La Agencia federal de Protección al Medio Ambiente dio a conocer recientemente importantes medidas para proteger a los trabajadores agrícolas del país de los daños que los pesticidas causan a la salud. Nuestro reportero Rubén Tapia acudió al condado de Ventura, una zona de California famosa por su producción de fresas, para recoger las primeras reacciones sobre el impacto de estas nuevas medidas.
Gabriel Mendoza, de 18 años, y su hermano José Luis, de 17, trabajan cada verano en los campos de fresa de Ventura para ayudar a sus padres. Gabriel señala cómo fumigan las matas de fresa, días antes de iniciar la pizca.
“Con el botecito moviéndolo así, para que no haya mosquitos, con polvo blanco y algunos verdes, va en tu nariz y ahí respiras ¡snif! Te cansas así, ¡snif! Todo el tiempo. Salió unas ronchas en la mano porque les das vueltas a las matas”
José Luis se queja de los malestares.
“Siempre me da alergia, las gripas y las alergias, como no puedes trabajar a gusto también”
Bajo las nuevas regulaciones de la Agencia de Protección Ambiental, EPA, ningún adolescente podrá trabajar aplicando pesticidas, y habrá más entrenamiento.
“Originalmente sólo requeriría un entrenamiento cada cinco años y ahora dicen que tiene que ser cada año”
Margaret Reeves es investigadora de la Red de Acción contra los Pesticidas.
“Ningún trabajador puede salir al campo sin tener entrenamiento, antes de entrar al campo donde antes habían aplicado pesticida”
En caso de que un trabajador se envenene, el empleador debe de tomar medidas inmediatas.
“Tienen la responsabilidad de llevarlos a la clínica o a donde sea necesario”
Reeves dice que ella y otros activistas han estado esperando estos cambios por años. Agrega que en los campos de Estados Unidos, cada año se reportan de 10 a 20 mil casos de envenenamiento por pesticidas. Y considera que las cifras pudieran ser mayores porque muchos trabajadores no lo reportan y a los doctores les falta información.
“Porque en este país muchos médicos reciben muy poco entrenamiento sobre lo que llamamos contaminación ambiental, lo que incluye pesticidas, y muchas veces ni ellos entienden los síntomas”
Enfermedades respiratorias, problemas con la piel, comezones, diferentes tipos de infecciones.
«Nadie puede verificar que fueron causados por pesticidas. No hay entrenamiento para los médicos, no ha habido en más de 15 años”
Esto dice Roberto Juárez, quien dirige la red de clínicas comunitarias Clínicas del Camino Real, en el condado de Ventura. Atienden anualmente a más de 300 mil pacientes. Ocho de cada diez son trabajadores agrícolas. Afirma que los pesticidas pueden causar serios problemas de salud:
“Son cosas que pueden en el futuro afectar el cerebro, que no funcione bien, los pulmones, el hígado, y son cosas que se acumulan cuando trabajan en ese ramo por muchos años”
Los encargados de supervisar la industria son los comisionados de agricultura en cada condado. El comisionado agrícola de Ventura, Henry Gonzalez, dice que la mayoría de las regulaciones propuestas ya están vigentes en California. Lo nuevo es el entrenamiento anual propuesto por la EPA, y además asegura que poner las nuevas regulaciones en vigor tomará varios meses.
“Tenemos que ver cuáles medidas, cuáles cambios hay entre las nuevas leyes federales y las que existen en California; tenemos que ver todo esto para empezar a dar esta información”
Sin embargo, para Roberto Juárez director, de Clínicas del Camino Real, el gran reto en California es que el Congreso estatal asigne recursos para que se lance una amplia campaña educativa.
“Pueden pasar muchas regulaciones, pero si no hacen nada con legislación, no van a tener efecto”■