Familiares de víctimas de la violencia cometida por agentes de la Patrulla Fronteriza llevaron su reclamo de justicia al Paseo Nacional de Washington, donde desplegaron más de 200 colchas bordadas a mano con las memorias de padres, madres, hijos e hijas muertos a resultado del uso de la fuerza. Algunas familias viajaron desde México con la esperanza que el Congreso tome cartas en el asunto y ponga fin a más tragedias personales. Nuestro corresponsal, José Lopez Zamorano reporta desde el Capitolio.
“¡Lo que queremos es justicia!”
Las palabras de Doña María de Luz Rojas se quiebran conforme recuerda la muerte de su hijo, Anastasio Rojas Hernández. A sus 65 años de edad viajó desde San Luis Potosí, en México, para buscar castigo a los agentes de la Patrulla Fronteriza que le causaron la muerte a Anastasio con descargas eléctricas.
“Que sufran un poquito de lo que uno está sufriendo, que pisen también la cárcel como cualquier ciudadano”, dijo.
La muerte de Anastasio, ocurrida en 2010 en la garita de San Ysidro (el lado estadunidense de la frontera con Tijuana), atrajo la atención nacional cuando la cadena PBS divulgó un video grabado desde un teléfono celular en el que el mexicano, de 42 años, pide ayuda mientras es rodeado por una docena de agentes.
Se escucha: “¡Ayúdenme! ¡Ayúdenme!”, y una voz en inglés que le dice a los agentes, ‘¿Why are you pressing on him, he’s not even resisting‘”.
Ningún agente fue disciplinado por la muerte de Anastasio, a pesar que 16 legisladores federales pidieron en su momento una investigación para determinar si hubo uso de fuerza excesiva. En el Capitolio, como parte de una delegación de familiares de víctimas de abuso a manos de la patrulla fronteriza, Doña María pidió justicia al presidente del Caucus Hispano en el Congreso, Rubén Hinojosa.
Se escucha en el fondo la conversación de la señora e Hinojosa…
El legislador recorrió a pie el campamento de 200 colchas montadas sobre bastidores en el Paseo Nacional, cada una simbolizando la muerte de un ser querido.
“Estoy impresionado y agradecido que tanta gente hizo la lucha para comunicar con estas sábanas blancas y el mensaje que nos mandan a nosotros en el Congreso”, exclamó el congresista.
La movilización fue impulsada por la Coalición de Comunidades de la Frontera Sur, que documentó 21 incidentes de uso excesivo de la fuerza por la Patrulla Fronteriza durante tres años. Ocho de estos incidentes tuvieron lugar en territorio mexicano.
El dirigente de la Coalición, Christian Ramírez:
“Con estas mantas venimos a plasmar un mensaje de repudio a la violencia de la Patrulla Fronteriza, y también un mensaje de esperanza”
Otro de los visitantes, el congresista demócrata, Raúl Grijalba deploró que los incidentes deriven de la militarización de la frontera con México. En su opinión lo que se requiere es una reforma migratoria y revitalizar la frontera.
“Y mientras sea la única respuesta a la cuestión de migración y los migrantes, vamos a seguir viendo esa tragedia; por eso hacer integral que sí se va a incluir la seguridad”
Justicia es lo que suplica Guadalupe Guerrero, madre del joven estadunidense de 19 años de edad, Carlos Lamadrid, muerto en 2011 de cuatro balazos en la espalda disparados por un agente, supuestamente porque le arrojó piedras.
“¿Quien les da ese privilegio de matar a mis hijos, de matar a mi hijo? No es justo, por favor, por favor, como madre les pido justicia para todos”
El campamento de colchas fue montado a sólo unos pasos del ayuno de partidarios de la reforma migratoria, donde cinco activistas encabezados por Eliseo Medina cumplieron la segunda semana en huelga de hambre en demanda de acción del Congreso.
Para la Edición Semanaria del Noticiero Latino, desde Washington, DC, foto y texto de José López Zamorano
