El valle de Salinas es conocido como la «ensaladera del mundo» por su producción agrícola de lechuga. Pero los residentes de la ciudad del mismo nombre están aquejados en grandes números de los males que trae una mala nutrición y el poco ejercicio. Sus residentes tienen poco acceso a tiendas de comida saludable y áreas verdes donde caminar y moverse. Para reclamar el espacio y cambiar las cosas, un reciente domingo un grupo de jóvenes y organizadores comunitarios cerró una de las calles más céntricas de la ciudad, la declaró libre de carros y la abrió por completo para las bicicletas y los peatones. Fernando Andrés Torres visitó el festival Ciclovia Salinas y nos entrega este reportaje.
«Hay un movimiento ahorita de mejorar la salud de la comunidad».
Luís Xago Juárez es un actor de Salinas:
«Queremos reconocer que el miedo es una enfermedad también, y a que veces ese miedo es lo que nos previene de salir y estar junto con los vecinos. Tenemos gente afuera de sus carros, en sus bicicletas, caminando, haciendo ejercicios, haciendo zumba, aquí tenemos una banda de jóvenes tocando música, allá tenemos gente pintando las calles, haciendo un mural… eso tiene un impacto muy positivo para la salud».
Promover la salud cerrando las calles es algo casi revolucionario en Salinas. Según el censo, el 22 por ciento de los latinos viven en la pobreza, y la diabetes, la obesidad y los pesticidas agrícolas causan estragos en la comunidad.
Jesús Valenzuela, encargado de comunicaciones del evento y miembro de la coalición organizadora, Construyendo Comunidades Saludables, dice:
«Lamentablemente en esta parte de Salinas no tenemos acceso a muchas cosas incluyendo espacios al aire libre donde la personas pueden salir a jugar… Lamentablemente en esta parte de Alisal no tenemos acceso tampoco a comidas saludables, no tenemos los mercados para comer comida que es orgánica».
El evento cubrió casi dos kilómetros y medio con puestos informativos sobre la salud, la dieta sana, escenarios, bailes, y variadas actividades físicas.
En una mesa informativa estaba la voluntaria y estudiante de Salud Cooperativa y Servicios Humanos de la Universidad Estatal de California en Monterey, María Gaytán. Ella dice que en un proyecto de la universidad, estudiaron un mapa del Este de Salinas y encontraron datos reveladores:
«Hay muchos lugares de fast food, comida rápida, y muchos de los lugares es donde vive nuestra gente de bajos ingresos, los latinos, los hispanos. Creo que para nosotros los latinos es muy importante porque tenemos mucha diabetes, y creo que eso también no lo tomamos en cuenta porque no visitamos al doctor mucho».
El promotor de salud ambiental, José Manuel Camacho trabaja con ‘Chamacos’, un proyecto de la Universidad de California de Berkeley, que investiga cómo las sustancias químicas en el medio ambiente afectan la salud de los niños en Salinas:
«También hacemos educación por ejemplo en prevención y exposición a pesticidas, especialmente para los trabajadores agrícolas. La gente debe aprovechar más este tipo de eventos para salir de sus casas, hacer un poco de ejercicios, desestresarse, darle más aire puro a sus pulmones, que es muy importante».
El Condado de Monterrey acaba de aprobar medio millón de dólares para expandir la cobertura médica a las personas indocumentadas y los organizadores dicen que continuarán sus esfuerzos para la organización del Ciclovía Salinas el próximo año.
Entre las risas de los niños jugando fútbol, las familias en bicicletas y los artistas pintando murales, la actividad le dio un sentido acogedor a la ciudad. Por algunas horas, en esta importante avenida, el tráfico dejó de rugir para darle paso a una comunidad que con optimismo y decisión construye su futuro■