Gobernador de N.Y. quiere vacunas para los indocumentados

El gobernador Cuomo criticó el lunes el plan de vacunación contra el coronavirus de la administración Trump, acusando a los federales de intentar recopilar datos sobre inmigrantes indocumentados. Foto: Gobierno del Estado de Nueva York.

El gobernador Cuomo criticó el lunes el plan de vacunación contra el coronavirus de la administración Trump, acusando a los federales de intentar recopilar datos sobre inmigrantes indocumentados. Foto: Gobierno del Estado de Nueva York.

De la redacción

El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo y una coalición de grupos emitieron hoy una carta al secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos, Alex Azar, instando a la administración federal a apoyar a las comunidades desatendidas y proteger a los inmigrantes indocumentados en el programa federal de vacunación de COVID-19.

Tras rebasar el umbral de los 300 mil muertos por coronavirus y alcanzar 16.5 millones de casos de infección confirmados, este lunes comenzó el procesos de vacunación en Estados Unidos al recibir un millón de dosis iniciales para combatir la mortal pandemia. Y la primera persona en recibir la primera vacuna en el país fue Sandra Lindsay, una mujer de la raza negra, originaria de Jamaica y quien emigró de muy joven a Estados Unidos para cuidar a su abuela, que tenía hipertensión y diabetes.

Por eso, dice Lindsay, cuando era pequeña y los maestros le preguntaban a menudo qué quería ser de mayor, la respuesta siempre fue: “¡enfermera!”. Y se graduó de enfermera en el colegio comunitario de Lehman, en el Bronx. Ahora trabaja en el Centro Médico Judío de Long Island, donde recibió la primera vacuna contra el Covid-19 en Estados Unidos. “Quiero hacerlo”, dijo al ofrecer ser la primera en recibir una dosis, “porque deseo inspirar a las personas que se parecen a mí… Confío en la ciencia… siento que se acerca la curación”.

Por eso Lindsay dijo que quería “predicar con el ejemplo, especialmente como una mujer negra que comprende el legado del tratamiento médico y la experimentación desigual y racistas con las personas de color”.

Aademás, existe un persistente escepticismo acerca de la vacuna, incluso entre algunos miembros de su propio personal, pues Lindsay es la directora de enfermería de Cuidados Intensivos en el referido hospital, ubicado en Queens, Nueva York, uno de los primeros centros médicos donde estalló el virus durante la primera oleada de la pandemia en la primavera.

Y es que el programa federal de vacunación no proporciona fondos para comunidades negras, latinas, asiáticas y de bajos ingresos que no cuentan con seguro de salud privado. De ahí que el programa de vacunación requiere que los gobiernos estatales suscriban un acuerdo de intercambio de información que incluye proporcionar datos de identificación del usuario, que podrían compartirse con múltiples agencias federales, incluida la agencia de Inmigración, lo que podría disuadir a los inmigrantes indocumentados de vacunarse, dice el gobierno estatal de Nueva York en su página web.

En tanto, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo y una coalición de grupos emitieron hoy una carta al secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos, Alex Azar, instando a la administración federal a «apoyar a las comunidades desatendidas y proteger a los inmigrantes indocumentados en el programa federal de vacunación COVID-19».

Cuomo ha propuesto un sistema modificado que protegería la información personal de los residentes y ayudaría a garantizar la confianza en la vacuna y su programa de distribución. Porque el plan actual del gobierno federal para vacunar a los estadunidenses “descuida las prioridades clave que necesitamos para distribuir eficazmente la vacuna a millones de neoyorquinos», dijo.

Agregó: «Necesitamos enfocarnos en las comunidades negras, morenas, asiáticas y de bajos ingresos que históricamente están desatendidas por las instituciones de salud que son clave para que tenga éxito el plan del gobierno federal. También me preocupa que al pedir información personal, los inmigrantes indocumentados puedan ser disuadidos antes de tomar la vacuna”. El tiempo es esencial a medida que se lleva a cabo la distribución de la vacuna, por lo que Cuomo instó a la administración federal a «abordar estos problemas rápidamente», dijo.

Por su parte Sara Lindsay recuerda que los primeros meses de la pandemia fueron agotadores. Luego, durante el verano, las cosas estuvieron relativamente tranquilas en las unidades de cuidados intensivos del hospital donde trabaja; pero en las últimas semanas, cuando llegó la segunda ola del virus, la carga de pacientes de Covid-19 ha aumentado considerablemente, aunque Nueva York es uno de los estados con las menores tasas de infección y hospitalización, en términos absoutos y también proporcionalmente al tamaño de la población neoyorquina.

Ahora hay alrededor de una docena de pacientes intubados y otros con oxígeno. «Somos valientes, pero obviamente, el equipo tiene miedo, dijo Lindsay.

Por eso, hoy se marca un paso significativo en la erradicación de esta pandemia de una vez por todas, doblando esa curva y manteniéndola baja”, concluyó Cuomo■

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