Mientras la administración Biden maniobra políticamente en el Senado para pasar el plan de infraestructura, y lo ha bajado a 1.3 billones de deólares para que sea un proyecto bipartita, sin tener que verse forzado a optar por la reconciliación presupuestaria, la Casa Blanca propondrá este viernes un plan presupuestario de 6 billones de dólares para remodelar la economía y la red de seguridad social.
De la redacción
Trascendió que la Casa Blanca propondrá mañana viernes un plan presupuestario de 6 billones (millones de millones) de dólares para implementar cambios importantes en la economía y en el sistema de bienestar público de Estados Unidos. Entre otras cosas el plan contempla una propuesta de infraestructura de 2.3 billones, que el presidente Biden ha dicho estar dispuesto a bajarla 1.3 billones de dólares a fin de conseguir 10 senadores republicanos para cumplir con las reglas como están escritas ahorita en el Senad.
También se supo que los republicanos habrían presentado esta mañana su última contraoferta a la administración, que podría ser menor de 1 billón, de acuerdo con filtraciones hechas a la prensa por enterados anónimos de las negociaciones internas.
De esta suerte, la propuesta de Biden incluye entre otras partidas 1.8 billones para un plan de educación y familias, y 1.5 billones en gastos discrecionales propuestos. Pero proyecta déficits presupuestarios superiores a 1 billón de dólares para el resto de la década.
Sin otros gastos adicionales importantes en el futuro mediato el referido presupuesto anual incluye también 5.8 billones de dólares para el gasto público federal en el año fiscal 2021. Y también proyecta crecimiento para la economía en un 5 por ciento este año, a un ritmo del 4.3% en 2022, antes de estabilizarse en el 2% y permanecer así el resto de la década. Pero el déficit del Producto Interno Bruto (PIB) del 17% en 2021, pasará al 7.8% el año entrante según había publicado la Casa Blnaca con anticipación.
En cuanto al monto de la deuda federal pendiente, ésta será mayor que el valor de toda la economía estadunidense durante el resto de la década, alcanzando el 116% de todo el PIB. Aunque se contemplan también impuestos más altos que traerían a las arcas del gobierno más de 3 billones de dólares durante estos diez años que vienen.
Además, la Casa Blanca pedirá al Congreso la creación de una opción pública y la opción para los mayores de 60 años, de inscribirse en Medicare, pero sin avanzar políticas específicas y mucho menos incorporarlas al presupuesto.
«El presupuesto no propondrá otras iniciativas nuevas, pero reunirá la imagen completa de cómo estas propuestas impulsarían el crecimiento económico y la prosperidad compartida, al tiempo que colocarían a nuestro país en un buen rumbo fiscal”, dijo en un comunicado hace unos días Rob Friedlander, portavoz de la oficina de presupuesto de la Casa Blanca■
