Tras la muerte de 6 trabajadores por la explosión en una mega empresa procesadora de pollos en Gainesville, estado de Georgia, hay muchas dudas y desconcierto entre las familias de los afectados. Aunque el mortal incidente aún está bajo investigación, hay muchas críticas a las condiciones de inseguridad en esta empresa y en la multimillonaria industria que depende de los inmigrantes en esta ciudad, considerada la capital nacional de la industria avícola. Desde Atlanta, Yemille Castejón tiene el reporte.
“I stand because of José de Jesús Elías Cabrera, Cory Alen Murphy, Lili Pérez Rafael…, Silvio Suárez Fernández, Victor Reyes, Edgar Vera García…”
(Yo apoyo a José de Jesús Elías Cabrera, Cory Alen Murphy, Lili Pérez Rafael, Silvio Suárez Fernández, Victor Reyes, Edgar Vera García…).
María del Rosario Palacios lee en voz alta los nombres de las 6 víctimas mortales por la explosión de una fuga de nitrógeno líquido en la planta Procesadora de Pollos, Foundation Food Group, en la ciudad de Gainesville, considerada la capital en Gerogia de la industria avícola en el país.
“These six individuals did not have to die”.
(Esas 6 personas no diberon haber muerto)
El percance dejó además 11 trabajadores hospitalizados, más de 30 con problemas de salud, y el resto sumido en la incertidumbre laboral.
“I’m daughter, a prima, a sobrina and a good friend to many of the impacted families in Gainesville”
(Soy hija, prima, sobrina y buena amiga de muchas de las familias afectadas en Gainesville).
Palacios trabajó durante varios años en esta industria y hoy es miembra fundadora de GA Familias Unidas.
Cuando supo de la tragedia no lo pensó dos veces para asesorar y consolar a las familias de los fallecidos.
“Es un momento feísimo de verdad, hay muchos enfermos, mucho pánico, mucha confusión y estamos tratando de hacer esto juntos como la familia que somos de la comunidad”
Palacios, considera que las condiciones de trabajo en esa planta siempre han sido riesgosas.
“Es un trabajo bien pesado, bajo muchísima presión para sacar las más libras posibles de producción que puedas pasar”
De hecho, cifras de la Administración de Salud y Seguridad Ocupacional, OSHA, indican que en 2019, 4 de cada 100 trabajadores se lesionaron en polleras de todo el país. Doce de esas personas fallecieron.
Además, esta no es la primera vez que Foundation Food Group enfrenta problemas. Según OSHA, hace cinco años los multaron con más de 100 mil dólares por violaciones a los códigos de seguridad. Algunos obreros perdieron sus dedos, y otros resultaron con problemas respiratorios y de la vista.
“El apoyo que necesitan es muy muy grande…”.
Para asistir a sus paisanos en atención médica, gastos funerarios y la compensación que por ley les corresponde se hizo presente el Consulado de México en Atlanta. William Lozano dirige su Departamento de Protección.
“Obviamente en términos de los servicios funerarios, la orientación legal, la explicación de cómo funcionan estos casos, cómo se resuelven, a qué tienes derecho…, ellos como familiares”
Dos frentes de investigación se abrieron por el percance. Las autoridades laborales quieren determinar si hubo fallas en las medidas de seguridad.
“They are looking at the cause of this, and we are investigating these as a death investigation stand point”
(Están analizando la causa de esto, y nosotros estamos investigando desde un punto de vista de una investigación de muerte).
La otra investigación, también de tipo criminal, por los fallecidos, está a cargo del alguacil Gerald Couch, del condado Hall, donde se encuentra la ciudad de Gainesville.
“All of these folks who come in to work today, they didn’t know what would happen”
(Todas estas personas que vienen a trabajar hoy, no sabían lo que iba a pasar).
Esta tragedia sucede en medio de una pandemia que ha golpeado mucho a estos trabajadores, en su mayoría madres y padres solteros, inmigrantes sin documentos, trabajadores esenciales de una industria avícola con ganancias anuales de 41 mil millones de dólares.
“Personas que nunca se imaginaban que por ir a trabajar en esa pollera estaban poniendo en peligro sus propias vidas, aparte de lo que ya miramos como trabajadores esenciales, y estamos trabajando en una pandemia y nos estamos enfermando de covid-19”
En 2015 Human Rights Watch calificó el trabajo de las polleras como uno de los más peligrosos del país, pero hasta ahora nada ha cambiado y esto ya no puede seguir así, demanda la organizadora María del Rosario Palacios.
“No podemos dejar que se le olvide al público, que se le olvide al mundo que nosotros somos los que mantenemos abierto el país con comida, y tenemos que pelear por nuestros derechos”
Para la Edición Semanaria de Noticiero Latino, desde Atlanta, Georgia, Yemille Castejón.
Foto: HNSMedia.
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