De la redacción
El año termina con una victoria parcial para los titulares, así como para los aspirantes por primera vez al programa de DACA, y con la promesa del presidente electo, Joe Bden de una reforma migratoria en los primeros 100 días de su administración. Y el miércoles, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) anunció una extensión automática de la validez del Estatus de Protección Temporal (TPS) para personas de El Salvador, Haití, Nicaragua, Sudán, Honduras y Nepal, con una nueva duración de 9 meses o hasta el 4 de octubre de 2021.
El anuncio de la extensión del TPS hasta casi fines de 2021 es una historia de éxito tremendo que pocos hubieran creído posible al comienzo de la administración Trump, declaró Douglas Rivlin, director de comunicación de America’s Voice, quien aplaudió la medida.
“Durante cuatro años, Stephen Miller y la administración Trump persiguieron los objetivos del movimiento antinmigrante y buscaron colocar a los titulares del TPS y a los beneficiarios del Programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, DACA, en el camino hacia una eventual deportación, dice Rivlin en un comunicado.
Sostiene que Trump y Miller creían que al eliminar estos populares y exitosos estados migratorios “enviarían una señal a los 11 millones de inmigrantes indocumentados que viven en Estados Unidos, advirtiéndoles que era hora de irse”. El objetivo de Trump era «el desgaste mediante la aplicación de la ley, o la autodeportación de millones”, una idea que había fracasado ya desde que el entonces gobernador republicano de Utah, Mitt Romney la propuso sin éxito cuando fue candidato a la presidencia de Estados Unidos.
“La Administración Biden debe priorizar la reparación de nuestro sistema de Inmigración, que se encuentra muy deteriorado desde el primer día de la nueva administración (Trump), para que millones de familias puedan permanecer juntas y, finalmente, obtener la tranquilidad que se merecen”, dice un despacho de FWD.us, una organización política bipartidista que cree que “las familias, las comunidades y la economía de Estados Unidos prosperan cuando más personas pueden alcanzar su máximo potencial”.
Todd Schulte, presidente de FWD,us declaró sin embargo que “Si bien una extensión temporal de las protecciones del TPS es una buena noticia, no está ni cerca de la protección permanente contra la deportación que merecen estas familias”.
Y es que miles de estas familias ‘tepesianas’ están sirviendo al país como trabajadores esenciales de primera línea en la lucha contra la crisis del coronavirus, “ayudando a salvar vidas estadunidenses y ayudando en la respuesta y recuperación”, reitera el comunicado.
America’s Voice sostiene por su parte que “el golpe a la sociedad y la economía, al desarraigar a millones de inmigrantes y sus familias”, que trabajan como esenciales y que están asentadas ya en este país, “es una catástrofe auto infligida que se evitó por poco”.
Y a pesar de las duras acusaciones del movimiento antinmigrante, agrega Rivlin, que está “profundamente comprometido con una nación más blanca y menos acogedora, con el núcleo de su agenda política impulsada por la Casa Blanca y los activistas de deerecha instalados en el DHS, millones de familias y vecinos estadunidenses siguen viviendo”.
Los implacables ataques antinmigrantes de la administración Trump “obligaron a un referéndum, y Estados Unidos ha optado por ponerse del lado de los inmigrantes”. Los días de Donald Trump en el cargo están contados, pero «la tremenda lucha y determinación de los inmigrantes, sus familias y aliados, y el pueblo estadunidense hizo que el TPS y DACA sobrevivieran al presidente y su agenda para expulsar a millones de inmigrantes profundamente arraigados en Estados Unidos, para quienes el hogar es aquí”, colcluye America’s Voice■