Gobierno federal no cumplirá orden de juez para reunir a niños separados de sus padres en la frontera

Niños detenidos en la frontera, presos en cárceles distantes a las de sus padres y madres. Foto:  Oficina del representante  Henry Cuellar

Niños detenidos en la frontera, presos en cárceles distantes a las de sus padres y madres. Foto: Oficina del representante Henry Cuellar

De la redacción

Los 37 padres de los que se desconoce su paradero forman parte de 914 casos que no son elegibles para la reunificación antes de hoy jueves. El gobierno dijo en una deposición que ha reunido 879 niños con sus padres. Otros 538 padres han sido programados para reuniones y todavía están a la espera de transporte. Según un informe del Departamento de Salud de Nueva York (DOH), aunque sean reunificados con sus padres, los efectos a largo plazo en los niños y sus familias serán permanentes y devastadores.

Hoy 26 de julio se cumple la fecha límite que otorgó al gobierno federal el juez Dana Sabraw, de la corte de distrito en San Diego, California, para reunir a 2 mil 551 niños con sus padres indocumentados separados en la frontera con México en los últimos meses. De esta cantidad, hasta el fin de semana y por diversas razones el gobierno sólo había reunido a mil 12 menores con sus padres y madres (las cifras difieren de acuerdo con la fuente).

El incumplimiento del gobierno pone de manifiesto la falta de interés y el desprecio de la administración Trump por la vida de estas familias migrantes, principalmente centroamericanas, además de la inoperancia de las agencias federales para resarcir el profundo dolor infligido a estos migrantes que huyen de la violencia, la miseria y la muerte a manos de pandillas sanguinarias que extorsionan y matan a la sociedad en esa convulsionada región del sub hemisferio.

Como pudo verse, en desafortunadas declaraciones que intentaban justificar la cruel separación de estas familias la Secretaria del Departamento de Seguridad Interior, Kirstjen Nielse dijo en días pasados a la prensa que “para que se vinieron” a Estados Unidos.

De acuerdo a un documento ingresado en la corte por el gobierno federal, 463 padres indocumentados aprehendidos en la frontera ya no se encuentran en este país, y no se ha podido especificar cuántos de ellos fueron deportados y cuántos salieron de forma voluntaria.

Las deportaciones expeditas de una quinta parte de los progenitores de los niños en desgracia elevan serias dudas sobre si entendían completamente que estaban siendo deportados sin sus hijos. Pero los abogados del gobierno sostienen que los inmigrantes adultos detenidos en la frontera abandonaron Estados Unidos con rapidez y de manera voluntaria sin sus hijos.

El número exacto de familias que aún no han sido reunidas, 463, sigue estando «bajo revisión», agregaron los abogados del gobierno, y estas cifras podrían cambiar en el curso de las siguientes horas. La novedad, sin embargo, es que estas revelaciones se están haciendo por primera vez. El gobierno ha reconocido que cientos de familias migrantes enfrentan “formidables barreras” burocráticas, y la crueldad de la política de cero tolerancia del gobierno en la vigilancia de la frontera.

El gobierno ha deportados a cientos de migrantes indocumentados sin sus hijos, porque considera que estos padres no son aptos para reunirse con ellos, por hallarse presos en cárceles de este país y/o tener antecedentes penales; como haber cruzado la frontera de manera ilegal, aunque haya sido sólo para entregarse a las autoridades de fronteras en busca de asilo, conducir sin licencia o bajo la influencia del alcohol, entre otras causas.

Por cierto que en medio de esta crisis humanitaria creada por la administración Trump, el Departamento de Justicia ordenó retirar la violencia doméstica y de pandillas como razones para otorgar el asilo. Aunado a esto y a las distancias, así como a la pobreza de los migrantes atrapados en esta deshumana situación, lo más probable es que muchas de estas familias restantes no podrán reunirse sus hijos en mucho tiempo, años quizás, o inclusive nunca, opinan expertos.

De los 2 mil 551 niños separados de sus familias en la frontera, el gobierno piensa que a lo sumo será viable reunificar sólo a unos mil 600, lo que cataloga como elegibles dentro del plazo fijado para hoy jueves por el juez Dana Sabraw, quien a cargo de la demanda colectiva entablada por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), consideró que ni siquiera ha habido un sistema todavía para rastrear a padres e hijos tras ser separados en la frontera por la política de “tolerancia cero” contra la inmigración ilegal.

“Esas son las consecuencias que estamos viendo. Parece que hay un gran número de padres que no han sido contactados o que pudieron haber sido expulsados sin sus hijos”, señaló Sabraw a The New York Times.

Agregó el juez que esto es una “preocupante realidad” que ha quedado en evidencia durante este litigio; a lo que se suma otro grupo de al menos 37 padres cuyo paradero es desconocido, de acuerdo a la información proporcionada por el propio gobierno federal.

El Departamento de Justicia (DOJ), afirmó ayer que unos mil de estos niños que se encontraban en custodia de autoridades de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE), ya han sido entregados a sus padres o a algún otro familiar.

Royce Murray, directora de política del American Immigration Council, quien ha visitado tres centros de detención en El Paso, Texas, que mantiene a los padres separados, dijo que la reunificaciones “a menudo ocurren en los estacionamientos y en el medio noche, y prácticamente todos los adultos con brazaletes en los tobillos”, con los que ICE puede realizar un seguimiento de su ubicación, dice por su parte The Guardian.

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