De la redacción
No cabe duda que es el momento de los estudiantes, quienes a pesar del trauma que ocasionaría la muerte de 17 de sus compañeros en La Florida, en estos momentos han llevado la lucha por el control de las armas a las puertas de los legisladores de su estado. Tras recorrer 450 millas en ocho horas los estudiantes de la preparatoria Marjory Stoneman Douglas de Parkland, Florida, llegaron a Talahasee con un simple mensaje: ¡poner fin a los tiroteos de las escuelas!
“Esta es la última balacera”, diría en su oportunidad la joven estudiante Ema Gonzáles por todos los medios. Pero este mensaje no es sin embargo exclusivo de los estudiantes de La Florida, sino que hoy ha hecho eco entre sus compañeros de toda la nación, que en noticiarios y redes sociales declaran estar hartos de que sus representantes políticos se sigan alimentando con la sangre de los estudiantes, como dijo algún joven en una de las entrevistas de Línea Abierta de Radio Bilingue tras el referido tiroteo.
Pero, ¿cómo se discutirá el control de las armas letales en una conferencia de los legisladores conservadores que los estudiantes piensan abordar esta semana? Esto es lo que se preguntan propios y extraños.
Entre tanto, los slogans y la estrategia de su campaña se escuchan y se ven por todos lados y a todo volumen. Atacan de manera frontal y focalizada a los legisladores republicanos de su estado por apoyar leyes a favor de las armas de fuego. Ahora los estudiantes sobrevivientes de los tiroteos masivos en la preparatoria Marjory Stoneman Douglas, de la escuela del condado de Broward, están ejerciendo su inocultable fuerza y coraje sobre los republicanos, que dominan el gobierno en es estado del sureste, y quienes están enfrentando presiones diferentes a las que han experimentado antes, para aprobar leyes que aborden la violencia armada, dice el semanario inglés, The Guardian.
Y es que la Legislatura de La Florida está en sesión por aproximadamente dos semanas más, y los republicanos han llegado a la conclusión de que sería catastrófico terminar sin hacer algo para hacerle frente a la creciente protesta, que corre como la pólvora y forma cuadros políticos de jóvenes determinados y elocuentes.
Y además, son versátiles en el manejo de los dispositivos electrónicos, que han convertido en poderosas armas de comunicación y organización, y están sosteniendo un debate de manera experimental en sus teléfonos móviles y otras plataformas modernas, dice por su parte The New York Times.
Hoy los republicanos “se dirigen a una colisión”, con los manifestantes estudiantiles que llegaron anoche en Tallahassee, “listos para exigir una amplia legislación de control de armas”. Y alentados por los políticos demócratas y los grupos defensores del control de las armas letales, “los estudiantes han pedido una serie de nuevas restricciones que incluyen controles de antecedentes ampliados para la compra de armas y la prohibición de la venta de armas de fuego estilo militar”; y que las armas de asalto no caigan en manos de los enfermos mentales.
Sin embargo, los funcionarios republicanos, incluido el gobernador Rick Scott y los líderes de la Cámara y del Senado en La Florida, “parecen empeñados en alcanzar una resolución mucho más estrecha: un paquete de medidas graduales que mejoraría ciertas verificaciones de antecedentes y reforzaría los servicios de salud mental y seguridad escolar”, dice la fuente.
Unas metas muy por debajo de las buscadas por los sobrevivientes de la llamada “Masacre de San Valentín”, del pasado 14 de febrero. «Así es como nos las estamos arreglando, así es como estamos afligidos, esto es lo que nos mantiene unidos», dijo a The Guardian Sofie Whitney, una estudiante que se gradúa de la preparatoria Stoneman Douglas, antes de subir a su autobús.
Los adolescentes se reunirán con los legisladores hoy miércoles por la mañana para analizar las medidas de control de armas y luego unirse a una coalición de grupos activistas para un mitin antipatía a mediodía en los escalones del capitolio estatal.
Agregó que “los intentos de los estudiantes de canalizar su dolor insondable en una campaña enfocada habían sido un torbellino emocional exhaustivo… La única forma de pasar –el trago amargo- es haciendo el cambio”.
Sophie Whitney, una de los tres fundadores del movimiento #NeverAgain que anunció el domingo una #Marcha por nuestras vidas, a realizarse en todo el país este 24 de marzo, dijo al semanario que “los estudiantes simplemente buscaban soluciones de ‘sentido común’ para el control de armas… No necesitamos un proyecto de ley completo para que se escriba de la noche a la mañana, pero necesitamos algunas medidas; necesitamos que comiencen a ayudarnos a hacer el cambio».
En una entrevista con CNN ayer martes, Kimberly y James Snead, una pareja de La Florida que tomó bajo su cuidado al tirador, Nikolas Cruz después de la muerte de su madre, revelaron que el perturbado joven de 19 años había adquirido su rifle legalmente, y estaba «a días de recibir consejería».
Y mientras la flota de autobuses partía de Parkland, “miles de estudiantes de las escuelas vecinas abandonaban las clases y organizaban reuniones improvisadas en solidaridad. Cientos de alumnos de la escuela secundaria West Boca Raton dejaron clases para caminar las 12 millas hasta Stoneman Douglas”, dice The Guardian.
En tanto, con una Cámara tan conservadora como la de La Florida, es muy probable que el gobernador Rick Scott sea ampliamente acompañado en su escepticismo a cerca de las nuevas leyes sobre la armas de fuego. Y aún no está claro si incluso un modesto paquete para prevenir supuestamente la violencia armada puede limpiar la mancha de la Legislatura estatal.
De acuerdo con The New York Times, el representante estatal republicano, Matt Caldwell, dijo a la fuente que creía que “sería un error tratar la ‘disponibilidad de las armas’ como una amenaza, en lugar de preocupaciones más generales de salud mental y seguridad”. Y agregó que había hablado en privado con el gobernador Scott y “creía que los dos estaban en la misma página… Él quiere hacer algo que sea efectivo», dijo Caldwell. «No podemos estar haciendo algo que sólo nos haga sentir bien».