De la redacción
En Estados Unidos los latinos siguen poniendo una cuota desproporcionada de enfermos y muertos por el coronavirus. Según datos de los Centros para el Control de las Enfermedades (CDC) tienen tres veces más probabilidades de contraer el COVID-19, y casi dos veces más de morir por esta causa que los blancos. Y como hemos reportado consistentemente en este espacio informativo, las áreas rurales del vale central de California se hallan en el centro de la pandemia.
Hoy por hoy el valle central de California, largamente ignorado, al parecer ha ganado por fin la atención y seriedad que merece por parte de las autoridades estatales, que lo han puesto en el centro de su preocupación por la pandemia. Por ejemplo, el Condado de Fresno, una zona eminentemente agropecuaria contaba ya hasta el fin de semana con 19 mil personas que habían dado positivo. Recientemente la Dra. Deborah Birx, máxima autoridad de la fuerza de respuesta al coronavirus de la Casa Blanca calificó al Valle Central como uno de los peores brotes del Covid-19 en Estados Unidos.
Por su parte, el gobernador Gavin Newsom describió el Valle como su «mayor área de preocupación» y recientemente envió a esa región tres de sus «equipos de ataque» al coronavirus para ayudar a los funcionarios locales a detener la propagación, reporta hoy The Sacramento Bee.
Y es que como dice la Dra. Brix, las áreas rurales del país se han convertido en focos rojos por la cantidad enorme de brotes del virus, cuando se creía que éste sólo golpeaba a las grandes zonas urbanas. Por eso el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo está enviando también equipos de prueba móviles a granjas en condados rurales de Nueva York.
Cuomo anunció que el programa de rastreo de contactos del estado ha identificado varios grupos nuevos en granjas vinculadas a trabajadores de temporada, léase inmigrantes y muchos de ellos indocumentados. Además, los departamento de Salud y de Agricultura y Mercados ayudarán a proporcionar alojamiento a los trabajadores agrícolas que den positivo en la prueba y necesiten ser aislados.
De ahí que algunos crean que partiendo del aumento de las infecciones por coronavirus en el valle central de California, las autoridades estatales podría dirigir la atención y los recursos “para no sólo vencer la pandemia, sino también para lograr mejoras significativas en una región plagada durante décadas por salarios bajos, viviendas deficientes y acceso irregular a la atención médica”, dice la fuente. Y agrega que deberían enfocarse en los “desenfrenados” problemas ambientales.
Por su parte, Ildi Carlisle-Cummins, directora del Instituto de Estudios Rurales de California, un grupo de investigación y defensa con base en Davis, señaló a la fuente que «Tenemos la atención nacional y parece que tenemos los inicios de la voluntad política para realizar cambios estructurales reales y apoyar a las personas que nos alimentan».
Y dijo abrigar esperanzas en que la zona comience a recibir el cuidado que merece: “Incluso si a usted no le importa la dignidad humana, todos debemos darnos cuenta de que la base de nuestro sistema alimentario está en un riesgo crítico”.
Al parecer, recientemente la Legislatura de California recibió un proyecto legislativo para mejorar los créditos fiscales y estimular el desarrollo de mejores viviendas para los trabajadores agrícolas, porque sus patrocinadores afirman que “las viviendas superpobladas son caldo de cultivo para el virus”.
Y es que en el Valle Central los bajos salarios en la agricultura, las tasas de desempleo y pobreza son las más altas de todo el estado. Además, “el agua potable a menudo está contaminada por nitratos y arsénico y el aire con smog ha creado grupos de asma y otras enfermedades respiratorias”.
También hay una dimensión política del problema, dice el Sacramento Bee. El gran temor a ser capturados-deportados por ICE, hace que los trabajadores indocumentados sean «extremadamente reacios a cooperar con las autoridades gubernamentales o las instituciones de atención médica».
Pero ni más vivienda para los trabajadores agrícolas mejorará de la noche a la mañana su existencia, pues el esfuerzo gubernamental requiere de significativos aumentos en los salarios, que según el Instituto de Estudios Rurales para los trabajadores agrícolas del valle en promedio es de 18 mil dólares al año, además de que «parece haber pocos incentivos para promulgar grandes aumentos salariales» ahora que la pandemia ha hundido al estado en la debacle económica.
Para dar un ejemplo, la tasa de desempleo en Fresno se situó en junio en el 14.6 por ciento, “más del doble de lo que era hace un año”, señala Daniel Sumner, economista de la Universidad de California en Davis. Además, ha ido en aumento sobre todo por la negligencia de los republicanos de no querer someter a votación la Ley Héroes de los demócratas, sometida hace tres meses y que reanudaría la asistencia por desempleo y ayudaría a enderezar la economía de muchos empleadores para restablecer tal vez los empleos suspendidos.
Sumner sostiene que “Cuando la economía era fuerte… algunos trabajadores agrícolas pudieron dejar la agricultura para buscar mejores trabajos. Ahora esas oportunidades se han reducido”■