NY al frente de los derechos de los trabajadores del campo

Trabajadores que pizcan las fresas en campos de cultivo muchas veces de sol a sol. Foto: https://coimpact.givkwik.com.

Trabajadores que pizcan las fresas en campos de cultivo muchas veces de sol a sol. Foto: https://coimpact.givkwik.com.

De la redacción

“Las elecciones traen consecuencias”. Esta frase ha cobrado  vigencia en las últimas semanas con la llegada  al poder político en Nueva York en 2018, de una nueva generación étnicamente diversa, de progresistas legisladores demócratas que le quitaron el poder político que por varias décadas mantuvieron los republicanos en la Legislatura. Y es que la Asamblea y el Senado aprobaron la AB 8419, o Ley de Prácticas Laborales Justas para los Trabajadores Agrícolas, que por primera vez reconoce -casi todos- los derechos laborales a los trabajadores del campo neoyorquino.

“A pesar de la oposición de la poderosa industria agrícola del estado, se espera que el gobernador Andrew Cuomo firme la ley” AB 8419, dice el programa Línea Abierta. Ahora con la propuesta aprobada por el Senado y la Asamblea estatales de Nueva York,que en días pasados aprobaron la medida en una votación del Senado 40-22 el 19 de junio, y de la Asamblea 84-51 ese mismo día, ahora los trabajadores del campo en el estado de Nueva York podrán sindicalizarse.

Y aunque todavía no conquistan el derecho a huelga, los campesinos podrán cobrar horas extra y beneficios por desempleo, y tomar por lo menos un día de descanso a la semana además de otras provisiones legales. Muchos de los beneficiados son trabajadores inmigrantes, y otro tanto son jornaleros indocumentados.

Leyes como la AB 8419 no son nuevas en Estados Unidos, pues California dio el derecho de sindicación y de huelga a los trabajadores agrícolas en 1975, sin que desde entonces esto haya entrado en conflicto con los programas federales de Inmigración. Pero no todos los estados cuentan sin embargo con una legislación que protege a los campesinos como lo hará ahora la Ley de Prácticas Laborales Justas para los Trabajadores Agrícolas, la AB 8419 de Nueva York.

Resulta que desde sus orígenes el proyecto de ley tenía como objetivo abordar las experiencias presentadas por los trabajadores agrícolas en las últimas décadas. De hecho, antes de que se aprobara, una versión de esta legislación había venido flotado en la Legislatura estatal durante más de 20 años. Para abrirse camino, hubo que hacer concesiones, como elevar el tope de horas trabajadas por semana, a partir de las cuales se comienza a pagar horas extra; en lugar de 40 horas semanales, por lo pronto serán 60. Porque dicen que la ‘naturaleza’ del trabajo típico de una granja dificulta reducir la jornada a 40 horas por semana para empezar a ganar horas extra.

Con todo, “tenemos en puerta, a punto de ser firmada por el gobernador la histórica ley que pone a los trabajadores del campo en ese estado más al parejo que los de las demás industrias; concediendo el derecho a agremiarse, concediendo el derecho a firmar un convenio colectivo, a pago de horas extra, a seguro de desempleo y a otros derechos más”, dice Samuel Orozco, director de Noticias de Radio Bilingüe.

Para Armando Elenes, Secretario-Tesorero de la Unión de Campesinos (UFW), con sede en Bakersfield, California, e invitado de Línea Abierta, la pieza legislativa AB 8419 que está a punto de convertirse en la ley agrícola de Nueva York apenas la firme el gobernador Andrew Cuomo, “es un primer paso… grandísimo… que viene a hacerle justicia al trabajador del campo históricamente excluido” de los beneficios conseguidos por trabajadores de otros gremios. La Unión de Campesinos, UFW, dice sentirse “contenta por este logro para los trabajadores del campo de Nueva York.

Escuche:


Trabajadores inmigrantes, muchos de ellos indocumentados, en la pizca del pepino. Foto: https://coimpact.givkwik.com.

Trabajadores inmigrantes, muchos de ellos indocumentados, en la pizca del pepino. Foto: https://coimpact.givkwik.com.

Pero los jornaleros del campo no sólo luchan por lograr, aunque sea con retrasos históricos, sus merecidos derechos laborales; sino que están preocupados también por su salud, amenazada por múltiples factores en el desempeño de sus faenas.

Por ejemplo, el trabajo en los campos de cultivo está cada día más expuesto a la contaminación motivada por diversas causas y sustancias; como los pesticidas con los que tienen contacto directo, que también respiran al ser trasladados por los vientos. Y, “cortesía” del cambio climático, esos campos de cultivo están además cada vez más expuestos a las sequías, que dan paso a temerarios incendios que no sólo queman sino que intoxican con las humaredas que se desprenden de ellos.

Como es sabido, los propietarios de las plantaciones no siempre cumplen con las regulaciones de la ley para protegerse a los trabajadores de este tipo de contaminantes, como mascarillas especiales, guantes y otras medidas.

-Entonces, ¿qué pasa con las protecciones para no enfermar y cuando enferman para no perder el salario por los días que no trabajados, además de perder la salud?

Escuche:

Grupos en el estado de Nueva York descubrieron que los trabajadores lecheros inmigrantes enfrentan salarios bajos y condiciones de vida sombrías, y se organizaron para luchar por el cambio. Foto: Civil East.

Grupos en el estado de Nueva York descubrieron que los trabajadores lecheros inmigrantes enfrentan salarios bajos y condiciones de vida sombrías, y se organizaron para luchar por el cambio. Foto: Civil East.

Y por último, Armando Elenes comenta sobre el cruel anuncio del presidente Trump, de soltar las jaurías en unas 10 diferentes ciudades del país para arrestar a unas dos mil familias de inmigrantes indocumentados e inmediatamente deportarlos. El anuncio fue hecho para llevarse a cabo el domingo pasado, aunque luego Trump dio marcha atrás, como suele hacer con las crisis que primero fabrica y luego se desdice para aparecer como el “héroe”, como quien resuelve dichas crisis fabricadas por él o por su administración.

De hecho, el anuncio que luego dio marcha atrás alcanzó a desnudar las inhumanas condiciones en que se hallan cientos o miles de niños, desde 5 meses de edad hasta la adolescencia, hacinados en cárceles metálicas, durmiendo sobre el frío pavimento, sin acceso a agua ni jabón; sin poder cepillarse los dientes por semanas ni cambiarse la ropa o los pañales. Y teniendo que hacerse cargo los propios menores de los más pequeños, por órdenes de los guardias de esos centros que fueron descritos como campos de concentración y que en días pasados The New York Times comparó con campos de tortura, cuya ayuda humanitaria de emergencia parece haber dividido a los demócratas, según la fuente.

“El Congreso está tratando de llevar 4 mil 500 millones de dólares en ayuda humanitaria de emergencia a la frontera para ayudar a los migrantes detenidos… Pero los demócratas temen que los fondos promuevan las políticas de inmigración del presidente Trump”, sostiene el Times.

Dichas medidas anunciadas por Trump «están causando pánico entre todas las compañeras y compañeros”, dice Elenes, porque con este tipo de anuncios lo que hacen las autoridades es que “van en busca de algunos pero se llevan a todos los que están en la casa… simplemente barren parejo”. Y afirma que los campesinos de la UFW están divulgando información sobre lo que se debe hacer, sobre los mecanismos de respuesta rápida en caso de ser atropellado por los agentes de Inmigración, al tiempo que advierten también sobre los falsos rumores de alarma acerca de allanamientos de la migra que no ocurren.

-¿Y qué ocurre con el trabajo infantil, con los niños del campo que están sujetos a condiciones diferentes a sus pares de otras ocupaciones?

Escuche:

Niños trabajadores del campo son expuestos en un trabajo académico de reciente exposición en la  Conferencia Internacional sobre el Trabajo Infantil en la Agricultura celebrada en Washington DC. Foto: icanarise.wordpress.com.

Niños trabajadores del campo son expuestos en un trabajo académico de reciente exposición en la Conferencia Internacional sobre el Trabajo Infantil en la Agricultura celebrada en Washington DC. Foto: icanarise.wordpress.com.

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