De la redacción
Como se sabe, en una votación de 245 contra 132 la Cámara de Representantes aprobó el martes una resolución para terminar la declaración de Trump, de una emergencia nacional en la frontera de Estados Unidos con México. Con esto, ahora la pelota pasa a la cancha del Senado, que tendrá que votar sobre el tema.
El voto de la Cámara de Representantes para detener la declaración de emergencia nacional de Trump fue una fuerte reprimenda al presidente, que catapulta dicha resolución a una próxima votación en el Senado y aumenta la presión sobre los senadores republicanos para hacer lo correcto, dice un comunicado de America’s Voice.
Pili Tobar, el subdirector, señala que los republicanos del Senado deben “… decidir si van a respetar el sistema de controles y contrapesos constitucionales del sistema político estadunidense, o si van a inclinarse por la lealtad ciega y partidista a “un Trump débil y desquiciado”, porque la declaración de emergencia “es inconstitucional, impopular y totalmente falsa”.
Las principales voces conservadoras, señala el comunicado, “nos recuerdan que no queda ninguna justificación para la decisión de Trump, de anular los deseos explícitos del Congreso” y emitir la declaración de emergencia. Las únicas emergencias reales, sostiene, “son las causadas a lo largo de la frontera por esta administración, como el trauma actual que creó su política de separación familiar y los cientos de niños que permanecen separados de sus padres meses después de que los tribunales ordenaron a la administración que pusiera fin a esa política”.
Es hora de que el Senado se una a la Cámara de Representantes, añade America’s Voice, “y apruebe la resolución que bloquea el control del poder del Presidente Trump, y vuelva al trabajo real; no al teatro político diseñado para aliviar el frágil ego y la presidencia».
Hoy, la publicación Politico informa que los republicanos del Senado de hecho están sintiendo la presión, y tuvieron un almuerzo “controvertido” ayer con el vicepresidente, Mike Pence, en donde presentaron un “desacuerdo abierto” sobre la declaración de Trump, “y si se debe apoyar la resolución”.
Pence se aría el martes a “un muro de resistencia” de los republicanos del Senado, continúa Político, basado, dice, en múltiples fuentes del Partido Republicano, “mientras intentaba vender la declaración de emergencia nacional del presidente Trump en la frontera sur”.
El enfoque del Partido Republicano en dicho almuerzo generaría más dudas entre los republicanos del Senado, acerca de “si la administración federal podrá contener las deserciones en una votación crucial”, para bloquear al presidente en las próximas semanas.
Hasta 10 senadores republicanos podrían apoyar una resolución de desaprobación “si se celebrara una votación hoy”, afirma America’s Voice, según cuatro senadores del Partido Republicano que “asistieron al almuerzo y escucharon las quejas” de sus correligionarios. Eso es mucho más de los cuatro senadores que necesitaban para aprobar la legislación por mayoría simple “y para obligar a Trump a emitir el primer veto de su presidencia».
Según el USA Today, la gran mayoría de republicanos de la Cámara de Representantes que votaron en contra de la resolución ayer transmiten un mensaje firme al Senado:
«Al ponerse del lado de Trump el martes, después de acumular tanta impugnación contra Obama, los republicanos de la cámara baja, en lo que sólo puede llamarse una moda patética, han violado sus juramentos a la Constitución y no han podido defender al Congreso como una rama de igual poder que el gobierno”, deplora la fuente.
Por su parte el periódico The Buzz, de Tampa Bay, Florida, “El representante Francis Rooney, de Nápoles, fue uno de los 13 republicanos que se unieron a los demócratas contra la orden de emergencia del presidente.
La fuente se pregunta, ¿por qué este republicano de La Florida votó para terminar la emergencia nacional de Trump?
«He votado a favor de la resolución porque creo en el estado de derecho y la estricta adhesión a nuestra Constitución. Somos, como dijo John Adams, ‘una nación de leyes, no hombres’… Los fines no pueden justificar los medios. Eso es exactamente lo que quieren los socialistas”■