De la redacción
Luego de casi dos semanas de intensas y multitudinarias protestas callejeras, las mayores de la historia de Puerto Rico el gobernador de la isla, Ricardo Rosselló anuncia que renunciará el próximo 2 de agosto. Admitió que su persona y gestión carecían de credibilidad, y que ya no podía permanecer en el poder después de las referidas movilizaciones ciudadanas y “los inminentes procedimientos de juicio político”.
Las protestas generalizadas fueron detonadas al descubrirse un intercambio de mensajes de texto, o chats, de lenguaje soez, homófobo y misógino, que incluso hacían burla de las víctimas fatales del huracán María, y de la precaria situación de la isla que se recupera muy lentamente de los estragos del huracán María, entre muchos otros intercambios de texto cibernético sumamente ofensivos.
Los puertorriqueños ya estaban cansados de años de errores financieros y de un gobierno deficiente y lleno de corrupción, por lo que las burlas fueron ‘la gota que vino a derramar el vaso’. Además, hubo desaseo, por decir lo menos, en el manejo de los fondos para la reconstrucción de la isla tras el paso de María, que a la fecha se ha venido traduciendo en la muerte de muchas personas, relacionada a la ineficiencia de la respuesta a la crisis por parte del gobierno de Puerto Rico y de la administración Trump.
“Con desprendimiento les anuncio que estaré renunciando al puesto de gobernador, lo cual será efectivo el viernes 2 de agosto de 2019″, dijo Rossellóen un mensaje emitido en video, reporta la cadena BBC.
El gobernador hizo pública su decisión este miércoles a través de un video subido al Internet, anunciando que abandonaría el cargo el próximo 2 de agosto y que le sucederá en el puesto, de manera interina, la Secretaria de Justicia, Wanda Vázquez Garced, una exfiscal que alguna vez lideró la oficina de asuntos de la mujer de la isla.
Y es que según la Constitución, el secretario de Estado sería el primero en línea para sustituir al gobernador, pero en vista de que éste también había renunciado, el cargo le corresponde a la Secretaria de Justicia de Puerto Rico, reporta un comunicado oficial citado por el mayor periódico de Puerto Rico, El Nuevo Día.
«Cuando se haga efectiva su renuncia, de ser necesario, asumiré la encomienda histórica que nos impone la Constitución del Estado Libre Asociado de Puerto Rico y las leyes aplicables», declaró Wanda Vázquez Garced.
De acuerdo con The New York Times, el anuncio de Rosselló se dio varias horas después de que el presidente de la Cámara de Representantes puertorriqueña, Carlos J. Méndez Núñez, dijera que “los legisladores están listos para empezar un proceso de impeachment (juicio político o proceso de revocación del mandato), y que contaban con suficientes votos para iniciar el procedimiento de remoción del cargo”. De acuerdo con Méndez Núñez, las audiencias para el juicio político empezarían ya la próxima semana.
Rosselló es el primer gobernador en renunciar desde que los puertorriqueños comenzaron a elegir a sus gobernadores, en 1947. Se espera que busque la reelección en 2020.
Según la prensa Rosselló habría intentado ganar tiempo al anunciar este 21 de julio que no buscaría la reelección y que dejaba el liderazgo de su partido, pero esto no le alcanzó, sino que con ello sólo logró intensificar la determinación de las personas en las calles. Como se ha podido observar por todos los medios, durante más de 12 días las protestas callejeras en Puerto Rico han sido multitudinarias, persistentes e impresionantes.
“Exhortos a la renuncia del gobernador llegaron de todos los lugares de la isla y desde Washington, DC, donde los legisladores republicanos y demócratas dijeron que Rosselló había perdido tanta credibilidad que el Congreso de Estados Unidos estaría menos dispuesto a desembolsar asistencia federal importante para Puerto Rico.
El 22 de julio, El Nuevo Día publicó un editorial en la primera plana con el titular “Gobernador, Puerto Rico pide su renuncia”.
La salida de Rosselló aparentemente “pone fin a una dinastía política en Puerto Rico”, dice el Times. Su padre, Pedro Rosselló fue gobernador de Puerto Rico de 1993 a 2000, al frente de una administración plagada de escándalos de corrupción. “Dichos escándalos no lo obligaron a renunciar, pero al parecer evitaron que ganara en un tercer periodo”■