En este renglón hay que mencionar como ejemplo vivo y actual de esta movilización el llamado que hacen los residentes del Condado de Orange en California, “aterrorizados de perder su atención médica”, dice un comunicado de la campaña #Fight4OurHealth, que realiza mañana miércoles una Conferencia de Prensa Urgente en la oficina de la representante republicana de Irvin, Mimi Walters, para rechazar el esfuerzo del liderazgo republicano en el Congreso, por lo que demandan sea revelado el contenido del plan de salud de los republicanos y sus intentos por derogar y sobre todo reemplazar la ley de salud.
Marco Vinicio González
Reportero / Editor de Noticias Online
Radio Bilingüe, Nueva York
El significado que se ha dado hasta el momento al ascenso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos ha estado marcado por el horror y el repudio a sus políticas de corte autoritario, regresivas para las luchas históricas de la gente por conseguir derechos humanos y civiles necesarios para alcanzar un bienestar social.
El temor que ha infundido la actual administración en los más vulnerables de la sociedad, inmigrantes que están siendo deportados, refugiados vetados para ingresar al país, minorías étnicas y económicas discriminadas, personas con preferencias sexuales diferentes y mujeres (aunque con éstas se ha topado duro), han forjado un lenguaje que para muchos “infla” el verdadero poder del presidente; y olvida el avance que la sociedad estadunidense ha tenido en materia de derechos humanos y civiles, así como la consolidación de instituciones que velan –o deben hacerlo- por estos derechos y que teóricamente acotan el poder presidencial sujetándolo a un marco de derecho.
Y al hablar del gran poder que tiene este presidente y que emana de esta presidencia, dicen algunos, se le está dando más poder del que realmente tiene; hay que entenderlo en su dimensión real, afirman, como una presidencia que hasta el momento no hecho más que firmar perniciosas órdenes ejecutivas, trastocar el orden económico, y formar un gabinete de multibillonarios que en realidad traiciona todas las promesas de campaña del presidente. Claro que esta flagrante y permanente mentira que emana del presidente en forma de discursos de campaña y de Tweets, es recibida como el sagrado pan de todos los días que alimenta a poco menos de la mitad del electorado que votó por Trump.
Pero a pesar de las afirmaciones del presidente, de que su administración está funcionando como una «máquina bien aceitada y perfeccionada», muchos activistas que han mostrado músculo político con sus rápidas acciones ya han conseguido anotarse algunas victorias contra varias de las políticas más anti-progresistas del presidente y sus aliados republicanos. A través de manifestaciones, marchas y persecución de funcionarios electos, personas de todo el país han ayudado a bloquear algunas de las iniciativas de Trump y a llamar la atención sobre los errores del gobierno, dice el periódico británico The Guardian, en su edición de hoy para Estados Unidos.
La referida publicación brinda una lista de estas victorias y de estos activistas que han respondido efectivamente a las “erráticas” políticas de Trump, entre las que enumeran, la gran marcha de las mujeres que empezó a forjarse la víspera del discurso de inauguración del presidente Trump, y comenzó a inundar las calles de Washington, DC al día siguiente, así como las de otras ciudades de este y otros países del mundo, protagonizando el 21 de enero de 2017 la mayor movilización registrada en este país durante los últimos 50 años (con excepción quizá de las marchas de los inmigrantes en 2006), organizada por las mujeres (que por cierto amenazan con volver a hacerlo maña 8 de marzo para celebrar El Día de la Mujer).
O el retiro de Andrew Puzder a la secretaría del Trabajo; la marcha que dieron hacia atrás los republicanos en sus esfuerzos para vender 3.3 millones de acres de tierra pública; la campaña #GrabYour Wallet (en lugar de Grab the Woman by the Pussy), contra empresas que tienen vínculos con el presidente ya sea vendiendo los productos de su familia o apoyándolo durante la campaña electoral. O el retiro del general Michael Flynn como director de la Agencia de Inteligencia del Departamento de Defensa y Asesor de Seguridad Nacional; y ahora la precaria situación del Procurador de Justicia de la nación, Jeff Sessions, quien se halla en la ‘cuerda floja’ y quien tuvo que declinar dirigir una investigación federal contra la Casa Blanca por sus relaciones con Rusia. Algunos afirman que hasta podría renunciar del todo a su puesto.
También forman parte de estos esfuerzos cívicos las empresas que donaron dinero a movimientos sociales y/o que formaron parte de un boicot nacional el “día sin inmigrantes”, como los 300 restaurantes que cerraron sus puertas en Nueva York ese día. Y ni qué decir del bloqueo temporal a la orden ejecutiva de inmigración tras las demandas legales sometidas en primer lugar por el estado de Washington (decreto que ayer volvió por sus fueros como un “refrito” del primero, dice Samuel Orozco, director de Noticias de Radio Bilingüe); y la estruendosa movilización multitudinaria que ejemplarmente inundó calles y bloqueó aeropuertos del país, a la que se sumaron decenas de abogados ofreciendo sus servicios legales de manera gratuita a los refugiados detenidos o en problemas.
Y más recientemente vale destacar los múltiples mítines de muchos republicanos en abrumadoras asambleas populares que exigen –y fustigan- a sus representantes para que detengan las políticas de Trump y los republicanos en el Congreso, como por ejemplo la derogación y el eventual reemplazo de la Ley de Cuidados de Salud Costeable, ACA, vulgarmente conocida como Obamacare.
Ahora algunos republicanos dicen que su reemplazo será por etapas. Que iniciará sus efectos más duros a partir del segundo año, ya que pasen las elecciones intermedias del 2018, y que los peores efectos vendrán a partir del 2020. Una idea con la que ni los -cada vez más- votantes de Trump, que son muchos de los afectados y quejosos, ni el mismo presidente están de acuerdo con ella.
En este renglón hay que mencionar como ejemplo vivo y actual de esta movilización el llamado que hacen los residentes del Condado de Orange en California, “aterrorizados de perder su atención médica”, dice un comunicado de la campaña #Fight4OurHealth, que realiza mañana miércoles una Conferencia de Prensa Urgente en la oficina de la representante republicana de Irvin, Mimi Walters, para rechazar el esfuerzo del liderazgo republicano en el Congreso, por lo que el pueblo estadunidense demanda sea revelado el contenido del plan de salud de los republicanos, y sus intentos por derogar y sobre todo reemplazar la ley de salud; es decir, contra la existencia de su propio seguro médico, del Medicaid y del Medicare, así como de otros programas sociales para ellos y sus hijos.
Según informes, dice el comunicado, dos comités clave en la Cámara de Representantes, el de Energía y Comercio y el de Medios y Apropiaciones “votarán mañana miércoles para enviar un proyecto de ley de abrogación de la Ley del Cuidado de Salud a un voto pleno del Congreso”. Los defensores de la salud dicen que Walters “juega un papel en el Comité de Energía y Comercio”, y que “está en una posición para exigir que los impactos del proyecto de ley sean transparentes para el pueblo estadunidense, y detenga un proceso apresurado que pondrá la salud de cada estadunidense en un estado de caos”.
Se espera que los republicanos obliguen a votar por el destino de la ley de salud, a pesar de que los miembros del Congreso del Partido Republicano han mantenido a sus electores en la oscuridad acerca de cuántos millones de personas perderían la atención médica, continúa el comunicado. “¿Cuánto más pagaremos en primas de atención médica y en gastos que salgan de nuestro propio bolsillo? ¿Cuál será el tipo de aumentos de impuestos que los estadunidenses promedio podemos esperar?”, son algunas de las preguntas.
Y agrega la campaña #Fight4OurHealth: “Hoy las personas que tienen historias de vida o muerte, que permanecen sin atención médica y/o temen perder la cobertura que les mantiene vivos, compartirán ahora sus historias con los medios de comunicación”.
Estos representados, junto con organizaciones de fe y comunitarias pedirán a Walters que se comprometa a votar «No» al plan secreto del referido Comité del Congreso maña miércoles. Y hacen un Llamado Urgente para asistir mañana miércoles a las 11 de la maña (tiempo del Pacífico) a la conferencia de prensa donde exigirán a la representante Walters que vele por su salud “y por sus propias vidas en riesgo”. La cita es en la oficina de Walters, en el 3333 de Michelson Drive, Suite 230, Irvine, California.
Las demandas a Walters serán:
• Nadie que se halla cubierto ahora debe perder su cobertura
• El cuidado de la salud debe costar menos -no sólo las primas de seguro, sino todos los costos
• Las mujeres y las personas mayores no pagarán más de lo que están pagando ahora
• Las aseguradoras no discriminarán a las personas con condiciones preexistentes
• Las personas con cáncer y otras enfermedades serias no serán cortadas por sus compañías de seguros si sus costos de tratamiento alcanzan un «tope», como solía ser
• Los niños, las personas mayores y las personas de bajos ingresos no perderán sus cuidados de salud y atención a largo plazo a través de los recortes de Medicaid
• Los jóvenes adultos podrán permanecer cubiertos por las pólizas de sus padres hasta tener más de 26 años de edad.
No obstante, los distintos movimientos que se están forjando solidariamente y que están cobrando conciencia y despertando a la “horrorosa realidad” emanada de la política gubernamental en el país “gracias” a Trump, dicen algunos activistas, «cometerían un gravísimo error si bajan la guardia». Por el contrario, aseguran expertos, es un momento para redoblar esfuerzos, para ‘echar toda la carne al asador’ y asumir un papel inteligente y activo en la vida cívica y política de la sociedad actual■