A más de un mes de la muerte de un inmigrante mexicano en un centro de detención privado en Arizona, que ocasionó protestas de 200 detenidos, la familia del occiso pide trasparencia de las autoridades de Inmigración para esclarecer su muerte. El caso trae a la luz no sólo las dificultades por las que atraviesan las familias afectadas para encontrar explicaciones, sino además la necesidad de humanizar la detención de inmigrantes, especialmente de aquellos con trastornos emocionales severos. Desde Phoenix, Arizona, Valeria Fernández tiene el reporte.
Sonido de conferencia de prensa…
“Ustedes creen que mi hijo hubiese tenido el valor de meterse un cepillo… como dice la autopsia…”
Silverio Déniz sostiene en su mano una media y un cepillo de dientes con los que su hijo, José de Jesús Déniz Sahagún, presuntamente se asfixió, según la autopsia oficial del forense.
“Yo no creo que mi hijo llegó a ese extremo, por más enojado que estuviera, yo no creo que él lo hubiera hecho”
Los padres de Déniz-Sahagún viajaron desde Jalisco, México, para conseguir respuestas sobre la muerte de su hijo el 20 de mayo en un centro de detenciones de migración en Eloy, Arizona. Su hermana Rosario Déniz, pidió transparencia de las autoridades migratorias que supervisan ese centro privado:
“Nosotros queremos que se esclarezca todo, queremos ver videos, queremos saber exactamente la situación de lo que pasó sin importar lo dolorosa que pueda ser”
Un video de la puerta de la celda no está disponible porque el caso no está cerrado, dijo la policía de Eloy. Las autoridades de Inmigración iniciaron el lunes su propia investigación. Al mismo tiempo que dos congresistas arizonenses y grupos pro inmigrante del estado pidieron al Departamento de Justicia que abra una investigación independiente.
Victoria López, abogada de inmigración de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) sostiene que hay hermetismo del gobierno federal sobre la muerte de migrantes detenidos:
“Nos estamos gastando tanto dinero en estos sistemas de detención, y sí, el gobierno no quiere dar respuestas, no quieren dar investigaciones o reportes sobre estos problemas enormes que existen en los centros de detención”
Silverio Deniz el padre de José de Jesús Deniz-Sahagún expresa su frustración ante los resultados de la autopsia. Foto: Valeria Fernández
Déniz-Sahagún fue detenido en Douglas, Arizona el 18 de mayo tras ingresar corriendo por la línea peatonal. Su hermana Rosario Déniz dijo que él regresaba para estar con sus tres hijos, y la llamó desesperado:
“Él estaba con las personas que lo iban a pasar y algo salió mal, no sé…, se cortó la llamada; cuando él me llamo para atrás, él corrió, corrió a pedir auxilio, y lo único que se le ocurrió fue entregarse a Inmigración…pedir ayuda a Inmigración”
El caso salió a la luz después de que activistas recibieran cartas de varios detenidos, denunciando que un inmigrante fue golpeado por los guardias. El reporte policiaco de Eloy dice que Déniz-Sahagún estuvo segregado por mostrar intenciones suicidas, y que más tarde fue trasladado a una celda de menor seguridad, donde lo vigilaban cada 15 minutos. Allí es donde un guardia lo encontró inconsciente a las 5:30 de la tarde. Antes de darle primeros auxilios lo esposaron y al ver que se ahogaba, lo soltaron y comenzaron a intentar resucitarlo sin éxito.
Desde el 2003, 14 personas perdieron la vida en el centro de detenciones de Eloy, y seis de estos casos fueron identificados como suicidio.
Victoria López, abogada ACLU:
“Si hay un persona que tiene problemas de salud mental o es una persona que está pidiendo asilo en este país, y tiene trauma ya en su pasado en su vida, esas personas deben ser prioridad para no estar detenido”
La familia del inmigrante mexicano dijo que estaban dispuestos a demandar al centro de detenciones para llegar a la verdad.
Para la Edición Semanaria de Noticiero Latino, desde Phoenix Arizona, yo soy Valeria Fernández.