De La Redacción
La siguiente es una entrevista realizada por Samuel Orozco, Director de Noticias de Radio Bilingüe, con el agricultor Jesús Sánchez, quien recientemente fue galardonado con el premio, ‘Defensor del Cambio para una Agricultura Sustentable y Afín al Clima’, por parte de la Casa Blanca; por poner en práctica métodos innovadores de conservación de la tierra de cultivo. Sánchez pasó de la agricultura convencional dependiente de un uso intensivo de fertilizantes y pesticidas químicos, a usar cultivos de cobertura; es decir, menos agua, menos diesel y menos labranza. Los resultados fueron suelos mejorados y más saludables, y cultivos de mayor calidad. En este programa de Línea Abierta que aquí se reseña, se podrán conocer mejor los procedimientos a detalle.
¿Cómo le hizo, Jesús Sánchez para lograr suelos mejorados y más saludables, y cultivos de mayor calidad? Uno: para romper el cultivo y enriquecer con material orgánico al suelo se puso a plantar en el invierno cultivos de protección, particularmente la cebada, rica en nitrógeno. Dos: instaló, en este campo de miles de acres de sembradío un sistema de regadío subterráneo, método que evita la evaporación del agua. Y tres: redujo al mínimo el arado o la labranza del suelo con discos o cuchillas, reduciendo con esto también el tractoreo.
A Jesús Sánchez, gerente de producción de la empresa agrícola, Sano Farms, ubicada en los llanos del oeste de Fresno, se le otorga el crédito de haber iniciado los cambios que ahora ponen a dicha empresa, con sede en Firebaugh, California, entre los adelantados en la agricultura. Por ello, Sánchez recibió el premio, ‘Defensor del Cambio para una Agricultura Sustentable y Afín al Clima’, premio otorgado por la Casa Blanca, afirma Samuel Orozco, Director de Noticias de Radio Bilingüe. En la entrevista, a continuación Sánchez platica sobre cómo en la agricultura convencional el uso de grandes discos para arar la tierra, sistemas laser para la nivelación y otra maquinaria pesada terminan por erosionar la superficie de la tierra, o la cáscara orgánica del planeta.
Aquí la plática:
Orozco: Sr, Sánchez, bien venido.
Sánchez: Gracias.
Orozco: La empresa Sano Farms es conocida por haber experimentado con sistemas revolucionarios para producir tomate y otros cultivos. Se dice que usted fue quien empezó el cambio, convenciendo al patrón de darle un chance al cultivo de invierno, al cultivo de cobertura; y que el patrón no quería esos cambios en un principio… ¿Qué fue lo que le hizo a usted sentir la necesidad de cambiar? ¿Cómo fue que le picó el gusanito del cambio en el método de producir la siembra?
Sánchez: Vamos a retrasar un poquito. Vamos allá por los años 80, a mediados… Aquí se trabajaba toda esa tierra en un sistema convencional. Después de cada cosecha se trabajaba mucho la tierra con subsuelos, chisos, discos… y equipos muy pesados. Los tractores variaban desde los 500 caballos de fuerza hasta los 1,200 caballos de fuerza. Se trabajaba muy intenso en aquel tiempo. A las tierras se les regaba con agua flotante por los surcos. Y a veces se necesitaba nivelar la parcela, para que el agua desaguara normalmente. Entonces se usaba un método laser, para nivelar. Y lo que yo notaba es que en ciertas partes donde se removía la parte de arriba del suelo; cuando se sembraba esa parte, duraba tiempo para que el cultivo se mirara bien; o sea, para que creciera normalmente. Empezaba a crecer la planta con falta de nutrientes. Así empecé a observar cosas. Entonces, una vez, por curiosidad, en esas partes plantee en aquel tiempo trigo; no para la cosecha, sino para ayudarle con materia orgánica en esas partes de arriba donde se moría mucho la tierra. Y noté que la planta creció normalmente. Entonces allí empezó el gusanito. Empecé a platicar con el patrón, de que por qué no hacíamos esto en el invierno. Aquí en esta área se hace un cultivo por año. Y se termina el año, se prepara el terreno, se riega. Para asegurarse de tener humedad a donde se requiere; a veces se requiere tener humedad hasta 5 pies de profundidad, y ya se deja el terreno en el invierno, y hasta la primavera se empieza trabajar otra vez para sembrar. Entonces le dije que por qué no empezábamos a mirar esto, y tener un ‘fil’ a prueba, y en el invierno poner ese cultivo de cobertura a ver si se trabajaba mejor. Él sabía que sí, que en la materia orgánica cuando se sembraba trigo, o algo, la tierra se trabajaba mucho mejor; para sembrar había un suelo más manejable. Y le gustó la idea. Empezamos poco a poco. Y en ese tiempo empezamos también a experimentar con nueva tecnología; empezó a venir lo que se llama, Preciso Farming, que es otro sistema, más preciso, que implementa equipo de GPS (Global Positioning System), computadoras y todo para regresar al mismo lugar, donde tú sacas una muestra de terreno, donde tú haces el surco, para hacerlo otra vez ahí. Y tomé unos cursos intensivos, tuve que ir al estado de Oklahoma por sobre tres años. Entonces me enteré cómo en el Medio Oeste, y en parte del Este de Estados Unidos se trabajaba diferente, en unas regiones. Y me interesó ahí, entonces tuve la oportunidad de reunirme con una compañía, que se llamaba Stractum. Ellos me daban fertilizante… Y empecé a ir a unas conferencias, y en esas conferencias está uno de los mejores maestros, que trabajan con Departamento de Agricultura de Estados Unidos. Donde se hacen los experimentos del fil, y se ven los resultados en el fil. Allí empecé a interesarme más, y donde empecé a educarme más, sobre cómo se trabajaba todo esto. Y ahí empezó.
Orozco: Cuéntenos, hoy usan la cebada como cultivo de invierno, como cultivo de protección. Antes usaron otros cultivos, como el trigo, y en fin… Denos una idea de ¿qué tanto aumento el rendimiento de la producción de tomate y otros cultivos al introducir ustedes este método?, ¿qué tanto aumentó?
Sánchez: Aumentó considerablemente. Yo digo que un 15 por ciento de producción. Pero aparte del aumento de la producción, se redujo gastos. En aquel tiempo donde yo trabajaba comisionado, usaba un promedio de 13.5 galones de diésel, se quemaba, para trabajar el suelo. Ya cuando empezamos a trabajar ya con este otro sistema, se usaban nada más 3.5 galones de diésel. También, se notó bastante que el agua penetraba mejor, y el suelo retenía más el agua. Los riegos no eran tan seguidos, eran más dilatados.
Orozco: Ahora, ese asunto e ir rotando cultivos, de ir alimentando con ciertos cultivos no es nuevo, ¿verdad?, seguramente lo usaron los viejos campesinos. ¿Es esto de alguna manera la vieja tradición campesina de los abuelos?
Sánchez: No, no, no, no. Lo que noté yo…, ahorita viene ya una revolución nueva, Samuel. Mira, ahorita se están haciendo estudios que se llaman Planta de Compañía. Ya en Ohio, en Idaho, están haciendo esto. En aquel tiempo de los abuelos yo miraba que donde sembraban el maíz, también sembraban el frijol, y sembraban calabaza. Entonces, en un cultivo ellos cosechaban tres veces, tres cosechas.
Orozco: Las llamadas ‘Tres hermanas’, ¿no?
Sánchez: ¡Exacto! Entonces, los que se está investigando aquí es que con ese cultivo de compañía, lo que se trata de hacer es mejorar la calidad del suelo, y no usar pesticidas. Porque en estos otros cultivos, los insectos protegen a la planta… a veces no se están en la planta porque ellos necesitan una diversidad de flor, o de otras plantas. Entonces ya poniendo las plantas ahí, la fauna de esos insectos crece bastante, que empiezan ellos a pelear la plaga que empieza a llegar al cultivo. Esto sí se hacía antes, pero desgraciadamente no había estudios, pero no había la tecnología que hay ahora.
Orozco: Siguiendo con este asunto de los cultivos de cobertura, tengo entendido que ustedes en el campo, terminan el cultivo de protección con herbicida. Se le abate a ese cultivo con herbicidas. Y los herbicidas son por lo general hechos de compuestos tóxicos. ¿Cómo evitar que dañen el producto y el suelo?
Sánchez: Como te dije, es todo un sistema completo. Hay que investigar, o hay que uno educarse en tener el equipo necesario. Por ejemplo, cuando tú plantas el cultivo de cobertura, a veces no es necesariamente matarlo con herbicidas, sino que hay otras herramientas. Por ejemplo un rol especializado, que dobla la planta, y le quiebra el tallo, y entonces ya la planta empieza a secarse.
Orozco: Así que ustedes, en Sano Farms realmente ya no usan herbicidas…
Sánchez: Sí usamos herbicidas. Porque el tiempo es uno de los factores que nadie puede controlar. Entonces, para usar esa herramienta, tú necesitas tener un tiempo en que no haya lluvia. Y aquí es en diciembre y enero cuando se debe matar ese cultivo, y pues no se sabe cuándo va a llover.
Orozco: Así que la política de ustedes es tratar de reducir los herbicidas al mínimo.
Sánchez: ¡Exactamente!
Orozco: Pasando a otro asunto, otra característica muy importante de los medios de producción suyos es el regadío, la forma en que se riega. Y tengo entendido que han incorporado regadío por goteo, con los goteros implantados debajo de la superficie, lo cual redunda en un ahorro importante de galones de agua, comparado a la siembra por inundación.
Sánchez: Exactamente. A este cultivo se incorporó esta clase de riego. Y lo que no se veía antes es que a la misma parcela, se le diera el mismo cultivo año tras año. Tenemos parcelas con 10 o 12 años cultivando tomate, en el mismo terreno. Y antes era imposible con esto. Ya por el riego de goteo, se riega más precisamente. Se riega cuando la planta necesita el agua y la cantidad que necesita. No se desperdicia tanto.
Orozco: Y con eso además se limita la cuestión de las yerbas, ¿no?, la cuestión del desyerbe.
Sánchez: Exacto. Porque ya no hay agua en la superficie, entonces la jardinería de yerbas es mínima. Ya no se moja la superficie donde hay muchas posibilidades de que la maleza germine e invada el cultivo. Entonces, este riego es más preciso. Igualmente es más preciso porque se le aplica también fertilizantes por medio de riego. Entonces es más preciso dónde se va a quedar ese fertilizante.
Orozco: El fertilizante se mezcla con el agua, y va a dar a cada una de las gotas, y a la raíz.
Sánchez: ¡Exacto!
Orozco: Un tercer factor también en Sano Farms es el de arar al mínimo. Reducir el tractoreo al mínimo; ‘disquear’ la tierra o labrar la tierra (con discos de metal) al mínimo. El sentido común de la industria agrícola enseña lo contrario; que a la tierra hay que estarla volteando constantemente para que se oxigene, se libre de larbas. ¿De qué forma el voltear la tierra al mínimo ayuda a hacerla rendir más?
Sánchez: Porque al voltear la tierra al mínimo no dejas escapar el carbono; o sea, el dióxido de carbono, que es el alimento de la fauna que se encuentra en la tierra. Entonces, la bacteria que se encuentra en la tierra, pues tiene mucho más alimento. Porque con este cultivo de cobertura, la materia orgánica empieza a crecer. Antes de este cultivo de cobertura, teníamos un valor de materia orgánica de cero (0) a .5 por ciento. Ahora se ha aumentado a 2.5%. Y es muy importante esa materia orgánica. Con la fauna que va creciendo, todo trabaja mejor. Porque los microbios empiezan a mineralizar los fertilizantes más rápido, para que la planta lo aproveche mejor.
Orozco: Se queda el carbono adentro… el carbono viene siendo la esencia, la base de la materia orgánica. Ahora, seguramente el hecho de que se dependa menos del arado, del disqueo, a su vez ayuda a que el aire de los suelos de los campos se contamine menos de los humos del diésel, de la gasolina, del combustible de la maquinaria agrícola, ¿no?
Sánchez: Ahí viene a razón de 13 a 3 galones (de diésel) que se gastan ahora.
Orozco: Así que de esa forma tenemos un aire y suelo más limpio y más sano. Ahora, ¿cómo se traduce la calidad del suelo en la calidad final del producto, qué tanto tiene que ver la calidad del suelo con la buena calidad de un tomate?
Sánchez: Todo depende del suelo, Samuel. Si tú tienes suelos saludables, la calidad todo el tiempo va a ser superior, del producto que te dé el suelo. Por ejemplo, Sano Farms tiene una reputación de que el tomate que entregamos es de los mejores tomates de la región, de todo el estado. Las procesadoras lo buscan. Porque es de muy buena calidad, tiene buena acidez, buen colorido, y buena azúcar, que es lo que se requiere para un buen tomate; que tenga el color y el ph a ciertos niveles, para que cuando se lleve a proceso el proceso sea mínimo. Y ahí la procesadora se ahorra mucho más tiempo y dinero en procesar esta clase de producto.
Orozco: Bueno, una cosa que se puede decir de todo este método de producción, y seguramente parte por lo que fuiste reconocido y fue reconocido Sano Farms en Washington, en la Casa Blanca, es que tomando en cuenta toda el agua que se ayuda a conservar, que se ahorra, puede decirse que este método agrícola están en la primera fila de la lucha contra la sequía, que en estos momentos está agobiando tanto a California y al Oeste. ¿Qué pasaría si todos los campos agrícolas, se pregunta uno, si los campos agrícolas de California tuvieran la misma eficiencia en el uso del agua, que en los campos de Sano Farms? ¿Qué impacto tendría esto en la escases actual del agua, seguramente sería significativo, no?
Sánchez: Exacto. Y por decir, mejor comida para nuestros hijos. Mejor alimento. Y ese alimento usa mucho menos energía en procesarse, porque es de buena calidad.
Orozco: Ahora, es por todos estos métodos que han estado poniendo en práctica, por ya algunos años, que fueron reconocidos por la Casa Blanca, junto con otros 11 agricultores. La Casa Blanca los reconoció como defensores del cambio en la agricultura; por sus contribuciones hacia una agricultura sostenible y climáticamente inteligente, así lo describe en comunicado la Casa Blanca. ¿Cómo lo tomó usted, y cómo tomaron ustedes el reconocimiento de la Casa Blanca, cómo lo recibieron?
Sánchez: Pues, para mí fue una sorpresa. Que, bueno por tantos años que hemos implementado ese sistema. A nosotros nos cogieron por sorpresa. Porque yo veo que en otras partes del país, pues tiene ya más tiempo con esos sistemas, pero lo que me da gusto saber es que en California ya también empezamos a mejorar, y a usar esta tecnología más inteligente en nuestro beneficio.
Orozco: Ahora, La Casa Blanca, plantó cultivos de cobertura en su jardín, en el jardín de sus cocineros, y tengo entendido que los invitó a ustedes a visitar ese jardín. ¿Qué calificación le darías al jardín de los cocineros de la primera residencia de la nación?
Sánchez: Bueno, ahí le dimos sugerencias al jardinero, de cómo implementar un mejor riego… está bien, porque no usa fertilizantes sintéticos, usa compost, y con eso mantiene un buen suelo. Tienen abejas, que le ayudan también ahí con el polen, para una mejor producción. Pero la idea la tienen ahí; de que sí se puede producir con ese sistema.
Orozco: Ese testimonio que ofrecieron en la Casa Blanca pudiera tener un impacto mundial. Tengo entendido que este encuentro fue hecho en parte en preparativos de la Casa Blanca rumbo a la cumbre de líderes mundiales de Paris; cumbre en la que se discutirá el asunto del cambio climático en el mundo. ¿Cómo te hace sentir?
Sánchez: Ahí va todo. Este argumento de que todo mundo puede trabajar en un sistema más limpio, y más saludable. No nada más las grandes industrias. También la agricultura toma un rol muy importante. Y yo lo veo muy positivo. Ahí en la Casa Blanca nos habló el Secretario de Cultura, el Secretario General de USDA, y también el Secretario… son muy positivos los comentarios que ellos hicieron. La Casa Blanca está tomando todo esto que estamos diciendo, muy en serio, para el mundo entero y para las generaciones que vienen.
Orozco: En un descuido, el nombre de Jesús Sánchez se va a hacer oír en ese gran foro mundial, en el ánimo de tratar de dar el combate contra el cambio climático en todo el planeta.
Sánchez: ¡Ojala! Ojala y todo el mundo lo tome positivamente. Y yo digo que es uno de los mejores caminos que tenemos que recorrer para el futuro. Porque en este futuro tenemos que cuidar al suelo, porque al fin y al cabo es el único que nos va a dar de comer.
Orozco: Su proyecto de vida, Jesús, gira al rededor del suelo, de la tierra que cultiva. ¿Cómo describiría lo que quiere hacer con el suelo?
Sánchez: Pues, nada más, ¡tener conciencia! Que el suelo es el futuro. Si no cuidamos el suelo, vamos a tener problemas.
Orozco: Ahora, finalmente, Jesús, quisiera un comentario suyo del oficio de la agricultura. Un estudioso dijo por ahí, no hace mucho, que se necesitan por lo menos 100 mil campesinos, o 100 mil agricultores nuevos en los campos de Estados Unidos. Que los campesinos viejos no les están pasando el oficio a sus hijos. No se están formando los nuevos campesinos. Que a la nueva generación no le nace la agricultura, que mejor se van a la ciudad o a cumplir otros oficios. ¿Se está muriendo la agricultura campesina, tal y como la conocemos? ¿Se acabarán los campesinos, Jesús?
Sánchez: Está cambiando mucho, Samuel… la agricultura ya es un reto, la nueva generación tiene que educarse, porque ya viene combinada con nuevas tecnologías, pero también viene con premios. Ya una persona educada en la agricultura va a ver la diferencia, que sí hay futuro en lo monetario. Y esos trabajos se están especializando, se pagan muy bien. Quizás la nueva generación empiece a ver esto por ese lado. Porque yo pienso que nuestros jóvenes están sabiendo de la agricultura porque vieron a nuestros padres y a nuestros abuelos trabajar de sol a sol, y ellos no traen dinero a la casa, no hay suficiente. Todo el tiempo necesitamos. Ahora eso está cambando totalmente. En la agricultura hay unos sectores muy bien pagados…, pero también se necesita estudio, y preparación para esto. Pero, yo veo jóvenes ya un poquito más interesados en la agricultura que yo los miraba hace diez años, ¡nadie!, los jóvenes querían nada con la agricultura. Ahorita está cambiando un poquito.
Orozco: Ah bueno, así que ya hay señales de esperanza, señales luminosas, de que comiencen a cambiar las cosas en la nueva generación, gracias a la educación universitaria, gracias a los estudios de alto nivel, la educación superior.
Sánchez: Pues nada más, el único comentario es, ser más positivo y observador; si trabajamos alrededor del campo ser más observadores, y mirar la diferencia. A veces el mismo suelo nos da indicaciones de los errores que hacemos. Es una cosa muy importante: el suelo tarde o temprano nos enseña el error, pero tienes tú que observarlo. Y tratar de hacer menos de esos errores. Y tener una mente, que la mejor satisfacción es dar comida, una comida que sea saludable, no vayas tú a tener un remordimiento, o algo no nos vaya a hacer daño a nadie. Que seas positivo, que seas lo mejor; que sólo te produce… y que tengas siempre en mente eso.
Orozco: Muy bien. Hay que saber observar, saber escuchar al suelo. El suelo de alguna forma le va a hablar y le va a decir a uno lo que está haciendo mal, cuestión nada más de estar muy observador, muy atentos a lo que nos diga ese suelo, esa materia viva, que es el suelo. Bueno, Jesús Sánchez, muchísimas gracias por su presencia el Línea Abierta eh. Y felicitaciones por esa gran distinción de la Casa Blanca.
Sánchez: Muchas gracias, Samuel, y ¡hay que seguirle!■