De la Redacción
Como se sabe, existe un clima de incertidumbre y divisionismo en todo el país por las acciones que está tomando la administración federal, que son reflejo de las amenazas hechas por Trump durante su campaña y lo que lleva su nueva administración. Como la orden ejecutiva que firmó hoy para la construcción del muro fronterizo.
Tras nombrar al destacado ex congresista latino, Xavier Becerra a un alto puesto del gobierno de California, la Fiscalía General del Estado, el gobernador Edmund G. Brown vuelve a hacer titulares al declararle la guerra al presidente Trump en materia de inmigración, medio ambiente y salud, reporta el periódico La Opinión de Los Ángeles.
En su discurso anual sobre el estado de California, en el recinto oficial de la Asamblea estatal Jerry Brown, como se le conoce popularmente al gobernador, dijo que “California no dará un paso atrás, ni ahora ni nunca… el estado no retrocederá ante cambios de dirección dictados desde Washington”.
Esto dijo Brown en respuesta a las amenazas de la nueva administración federal, de castigar con recortes presupuestales a aquellas entidades que decidan adoptar reglas que siguen las Ciudades Santuario, y que dan protección a los inmigrantes indocumentados negando la colaboración de las corporaciones policiales del Estado con los agentes federales de Inmigración, o ICE.
Vale decir que el 27 por ciento de la población de California, o casi 11 millones de personas, nacieron en el extranjero, de acuerdo con la fuente. “Los inmigrantes son parte integral de quiénes somos y han ayudado a crear nuestra prosperidad desde el principio”, apuntó Brown.
En el recinto de la Asamblea Brown recibió el apoyo de la mayoría de los legisladores y del nuevo Fiscal General, Xavier Becerra. Aunque en un comunicado el asambleísta republicano por el distrito 36, Tom Lackey dijo que el discurso de Brown no tocó los temas cruciales del estado, como “el alto costo de la vivienda, la protección de trabajos para la clase media o las tasas de delincuencia en alza, que ni siquiera mencionó”, afirma la Fuente.
Como se sabe, existe un clima de incertidumbre y divisionismo en todo el país por las acciones que está tomando la administración federal, que son reflejo de las amenazas hechas por Trump durante su campaña y lo que lleva su nueva administración. Como la orden ejecutiva que firmó hoy para la construcción del muro fronterizo, precisamente hoy cuando llegan de México a Washington, DC, los Secretarios de Relaciones Exteriores y de Economía, Luis Videgaray e Ildefonso Guajardo, respectivamente.
A Videgaray se le reconoce una previa relación con Donald Trump, y se le señala como el artífice de la visita del entonces candidato presidencial estadunidense a México antes de celebrarse las elecciones en Estados Unidos. De hecho el ascenso de Trump a la presidencia rescató a Videgaray del naufragio político, luego de haber renunciado a su cargo como ministro de Finanzas en la administración de Enrique Peña Nieto por haber invitado a México a Donald Trump, cuyo ascenso a la presidencia de Estados Unidos propició el nombramiento de Videgaray a su nuevo puesto como Secretario de Relaciones Exteriores, por dicha relación con el magnate.
Volviendo al gobernador de California, éste dijo también que la sensación de sentirse bajo ataque, por las amenazas y acciones que está tomando el gobierno federal rebasan las fronteras del estado. “Es difícil pensar sólo en California”.
En este sentido coincide con las preocupaciones del gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, pero más enfáticamente con las del alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, quien también ha sacado la cara por los inmigrantes indocumentados y prohibido a sus corporaciones policiacas cooperar con ICE.
De hecho, el Fiscal General de Nueva York, Eric Schneiderman circuló en días pasados un memorándum con las directrices que la policía de Nueva York debe seguir en su relación con los agentes federales de ICE, de total prohibición en cualquier tipo de cooperación donde un indocumentado sea sujeto de la acción policial. Aquí comienza a tejerse presumiblemente una red de colaboración entre funcionarios estatales de alto nivel, que podría aspirar a poner límites a las acciones de Trump, o erigir una resistencia en el nivel nacional.
Y esta hipotética red de colaboración interestatal no sólo se referiría al tema de la inmigración, sino también a la defensa del medio ambiente y de los programas de salud para las personas de bajos ingresos, como la extensión de Obamacare al Medicaid, actualmente en peligro. En california, por ejemplo, cinco millones de personas han recibido seguro de salud gracias a Obamacare.
En su discurso en la Asamblea, Brown recordó que “muchos californianos han venido de México y de otros países y han hecho del estado un vibrante faro de esperanza”, cita La Opinión. “No tenemos una estatua de la libertad con su inscripción sobre recibir a las masas cansadas… pero tenemos una puerta dorada, el Golden Gate, un espíritu aventurero y un corazón abierto”, dijo.
El gobernador de California entiende que “la ley federal se superpone a las estatales”, y que Washington se encarga de política migratoria. “Pero como estado hemos aprobado medidas protectoras como el Trust Act, las licencias (de conducir, que incluyen a los indocumentados), los derechos laborales y el acceso a la educación superior para indocumentados. Y si tenemos que defender esas leyes lo haremos”, concluyó Jerry Brown■
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