales. Hallazgos científicos recientes ligan la pérdida del olfato y la hospitalización en unidades de cuidados intensivos por el Covid, con predicciones tempranas de demencia; como pérdida de memoria y cognitiva en edades mayores.

Para comentar los datos de un informe sobre el Alzheimer 2022 Línea Abierta entrevistó aquí a la Dra. María Carrillo, neurocientífica Directora de la Asociación de Alzheimer en Chicago Illinois.

“Es normal que todo el cuerpo, incluido el cerebro va cambiando con la edad. Lo importante es saber cuándo son normales estos cambios que pasan con el transcurso de los años y cuándo son alarmantes”. Hay 10 señales, dicela Dra. CArrillo, que los anticipan y demandan la atención de un médico”.

La pérdida recurrente de las llaves de la casa o del auto suelen ocurrirle a todo mundo por las prisas… el estrés, dormir mal, la fatiga, etcétera… la persona puede recorrer sus pasos hacia atrás para recordar. Pero alguien con cambios de memoria más preocupantes, “no puede retroceder esos pasos ni encontrar esas llaves en un lugar donde normalmente las ubicaría”.

La ciencia puede encontrar hoy cambios de memoria asociados con una forma de demencia… o encontrar esos rasgos “que tal vez son reversibles, como el mal dormir, o la falta de un nutriente como la vitamina B12 o la depresión, que también se puede tratar”.

¿Quiénes están más propensos a que este deterioro cognitivo resulte en Alzheimer? –pregunta Chelis López, conductora de Línea Abierta.

Los riesgos para la demencia general, y claro del Alzheimer, que es el tipo más común de la demencia, “vienen siendo condiciones cardiovasculares”. O sea, presión alta, colesterol alto y la diabetes.

Comúnmente estas condiciones son más prevalentes en los latinos y afroestadunidenses en Estados Unidos, que en las personas blancas, dice la Dra. Carrillo. “Los latinos tenemos 1.5 más posibilidades de tener Alzheimer, principalmente por la diabetes”.

¿Qué se puede hacer para revertir estos números en la comunidad latina?

“Es importante saber que si uno no tiene diabetes o estas enfermedades cardiovasculares, hay que evitarlas. Controlar nuestro peso, aumentar nuestra actividad física con ejercicio, y conocer esos números para saber que no estamos moviéndonos hacia unos números peligrosos”.

Y si ya tiene uno esas condiciones prevalentes, “es importante trabajar con su médico y saber que sus medicamentos las están controlando ya… comer muchas menos grasas peligrosas y mejor aumentar las grasas más nutritivas y mejores para el corazón, que viene siendo el aceite de oliva, el aguacate y comer menos carbohidratos. Mantener nuestra mente activa. Su cerebro es otro músculo que hay que trabajar”.

A veces nos da miedo el diagnóstico o nos da un poco de vergüenza porque asumimos que es parte de estar envejeciendo… ¿Qué están haciendo los profesionales de la salud frente a esto?

“Desafortunadamente nuestros médicos no están haciendo lo suficiente. Algunos si les preguntan a sus pacientes cómo siguen de su memoria, pero muy rara vez en nuestra visita anual, que hay que hacer todos los años… la profesión médica se ha enfocado mucho del cuello para abajo… pero el cerebro es sumamente importante. Y si no les preguntan, nosotros debemos preguntar… tenemos ese derecho, hay que pedir ver a un especialista que pueda hacer ese tipo de evaluación”.

¿Qué otro tipo de cosas podemos hacer para fortalecer la salud del cerebro, de la memoria?

“Tener un diagnóstico del deterioro cognitivo leve puede beneficiar mucho… En nuestro último congreso médico no destacaron la enfermedad, mientras estaban haciendo ejercicio a lo largo de un año; actividades moderadas de bajo esfuerzo, como estiramiento, o la nutrición, para cambiar la trayectoria de la pérdida de memoria”, destacó un estudio con 700 personas.

El informe analizó el impacto de la pandemia de COVID-19 en personas que ya tenían Alzheimer y otras demencias, dice López.

“Algo que tenemos que tomar todos en cuenta, es que -el confinamiento- es muy difícil para una persona mayor, para su desarrollo cognitivo. Porque muy rápidamente la depresión, el aislamiento puede afectar la cognición y la memoria… una estancia en cuidados intensivos también puede significar riesgo más exagerados para el desarrollo de la demencia… especialmente en personas con esas condiciones prevalentes, como la diabetes”.

¿Qué tanto se avanzado en los tratamientos y medicamentos que pueden demorar la progresión del Alzheimer o de algún otro tipo de demencia?

“Para nosotros este momento está lleno de esperanza. Porque tenemos varios ensayos clínicos que van a reportar resultados en los próximos 6 a 12 meses, que tal vez nos puedan decir que podríamos hacer cambios biológicos a las proteínas que están cambiando en el Alzheimer, y dilatarlo. Y ya tenemos uno aprobado, que ahorita desafortunadamente no lo cubren las aseguradoras. Pero nos da señales de que estamos haciendo progreso para cambiar la trayectoria de esta enfermedad”■

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