Bajo intensa presión política de la Casa Blanca, de los demócratas y de los votantes latinos, líderes republicanos de la Cámara Baja exhortaron a sus miembros a apoyar una reforma migratoria o arriesgarse a derrotas políticas. La gran cuestión es: ¿Escuchará el sector más conservador el llamado, o protagonizará un acto de rebeldía? José López Zamorano reporta desde la ciudad de Washington.
Se escucha la voz de un pastor:
“Manda fuego señor para renovar sus corazones”
Con las manos en alto, como si invocara una fuerza superior, cientos de partidarios de la reforma migratoria sumaron energías para persuadir a los republicanos de la urgencia de una reforma migratoria.
Bajo la guía de un pastor evangélico, familias enteras de hispanos, algunos con niños en brazos desafiaron las altas temperaturas y la humedad del verano para darle un rostro humano a su reclamo, dirigido hacia el líder republicano de la Cámara Baja, John Boehner.
“Que no tenga miedo, que ponga la propuesta, que ejerza su liderazgo”, dijo Leni.
Leni González es líder de la Coalición de Organizaciones Latinas de Virginia:
“Y que haga que se discuta la propuesta del Senado y que la voten”
En la acera de enfrente, en un salón en el sótano del Capitolio, Boehner instaba a más de 200 republicanos a aprobar alguna reforma migratoria o de lo contrario ser afectados electoralmente; aunque dejó en claro que no será la (propuesta) del Senado ni en su contenido ni en su calendario.
“Una vasta mayoría de nuestros miembros creen que tenemos que batallar con este problema. También creen que necesitamos un método paso a paso, de sentido común… y el primer paso es asegurar las fronteras y hacer cumplir la ley”, sostuvo Boehner.
Entre las opciones de Boehner está una reforma sin ciudadanía, o limitada a los jóvenes soñadores. No todos los republicanos tienen un incentivo electoral para aprobar una legislación, pese al revés electoral del 2012. Siete de cada diez representantes de su partido fueron electos en distritos de mayoría blanca no hispana.
Por ello, al otro extremo de la Avenida Pensilvania, el Presidente Barack Obama se reunió en la Casa Blanca con el Grupo Legislativo (caucus) Hispano, para instarlos a defender la reforma migratoria con argumentos económicos y no políticos.
Jay Carne es el portavoz presidencial:
“Es claro que existe una coalición amplia para apoyar reformas de sentido común, y estamos complacidos que la Cámara Baja reconozca que la inacción no es una opción”
La Casa Blanca promoverá un documento que exalta el positivo impacto de la reforma migratoria en el crecimiento de la economía; la creación de empleos, la innovación y la seguridad social, a fin de apuntalar la presión a los republicanos, según explica el demócrata, Joe García:
“La meta es que llegue un proyecto de reforma integral al pleno de la cámara (baja) federal. Sabemos que si llega al pleno un proyecto de esta naturaleza se va a aprobar”
Los partidarios de la reforma migratoria desean que los republicanos aprueben su propia versión antes del receso de agosto, pero ese calendario parece poco realista aún para los republicanos que apoyan la reforma migratoria, como Mario Díaz-Balart.
“Yo estoy optimista de que el final de este proceso vamos a encontrar los votos, pero va ser un proceso largo”, dijo Díaz-Balart.
Es claro sin embargo que los aliados demócratas no están dispuestos a aceptar un juego de dilaciones por parte de los republicanos. Gonzalo Salvador es portavoz de la AFL-CIO, la mayor central sindical de Estados Unidos.
“Nosotros estamos listos para montar una campaña de publicidad en todos los distritos de los republicanos, atacándolos por no apoyar la reforma y en caso que se sigan oponiéndose, movilizaremos a nuestros miembros para que vayan a sus distritos, a abogar en contra de ellos para que no sean reelectos”
Para la Edición Semanaria del Noticiero Latino, Desde Washington, DC, reportó José López Zamorano
Foto: 1 Mayo NYC cortesía de Claudia Villegas